dejaban sentir en las calles. Y una año más, cuando la gente se ponía fresca, las
chicas más guapas y explosivas destacaban aún mucho más a los ojos de Fran y
Juan Gordal.
—Tú dirás que siempre enseña más quien más
debería esconder, Fran, pero yo veo
que están todas tremendas —comentó Juan Gordal.
—Qué cosas más de señor de mediana edadcon poca vida sexual dices, Juan. Yo sigo
manteniendo que en realidad las chicas guapas destacan siempre, y destacaban en invierno.
—Ahora a veces hasta se ven los pezones erectos.
—Eso también ocurre a veces en invierno y...
Entonces nuestro protagonista se asombró al ver a otra muchacha con una camiseta de
tirantes ceñida. Se notaba con mucha precisión un detalle muy llamativo. —No es que tenga tres pezones, es que lleva un piercing —dijo nuestro protagonista. —Vaya, ahora resulta que el señor reprimido de mediana edad no era yo, que tú también
te fijas en ciertas cosas. —Hombre, eso es llamativo. Pues sí va a ser verdad que ahora destacan más los pequeños detalles. —¿Y cómo será mirar a escote a esa chica en invierno? —No lo sé. También te digo, si uno se pone un piercing, que se note. —Y quien ligue con esa chica así luego no se lleva sorpresas. —Sí, claro. —Y además ella misma también luce bien ¿verdad? —Me temo que tú y yo no podremos ver ese piercing con más detalle. Acepta lo que has tenido y
estate agradecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario