miércoles, 16 de noviembre de 2022

Pagar por el olvido de otros

 


Nuestro protagonista había bajado a hacer unas pequeñas compras a aquel supermercado. Se
dirigía a pasar por casa las bebidas y las bolsas de basura que había adquirido para su hogar,
pero debía esperar. Antes que él iba una mujer de mediana edad. Cuando pasó el último de
sus artículos el cajero le comunicó el importe que debía abonar:

21,75€.
Un momento que saco la tarjeta —espetó la
mujer y comenzó a rebuscar en el bolso.

Pasado como un minuto y medio de

búsqueda se dio cuenta de que no tenía la tarjeta de la
cadena de hipermercados en cuestión.

Pues espérate un momento, porque no son 20 céntimos, es que es una cuarta parte más de lo 
que cuesta —dijo al cajero—. ¿Tú no tienes tarjeta? —preguntó a nuestro protagonista.No —respondió Fran.Pues a ver qué hago¿Puedo al menos pasar mi compra? —inquirió Fran con educación, pero sin poder evitar que
 se le notara el hartazgo en la voz.Sí, pero deja esto aquí.

La mujer se metió dentro del establecimiento preguntando a todos los clientes si alguno tenía
la famosa tarjeta del establecimiento.

La que está montando y yo no puedo tener este montón de cosas esperando a que encuentre a
 alguien que le deje una tarjeta —dijo el cajero.Pues si piensas eso tú, imagínate yo —le respondió Fran.Pero es que me está estropeando el ritmo, molestando a los clientes...Sí, tenemos que pagar todos su olvido. 


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