Fran sentía al andar los efectos del frío en su cuerpo. Aunque estaba bastante forrado
con su abrigo notaba cómo cada vez que debía pararse en aquel paseo, por ejemplo en los
cruces, tiritaba y le daban escalofríos. También veía cómo el resto de la gente estaba
ya vestida de invierno sin ningún matiz. Los árboles con las hojas caídas reforzaban la
impresión de invierno. Observó nuestro protagonista cómo la madre de un niño lo reprendía
por llevar el abrigo entreabierto:
—¡¿Quieres cerrarte la chaqueta?! Mira cómo está la gente ya. Si estamos a diez grados.
Aquel dato acabó de dejar a nuestro protagonista patidifuso: 10 ºC. Aunque para
la madre de aquel niño esa temperatura fuera preocupante por lo bajo, nuestro
protagonista había visto muchas veces aquel termómnetro en los meses anteriores.
Durante todo el verano aquel medidor había reflejado temperaturas absurdas, algunas
rayanas en los 60ºC . Por mucho que el planeta de nuestro protagonista sufriera un
destrozo ambiental que había vuelto los veranos mucho más secos y calurosos de lo
que era habitual nuestro héroe sabía que aquellas medidas no se correspondían con
la realidad. Si ahora daba esos diez grados, según la experiencia de Fran debíamos
encontrarnos como mucho a cinco. Recordaba además en su mente la máxima que
repetía Doña Marta Palacios heredada de su padre y abuelo de Fran: hasta doce grados
es algo normal. Por debajo ya es frío. Incluso aquel termómetro reconocía el frío.
En eso andaba aún pensando en el andén del metro y sintiendo cierto alivio con la
sensación templada e incluso agradable que había en el suburbano.
—Con el día que hace fuera, si aquí no estamos a 20 º me sorprendería —dijo uno de los
usuarios del transporte.Fran pensó en que en esa situación recordaba al termómetro anteriormente citado marcar 35 ºC.
Si se mantenía el mismo margen de error eso significaría que fuera estaban bajo cero con cierta
holgura, algo que tampoco creía nuestro protagonista posible. Al final, concluyó, la medida
realmente fiable es lo confortable que a uno le parezca la temperatura.
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