Y ahora las patas, pensaba para sus adentros Fran mientras sudaba y resoplaba
cubierto de agua sucia y polvo. Limpiar los taburetes de la mesa del comedor
era la tediosa tarea a la que había tenido que entregarse aquella tarde. La
verdad es que aquellas banquetas llevaban un tiempo cubiertas de una capa que
por pereza, Juan Carolina y Fran habían ido dejando acumularse, pero eran
conscientes de que había que ponerse a ello y Fran se decidió aquella tarde.
Sin embargo al hacerlo hab ía descubierto los recovecos y rincones ocultos
que aquellos pequeños muebles llegaban a esconder. Y luego tocaban las patas,
los travesaños... Todo ello para que el comedor estuviera más o menos decente.
¿Lo notarían sus hermanos cuando llegaran?
—Buenas noches, Fran—dijo Carolina al llegar—. Buf, menos mal que tenemos una cena
buena porque en el trabajo las he pasado canutas. —Pues siéntate y a ver qué tal cenas. —Ahora voy. Por cierto ¿qué te ha pasado que estás sudando y resoplando y con todo el
pijama manchado?No era realmente lo que le apetecía oír a nuestro protagonista después de la paliza que se
había pegado para adecentar aquellos muebles, pero al llegar al salón, Carolina cayó en la
cuenta:
—¡Andá! ¡Si has limpiado los taburetes! Muchas gracias, Fran. Ahora cenar va a ser todavía
mejor. —Por eso estaba cubierto de barro.Y mientras Fran decía esto, Juan llamó a la puerta. En cuanto Fran le abrió comenzó a soltar
una perorata del día que había tenido:
—Buf, hoy me ha tocado en el trabajo aguantar de todo. He hecho informes, atendido pedidos,
fregado mobiliario... —Sí, ya he visto que eso es muy pesado —comentó nuestro protagonista. —No me digas que...—comenzó a hablar Juan y se cortó cuando vio los taburetes—. ¡Sí!¡Los
has limpiado! —Joder, menos mal que habéis caído. Ahora siento que ha valido la pena. —Pues yo no he tenido ese agradecimiento, Fran. Así que imagínate cómo he salido de allí. —Bueno, pero tú por lo menos vas a recibir dinero por ello. —También es verdad. El caso es que en casa o en el trabajo parece que nuestro sino es fregar. —Bueno, pues procuraré aprovecharlo, ya que tan mal lo pasáis —intervino Carolina.
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