-¡Si es que me dan ganas de llorarrrr! -dijo Juan Gordal-.¿Cómo es posible cagarla tanto al traer una
leche?
-Pero vamos a ver -preguntó nuestro protagonista-, ¿todo esto es porque venía en un paquete?
-Has traído más de la necesaria y no tenemos dinero y...
-Juan, he gastado seis euros y nos quedan veinticuatro de lo que nos ha dejado mamá. Y antes o después
hubiésemos comprado más leche. Me parece que traer un cartón entero de bricks, seis en total, no es tan
horrible. Más bien creo que te ha dado uno de tus cuquis con la compra.
-Si es que no traes nada bien, no miras lo que cuesta ni la calidad ni...
-Pues el pescado que traje te lo comiste como si fuera bueno, y eras tú quien lo había pedido.
-Pero trajiste un kilo, que mamá tomó cuando llegó por la noche, y unos limones malos, que costaron
más de lo necesario y harina y aceite que no había pedido y...
-¿Y cómo cojones querías freír el pescado sin harina ni aceite? Además también a mamá le montas
pollos como éste, como cuando te trajo la pechuga de pavo. ¡Cómpralo tú, hombre!Mira, creó que llega
mamá.
Ambos hermanos fueron a abrir y Doña Marta llegó con tantas energías como solía:
-Holahijoshetenidosuerteyvengoanteshepasadoporelmercadoytraídoembutidosypanyla
comidaparahoy...
-¡¿Cómo que embutidos?! ¡Pero si sabes lo que quería. Otra vez me dan ganar de llorarrrrrrrrrr!
-¿Ves cómo eres un poquito gilipollas? -dijo Fran.
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