-¡Qué
horror, lo que llegan a hacer algunos por la adicción! -dijo nuestro
protagonista viendo aquel reportaje sobre drogas.
-Ya
ves, vender joyas de su madre para pincharse -respondió Doña Marta
Palacios.
-Cuando
uno es un adicto, Fran, llega un momento que la droga piensa por él.
-O
lo que sea: ludóptas, sexoadictos...
-En
fin, hijos, la suerte es que nadie de aquí tiene eso. Buenas noches.
Como
era costumbre, Juan y Fran se quedaron despiertos un rato más,
durante el cuál comentaron el reportaje. Gente que de madrugada es
incapaz de controlar el mono y recorre enormes distancias para ir a
un mercadillo, gente que engaña a su familia, que pillan
infecciones... Asustaba solo verlo.
-Por
suerte, esta noche, nosotros dormiremos tranquilos y muy bien -dijo
Juan.
-Y
que todo el mundo tendría ya que haber escarmentado de esto.
En
un momento dado de la noche, Fran soñó que un yonqui entraba en su
cuarto, revolvía todo, agarraba su cartera y cogía un billete. Pero
no era suficiente y pedía a Doña Marta. El grito de ésta le
despertó y comprobó la verdadera situación: no era un sueño, eran
ya las siete y Doña Marta madrugaba, mientras Juan se había
levantado a fumar. Quería tabaco a toda costa, y en efecto había
entrado en el cuarto de nuestro héroe para después pedir a Doña
Marta:
-Hijodespuésdeloquevisteayertecomportascomounodeesosque
salíandeberíadartevergüenzadespertar
atuhermanoypedirestoeinsistir...
-Joder,
a ver si vamos a tener en casa a uno como los de ayer -añadió Fran
-
Bueno, si madrugo, también os quejáis. Además esto no es igual,
está permitido y no pillo enfermedades...
-Lo
dice el tío incapaz d levantarse antes de las doce del mediodía,
que se levanta a las siete a buscar monedillas para comprar el
tabaco, y se mete un montón de mierda en los pulmones con la ventana
abierta. Preocupante por lo menos.
-Lo
mío es distinto porque...
-No
se te ocurre nada ¿verdad? No sé cómo pero vamos a tener que
quitarte ese vicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario