Como era habitual el último
día de cada año, nuestro
personaje observaba el año
que había terminado. Observaba
muchos cambios si echaba la
vista atrás, en su familia
y en su vida. Intentando
quedarse con lo bueno se
decía a sí mismo una y otra
vez que tenía trabajo.
―Es más de lo que puedo decir, yo, Fran ―le comentaba Carolina. ―Pero veo que tú ya no estás con Alvarito, a mamá quieta en casa, a Juan pasando problemas para
acabar lo que estaba haciendo... ―Todo eso se pasará y son motivos para esperar con ilusión el nuevo año. ―Y yo estoy practicando a gusto en casa para sacar el titulo de cocina cuanto antes, Fran ―intervino
Juan. ―Yonotecreasquelopasotanmalahorahayunasobrasymientrasmerecuperoypuedovolverasalirestoy agustoencasayencuantopuedasalirestoypensandoyacosasquepodemoshacerporejemplovolveraoír conciertosymisas...
Fran observó a su familia y notó, que ellos que habían sufrido los problemas que le afligían estaban
mucho más optimistas con él con el cambio de fecha. Y en realidad, él, si miraba este año que tanto
denostaba, el único cambio que se había producido en su vida era a mejor.―Supongo que sin veros bien a vosotros es imposible que esté bien yo, ni que me toque coche,
apartamento y un millón de euros. ―O follar ―añadió riéndose Juan. ―Bueno, viendo la carne que has preparado y vuestra alegría no tengo motivo para no estar yo
esperando lo mejor para este nuevo año. Feliz 2022. ―Feliz 2022 y danos un abrazo, Fran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario