sábado, 2 de abril de 2022

Nadie puede vencerme

 


Por algún motivo, una
 vez más, se ve que ningún
 deporte pega con el cine 
como el boxeo 
—comentó Fran al acabar
 Nadie Puede Vencerme.Yo la había visto antes pero
 creo que con otro título 
—comentó Juan.Puede ser, hubo dificultades para que llegara a España, y luego con el título original. Cuando
 era muy fácil traducir The Set Up como el tongo, el amaño, etc.En todo caso es increíble cómo mantiene la tensión y ese final tan duro y feliz a la vez.

Nadie Puede Vencerme era una de las películas que comenzaron a hacer grande a Robert Wise. El
que llegaría a ser director de películas míticas como West Side Story nos muestra aquí la historia de
un boxeador en la cuesta abajo de su carrera que se resiste a aceptar que ya no tiene nada que hacer
en ese deporte. Por ello, unos gangsters deciden contratarlo para amañar un combate con el que
pretenden lanzar la carrera de un joven púgil emergente. Sin embargo el orgullo del protagonista le
tienta a ganar la pelea y estropear el tongo. Mientras su mujer sufre porque no le ve en condiciones
de aguantar muchos más esfuerzos y golpes. Todo ello confluye en un final muy sorprendente que,
desde luego, se queda en la mente de los que lo ven.

Quizás no me gusta el ambiente y la imagen que da del boxeo, demasiado sórdida —dijo Fran.Ya sabes que por desgracia los gangsters han merodeado mucho ese deporte, y más en la época 
de esta película.Y con un reparto no excesivamente brillante y pocos decorados crean una historia muy impactante.El protagonista, Robert Ryan se nota que había sido boxeador en la vida real y lo hace muy bien.Y también la mujer.El suspense es buenísimo y la rematan muy bien. Si es que un buen guion puede con todo.Habrá que mirar en todo caso por qué el boxeo pega tan bien en el cine.Sí, otros deportes no dan igual de bien en pantalla. 

Ficha de la película, aquí.

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