-Pues
yo no quiero saber dónde están. Escondedlo -dijo Doña Marta de los
dulces y bombones que la Tía María Cristina le había traído de su
último viaje.
-Pero
mamá, no te decimos que te los comas todos, sólo que cojas uno
después de la comida -insitió nuestro protagonista
-Nihablarporqueelmédicomelohaprohibidoyono
quieroserdiabéticanovoyatomarniunosoloprobaré
algunoporquemelohatraídomihermanapero
nopuedopermitirmemásestoyallímitedeunaenfermedad
quenomegusta...
-Bueno,
pues tú te lo pierdes.
Doña
Marta llevaba un tiempo puesta a dieta por sus médicos, que le
habían prevenido del riesgo del azúcar, pero lo estaba cumpliendo
con una rigidez que dejaba a Fran y Juan perplejos. Ni un bombón
después de comer, salvo en los cumpleaños. Los dos hermanos, sin
embargo, sí que probaron los aportes de su tía. Al acabar, mientras
quitaban las cosas de la mesa, Doña Marta vio la caja de bombones:
-Oshedichoquelaescondáisnoquierosaberdóndeestáyonopuedonitocarlaporquenoquieroacabar
diabéticaestomehacemuchomal...
-Ahora
lo escondemos, mamá.
-Sí
-dijo Juan-, en concreto nos los vamos a acabar y meter en los
estómagos.
-Puesloprefieroaquemelosdejésialavistaestoyhartadedecíroslonopuedosaberdóndeestánporquenosoy
capazdecontrolarmequitadlosdemivistayanosécómopedirlo...
Ambos
hermanos llevaron los bombones a la nevera y dieron por finalizado el
día. Parecía haber acabado el problema, pero al día siguiente por
la mañana, Doña Marta pegó un grito enorme:
-Osdijemilvecesquelosescondiéseisestánenlaneveraahoracasicaigoenlatentacióndetomarmeunono
mehacéiscasonuncanosécómopediroslascosas...
-¡Joder,
mamá, qué susto! Claro, como madrugas también en verano y pegas
estos gritos no lesvantas con unos sobresaltos...
-Sobresaltoelquemehellevadoyoviendoestomiraqueoslodigoyvosotrosdejándolosporahínoséyasi
ponerunanuncioenelperiódico...
-Bueno,
al menos, coge uno en el desayuno -dijo Juan.
-Nihablarporquetengodentrodepocorevisiónmédicanoquierodispararningúnvalorparecequeosguste
ponermelascosasdifícilesparaunacostumbrebuenaqueestoycogiendoymelaqueréisquitarqueencima
eldíaenqueibaatomardulcesmetrajísteisunatartavegana...
-Nunca
creí que llegase el día en que mamá se negase de esta forma a
tomar un bombón -sentenció Fran.
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