-¡Pues yo no entiendo que deicándose
a la cocina lo que le mole sea eso! -dijo Juan.
-¡Coño! ¿A quién no le gusta
pegarse un buen atracón?
Los dos hermanos discutían sobre su
cuñado Alvarito que siempre hablaba de lo que disfrutaba en los
buffets de comida. Siempre solía venir sonriente de la mano de
Carolina diciendo que tenían que venir con él a ver quién era
capaz de atracarse más en el autoservicio.
-Yo tampoco te digo que tenga que
comer de fusión y nitrógeno líquido, pero que lo que quiera sea
comida del montón servida de esa forma...
-Pues tú bien que tienes de vez en
cuando caprichitos de comida mierder.
-Pero una cosa es comerse de vez en
cuando un Whopper, no que tu aspiración sea eso. Y más cuando se
supone que eres un tío que sabe de comida y preparaciones.
-Pues a lo mejor si en lo que está
todo el día no le apetece más de eso cuando está libre.
-Que yo no te digo que tengan que
gustarle las elaboraciones raras ni nada de eso, pero debería
molarle comer bien. Por cierto ¿qué te prece si hoy que no está
mamá pedimos un pollo frito?
-¡No me jodas, Juan! ¡Mira al
Gourmet! Haremos una tortilla y nos dejaremos de esa mierda.
-No me apetece cocinar, y hce mucho
que no tomo...
-Juan, eso es lo más bajo de la
comida basura.
-Bueno, pues entoncs un Whopper
-Joder, y criticaba al del buffet
libre.
-Pero yo soy precisamente un pobre
cuñado que ni idea tiene de esto
-Sí, ya tú siempre tienes bula para
todo.
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