lunes, 24 de agosto de 2020

El deporte que tenemos.

 

Aquel domingo asistía nuestro protagonista a la final de la Champions League más extraña que nunca se había vivido, en la cuál había sido necesario cambiar el formato a mitad de la competición, pasando a jugarse a partir de cuartos todo en unas eliminatorias a un solo partido en Lisboa. Y por supuesto sin público.


La verdad es que sí que hay emoción, pero no es lo mismo⸺comentaba nuestro protagonista.

No es lo mismo porque al Atleti lo eliminó aquel equipillo alemán ⸺le respondió Juan Gordal.

Vamos, he vivido muchas finales sin el Atleti.

Y algunas con él, una de ellas, por cierto en esta misma ciudad. No te va Lisboa, ¿eh?

No, también empieza el Tour y en la situación actual se vive con cierto resquemor. No tiene nada que ver con le Atleti y el título. Y estos días que en la radio y similares hablan mucho los que iban a ir a las olimpiadas la sensación también es extraña. El deporte también nota la pandemia. Y en el ciclismo es rarísimo, público controlado y hasta quitan las azafatas del podium.


Bueno, es que ahora se ve mal eso de las chicas de adorno.

Pero se ha acelerado. De verdad, ojalá alguna vez podamos volver a tener el deporte como Dios manda.

Lo de las azafatas ya ves la vuelta que lo hizo antes que el tour, pondrán a un tío y una tía y eso de los besos...

Pues a ver qué más nos deja el jodio bicho.

Esperemos que otra final donde sí pueda ir el Atleti

¿Sabes qué? Que mejor, porque si el Atleti gana justo esta Champions hubiera quedado marcada como que ganó una adulterada y especial...

 Sin embargo, cuando nuestro protagonista vio en la televisión al Bayern de Munich, campeón aquel año, recibiendo la copa y la euforia de los jugadores, pensó que el Atleti podía estar ahí y no le pareció tan claro lo que había dicho antes. 

Joder, pues creo que sí hubiera podido soportar el estigma de la pandemia en esta victoria.


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