jueves, 6 de agosto de 2020

Una comida maldita.

Venga, que ya tengo la mesa puesta, hoy me he currado yo el menú.

Muchasgraciashijotu

hermanoyo

estamossentadosesperando

queyaeshoradecomerseguroqueestá

perfectoaunqueyonuncahetomado

nadaparecidoperosilohashechotúbien

estaráyJuan

seguroqueselo

comebien...

Bueno, yo te agradezco el esfuerzo, pero ya sabes que yo con la comida tengo poco aguante.

Míralo. Solo he hecho una sopa fría de esas y un asado ⸺dijo nuestro protagonista sin nombrar el postre de la mousse de naranja que había visto al buscar la receta de la sopa por internet⸺. De momento, aquí tenéis, este plato que según vi es de Bulgaria y Albania y se llama Tarator.


Nuestro protagonista llevaba tiempo pensando en preparar un codillo pero asado, algo que según le habían insistido Carolina Gordal y Alvarito era una esquisitez muy facil de preparar. Fran pensó que acompañar su plato con patats y nabos y utilizar su flamante nuevo horno sería algo muy sencillo, pero además, dadas las fechas de verano había buscado un plato fresco para acompañar, y un postre frío. Encontró lo que buscaba con ese plato del este de Europa y con una mousse de naranja, que una vez había aprendido a montar las claras con el accesorio de la batidora no ofrecía mayor dificultad. Estaba henchido de orgullo al poner el tarator en los cuencos empezó a explicar sus ingredientes, pero su hermano le interrumpió con la peor noticia posible:


Pues no lleva más que yogur, pepino, nueces, aceite de oliva, eneldo y nueces. Se mezcla y...

Joder, pues podrías haberlo probado. Está asqueroso.

Ayhijoestoesunhorrordedondehabrássacadoestoyomelocomoperootraveznosehaceyquiente

mandabameterteconestascosasrarasconloricoqueestáelgazpachoteníasqueponercosasdeestasrque

nuncasehanhechoytirarelyogur...


Fran lo probó. Aunque ya esperaba nuestro héroe que su madree no disfrutara de un plato con un sabor que, suponía, iba a ser intenso, y su hermano era un exagerado lo cierto es que el gusto no era el esperado:


Pero tira eso, no te lo comas. ¿No vez que sabe a plástico? A mierda.

Yo me lo voy a acabar ⸺dijo nuestro protagonista, aunque ciertamente no era lo que había imaginado. Él creía que debía acabarse el plato.

Miraquefiarsedeinternetparalacomidaayhijoconladelibrosbuenosquetenemosdecocinaporquéte

meterásenesomiraloquepasasiesqueaquienseleocurreconlobienquesehamiradosiemprelacomidaenloscatálogos...

Sí, la culpa será de internet ⸺refunfuñó Juan.


Nuestro protagonista, completamente aturdido, se retiraba pensando qué había podido fallar. Había seguido todos los pasos de la receta, había preparado otras veces salsas y cremas similares que habían resultado, había medido las cantidades...¿algún ingrediente en mal estado, quizás? Bueno, pensaba, da igual, un asado con piel churruscada y carne en su punto borraba todo. Con esta idea sacó el codillo del horno.



Os vais a resarcir ⸺dijo alegremente mientras preparaba los cuchillos y trinchaba. De pronto notó que le costaba cortar y comenzó a forcejear con mal gesto.

Déjame a mí ⸺dijo Juan, y también se peleó con el codillo durante casi un minuto. De pronto anunció lo que nuestro protagonista no quería oír⸺. Está crudo.

¿Cómo? ⸺dijo Fran estupefacto, y al comprobar que era cierto lanzó los cubiertos sobre el plato con un gesto de rabia.

Ayhijosiesquenotendríasquehaberhechootracosaqueelcocidodetodalavidacómoteponesahacer

cosasrarasbuenoporlanocheestarábienperonoshasdejadosincomidayencimacasitecargaslosplatosque

notienenlaculpadenada...

Voy a prepararos unos huevos ⸺dijo Juan y que encima no se cabreara reconcomió aún más a nuestro protagonista.


Fran de tapadillo fue al frigorífico a certificar del todo el desastre: la mousse tampoco había salido. No habiendo dicho que la había preparado, prefirió tirarla discretamente. Viendo a su hermano servir la comida alternativa sintió un enorme abceso de rabia contra sí mismo. Todo le había salido mal, y ni siquiera sabía por qué. Quizás la mousse era novedad, pero asados y cremas había preparado miles, y siempre bien. Juan adivinando sus pensamientos intentó consolarlo:


Venga, Fran, a mí también se me ha quedado crudo un conejo en el último mes.

Yelasadoseguroqueporlanocheestábienhijonotemartiricestúsimplementenovuelvasausarelinternet

paraesoqueyavesloquepasalapróximavezdejaqueteayudemosnotemetassoloenlacocinaymenosconla

guíadelinternet...


Pero Fran no se daba por vencido. Ya pensaba en cómo buscaría la próxima receta, y prometíó no dejar de ensayar hasta que se pudiera dejar cualquier comida en sus manos. De momento, ya pensaba en cómo seguir haciendo experimentos de mousse por su cuenta.


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