miércoles, 12 de abril de 2023

Madera nueva

 


Francisco Gordal 
entró en aquella
 papelería en busca
 de bolígrafos, 
folios y algo de
material que
 necesitaba
 para unas tareas 
domésticas. Sin
 embargo al entrar 
se quedó
sorprendido y
 embriagado no 
por las ventas del 
establecimiento, sino por un olor singular y agradable. Observó que los expositores y otros
 muebles no tenían la más mínima marca, lo que acabó de confirmar sus impresiones: esa 
papelería había cambiado hacía poco el mobiliario y todavía despedía olor a madera nueva. 
Nuestro protagonista se quedó mirando un stand de libros infantiles. Uno de los dependientes
 del establecimiento se dio cuenta y le inquirió:

¿Busca alguno en especial? Tenemos Teo, El Pollo Pepe...No, gracias, si no es eso. Estaba pensando en muebles y madera...También tenemos. Pero los de temas técnicos hay que pedirlos en el mostrador.

Nuestro protagonista reprimió una risa. Sería absurdo, pensó, explicarle al dependiente a
lo que se refería. Entonces se dirigió a otra estantería llena de material de escritorio. Cogió
bolígrafos, un marcador para subrayar, y grapas, que creía que no tenía en casa y se encaminó
al mostrador para pagar. De nuevo el olor a madera nueva le embriagó. El mismo dependiente
que antes le había hablado le apuntó la cuenta y le comentó:

¿No quiere nada de carpintería al final?Que no, gracias, que no era eso lo que quería decir.La verdad es que nosotros también podríamos haber usado uno de esos manuales. Hemos
 cambiado los muebles hace poco. ¿Sabe?¡Nunca lo hubiera dicho! —comentó Fran.Pues sí, si se fija todavía huelen y tienen aspecto nuevo.Ah, no había caído. Supongo que no soy mu observador —dijo nuestro protagonista y se fue
 de la tienda reprimiendo todavía las risas. Al menos cuando haga obra de carpintería, se dijo,
 ya sabía a quién preguntar. 


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