—Bueno, pues parece
que eso del Black
Friday ya está
plenamente
asumido aquí y es
otra costumbre yanqui que nos comemos —dijo nuestro protagonista con cierta desidia.
—Aquísiempresehanhechocomprasnavideñasdeañonuevoyderebajastodoslosañosqueyonuncahe faltadoperoestodellamarloasíesnuevoynomegustaparecequetengamosqueimitartodoloquehaceesa gentequeyanosmetieronelHalloweenquenosésisabesquecuandoestrenaronETyElliotysusamigoslo celebrabanhabíaqueexplicarlesalosniñosespañolesloqueera...—comenzó a decir Doña Marta
Palacios. —Sí, mamá, lo sé porque me lo has explicado miles de veces. Por lo menos con eso los niños se
divierten pero un día que consiste en comprar por comprar...—comentó Fran. —Ya sabes que esas cosas se hacen porque crean oportunidades. A alguien le viene bien el Black
Friday —intervino Juan. —Seguro. Pero no a nosotros. Ni el Halloween ni el día de acción de gracias...—dijo nuestro
protagonista. —Pues creo que la nevera está dando sus últimos coletazos —comentó Carolina—. Se ha
descongelado casi todo lo que había.La familia se alteró por aquella noticia. De golpe habría que utilizar un montón de comida y
comprar un frigorífico nuevo. Pero también Carolina comentó un detalle que se les había escapado:
—El famoso Black Friday nos viene bien para traer un frigorífico nuevo. Están los
electrodomésticos a mitad de precio. —¡Coño, Fran! Pues mira, tanto que te quejabas y mira la oportunidad que nos tare ese día
—le comentó Juan. —Vescomodetodosepuedensacarcosasbuenasquesehacenporalgoysiemprehayalguienaquienle vienenbienlascosasperoahorayoelfrigolohubierapedidoenlanavidadqueescuandosiempresehanhecho aquílascosas... —Bueno, pues reconozco que nos ha dado una oportunidad buena. Pero mira tú que va a consistir
en comer porque sí y en una compra que no pensábamos hacer.
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