jueves, 24 de octubre de 2024

El trabajo de Juan y los tebeos

 


Juan Gordal parecía tener la moral alta desde que había encontrado aquel trabajo.
Su único temor era perderlo. Nuestro protagonista se daba cuenta y le hablaba de
ello, aunque Juan siempre encontraba motivos para angustiarse.

Bueno, con la Coralia y esto andas mejor que nunca—le dijo.Sí, pero no sé si te has dado cuenta: este fin de semana no 
puedo ir al Rastro y muchas
 veces no puedo ir a comprar tebeos.Pero tienes días libres, antes o después los pillarás.Pero encontré en el Rastro toda la colección de derivados
 del Eternauta y ahora no puedo pillarla allí. Puedo en 
otros sitios, pero más cara.
Bueno, tranquilízate, que tienes ya una colección de tebeos que muchos aficionados
 firmarían. Algunos hasta de los que te has deshecho porque después de leerlos creías que no
aportaban más.Mira, Fran. Yo ahora será por la edad o por lo que sea, pero en las tiendas normales no 
encuentro nada que me guste. Ahora sólo puedo pillar en el Rastro y ya no.Bueno, pues calma, que antes o después te darán un domingo libre.¡Y ese día me gastaré todo! Estoy deseando que llegue. Me llevaré un carrito para pillar más.Anda, céntrate en el curro, que ahora tienes curro y novia, no me dirás que no estás bien.Pues no sé qué decirte sin mis domingos.


Fran se quedó pensativo barajando maneras de aliviar el pesar de su hermano. Por fin se le
ocurrió algo:

¿Y si me dices qué quieres y lo miro yo este domingo?¡Sí, anda! Sólo me faltaba eso, tú ocupando mi lugar y gastando mi dinero.Yo sólo quería ayudarte.Pues vete a hablar con mi jefe y logra que me deje libres los domingos.Eso tendrás que hacerlo tú, que eres mayorcito.Mierda de trabajo, de verdad. A veces querría estar en paro.Pero sin tebeos no te molaría tanto —sentenció nuestro protagonista.
  —Joder, es verdad. Sin trabajo no puedo comprar, y con trabajo tampoco. ¿Qué hago?


No hay comentarios:

Publicar un comentario