Serían las siete de la tarde de aquel sábado. Nuestro héroe estaba viendo Kill Bill Vol.2 cuando Carolina Gordal le hizo un insólito ofrecimiento: -¿Te vienes conmigo, Fran?
Nuestro hombre comenzó a sudar frío ante tal pregunta. Bien conocía esas salidas de su hermana con un montón de mujeres de su edad en las que se emborrachaban y soltaban hasta límites vergonzantes y ponían a parir a sus novios o semejantes aprovechando su ausencia. Mientras élprocuraba hacerse notart lo menos posible y pasar el temporal. Entonces soltó lo primero que le vino a la cabeza:
-Voy a salir por mi cuenta Carol. He quedado con Julian. Tiene que devolverme unos dvds Justo en aquel momento sonó el tono del Equipo A en su móvil y recogió el siguiente mensaje:
Buenas tards Fran. Ya he acabado de ver los dvds de Ranma 1/2 que compramos. La Shampoo stá majísima. Te los dvolvr otro día xq he qdado con Krmncita vale?
Acababan de cortarle la escapatoria. No había otro día para quedar con la insufrible asturiana,no. Tenía que ser aquella tarde cuando le abandonaran con un montón de histéricas en la crisis de los 30 o incluso los 40. Abadía y el Grelos habían ido a sus respectivos pueblos. Y Miren sencillamente había desaparecido. Carolina empezó a llorar y sollozar como sólo ella era capaz:
-Ya veo que prefieres cualquier cosa a ir con tu hermana, que tanto ha sufrido. Es terriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiible.
Gordal comprendió que no tenía escapatoria. Habría que vestirse y acudir a aquella fiesta de resabiadas. Por la calle iba pensando en cómo era posible su mala pata con las mujeres: Xena, la princesa guerrera, la agente Scully de Expediente x, la mamba negra de Kill Bill, la Amidala de la guerra de las galaxias... incluso la Shampoo a la que aludía Julian. En cualquier parte que mirase daban la idea de que el mundo estaba lleno de mujeres interesantas y guapas.
Así debía ser porque como decía Glenn Ford en Gilda (por cierto, otra película de una mujer interesante), "hay más mujeres que cualquier otra cosa en el mundo salvo insectos".
Sin embargo el iba apasar la noche con un montón de Bridgets Jones.
Mientras iba pensando todo aquello habían llegado al Agujero, uno de los garitos con nombre mejor puesto que había conocido Gordal. Cuando llegaron las amigas de Carolina aún no estaban allí y Carol saludó a un freak melenudo. Este freak se presentó como Carlos y le cayó bién a Gordal. Pillaron dos tercios, y Carlos mostró una gran sabiduría de sobre el cine de serie b y tv. Gordal le comentó que le guataría encontrarse con mujeres como las de la ficción que parecían no existir en la realidad. Entonces llegaron las amigas de Carol y Gordal quedó alucinado al ver que una de ellas era igual que su querida Kate de Perdidos
-Chaval -le dijo Carlos. Despues dee todo esas pibas existen
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