sábado, 4 de octubre de 2014

¡Vienen Abadía y el "Nécora"! (2ª parte)

 (Publicado originalmente en La Coctelera el 16 de Enero de 2007)

Quizá pelea no fuese la palabra más adecuada. Ni Abadía ni el Nécora estaban de acuerdo con esto. Por ello mejor llamémosla discusión entre caballeros. Sin embargo, mientras esa discusión tenía lugar, el Nécora se ponía tan colorado como su apodo sugería, mientras a Abadía se le hinchaban las venas del cuello. Parecía a punto de llegar al estado de Tetsuo al final de la película Akira. . La razón de tal discusión era Carmen, uno de los varios cientos de miles de Cármenes que parecían existir, que antaño había sido la novia del Nécora hasta su aventura finesa. No es labor de este narrador juzgar quien tenía razón entre ellos, pero la cita que habían tenido una vez Abadía y la citada Carmen no había sido del agrado del Nécora. El Grelos intentaba mediar entre ellos con toda la mano izquierda que le caracterizaba. Gordal y Mika permanecían al margen mientras el nórdico explicaba como buenamente podía las condiciones de alquiler, vida y estudios en Finlandia, al tiempo que aprendía palabras de brindis en español. Pasado un rato, nuestro héroe también intentó que enterrasen el hacha de guerra. Sin embargo nuestro hombre no había nacido para ser diplomático: -Bueno Abadía, no te lo tomes tan en serio. - Tú no te metas. ¿Crees que puede llamarme la atención por mi comportamiento esta perra? –dijo un indignado Abadía con sus ojos, ya de por sí saltones a punto de salirse de sus órbitas. -Bueno, todos sabemos que el Nécora es una perra traidora, pero... -¡Te vas a ir a insultar a tu puta madre! -Tú también, aunque Abadía sea una llorona tremendista.... En este punto el Grelos intervino: -Déjalo, que lo estás liando. –Y con una dulzura casi femenina sacó a nuestro héroe de allí. Mientras Mika no hacía más que beber y decidió echar un pulso a Gordal. Nuestro protagonista nunca rehusaba un pulso, aunque el nórdico ya había dado pruebas de ser más fuerte de lo que parecía en la calle, siendo capaz de arrastrar en una lucha grecorromana a dos personas, bien es cierto que no muy voluminosas, el Nécora y el Grelos. Como era de esperar, el finés ganó. Y el Grelos tuvo una idea para separar al Nécora y Abadía: -Abadía , ¿por qué no pruebas tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario