(Publicado originalmente en La Coctelera el 28 de Noviembre de 2006)
Carolina llegó del trabajo muy histérica. Amenazaba con abrirse las venas. Para nuestro hombre todos esos sofocos de su hermana eran muy difícilmente comprensibles.
-¿Qué cojones te pasa ahora? –preguntó Fran.
-¡Estoy que me mato!
-Eso ya lo he oído las otras cuatro veces que lo has dicho. ¿Qué cojones te pasa?, repito.
-¡Que todos me odian en el trabajo.
-Antes no tenías trabajo y lloriqueabas sin descanso. Ahora lo tienes y sigues lloriqueando. ¡¿Qué necesitas tú?!¡Qué!¡Qué!¡Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!
-¡Todo lo bueno de la vida no me compensa el sufrimiento!
-Ya me sé eso también.
-Pues ayúdame a compensar mi sufrimiento.
A la manera de maestro Jedi, nuestro protagonista intentó buscar momentos de disfrute para aquella Britget Jones en perpetua crisis. Debía convencerla de que la vida merece la pena.
-A ver si eres capaz de convencerme. Dame una razón para levantarme mañana.
-No una. te voy a dar diez.
-Pues empieza.
-Bien. 10 momentos de goce casi místico:
1. El gol de vieri. Nadie que lo viese podrá olvidarlo
2.Una buena caña con una ración de jamón serrano. Se siente a medida que la tomas como todo lo malo desaparece.
3.Una pinta de Guinness bién tirada. Con trébol dibujado en la espuma y todo.
4.Un buen duelo cinematográfico, como en La muerte tenía un precio.
5.Viajes. ¿Has olvidado cuando estuvimos en Túnez y decías que era lo más maravilloso que había? ¡Y porque no viniste conmigo a Londres! ¡Es una ciudad increíble!
6.Acabar una buena colección de tebeos. Aunque a la vez se siente un vacío cuando no te quedan más Asterix o Blueberrys o Cortos maltes por pillar.
7.Encontrar dvds y material de series que añorabas. ¡Cómo odié y odio a Mª Teresa Campos por su estúpida cruzada contra las series manga! Pero hoy esa mala puta menopáusica me toca las pelotas.
8.Un buen combate de boxeo. O bajo cualquier forma, que dostíos fuertes se partan la crisma.
9.Una gran historia épica como en Star Wars. A un viaje iniciático, ¿quién se resiste?
10.El pressing catch, con combates como el del enterrador contra el gran Khali, con la premisa de que sólo acababa con uno de los dos contendientes en el suelo sin poder levantarse. Cuando el Enterrador ganó, tendrías que ver la ovación que le dieron mientras hacía su celebración clásica. Aunque yo no entiendo lo de la lengua.
-Pero todo eso sólo te mola a tí ¿A quién coño le importa el Pressing catch? ¡Estoy que me mato!
-¡No me jodas! ¡En Túnez estabas tú!¡Y encima tú follas, cosa que yo no!
-Por favor, invítame a una caña.
-Está bien
Y carolina sonrió feliz de lograr su objetivo.
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