lunes, 22 de mayo de 2017

Los ñoquis

-Hijosnonosdatiempoahaceresaspatatasmirad
quéhoraesyahetraídopurédesobre... -dijo Doña Marta Palacios a su llegada aquel día.
-Mamá, ya está medio hecho -dijo nuestro protagonista.
-Yonopuedoesperarestodesdeluegohayque
hacerloyaesmuytardeyhayquecomercontodoloqueme
esperaestatardetengoquecomeryaporque
quieroecharmelasista...
-Está bien. Pues ahí se quedarán.
-Dejádmelas a mí -dijo Juan. Tengo una idea para la cena.

Así, mientras Doña Marta y Fran dormían la siesta, Juan se encerró en la cocina. Machacó las patatas asegurándose de que el puré fuese espeso e hizo una masa de harina y huevo.

-Parece que vas a hacer unas patatas a la importancia -dijo Fran al levantarse.
-No, he visto otra cosa mejor. ¡Unos ñoquis!

Fran se sorprendió al oír aquello.

-¿Pero sabes cómo se hacen?
-Sí, lo vi en un programa de la tele.
-Espero que te enterases bien, porque le estás echando una de tiempo...
-Bueno, lo que hay que echarle.

Antes de irse los dejó cocidos, y con una salsa preparada para echarle encima cuando volviese.

-Bueno, vamos a dar una vuelta y luego acabaremos.
-¿Todavía no están?
-Necesito queeso y albahaca para hacerlos.

Cuando al acabar su paseo vieron una tienda doonde comprar esos pequeños detalles fuinales Fran encontró una bolsa de ñoquis ya hechos:

-Mira, ¿valía la pena tanto trabajo cuando los tienes hechos aquí?
-Espero que sí.

Cuando por la noche la familia se sentó a la mesa, Fran dio su opinión:

-Bueno, el exterior sabe a masa, pero por dentro se queedan como una pelota de masa sin nada -dijo Fran.
-Ayhijoslaverdadesqueestánbuenosperoconlobien
quesalelapastadetodalavidavaisyosmetéisencosas
comoéstaquenecesidadahaydeellohoytodavíaporque
algohabíaquehacerconlaspatatasperootravez
dadmepastadelaotra...
-Bueno, he disfrutado haciéndolas -dijo Juan-pero es mucho trabajo.
-Pero bueno, hemos descubiierto otra cosa que se puede hacer con las patatas.
-Sí, eso será lo mejor.

Cojo pero vital.

-Vamos, Diez, corre -dijo Fran en el Retiro después de haber conseguido volver a llevarle tras mucho tiempo.
.
El perro buscó la sombra ni siquiera de un árbol, de un banco y se echó debajo.

-Me saca de quicio, es el perro más soso que he visto. ¡Coño, que no corra por las pelotas mal está pero lo acepto, pero que aquí rodeado de perretes no se le ocurra más que esto...!
-Y no es tan mayor -intervino Juan-, que Trece siendo mucho más grande y viviendo en teoría menos solo dejó de correr sus dos últimos años.

Por fin una bonita perra labradora dorada se acercó, y Diez al menos correteó un rato a su alrededor, solo para perder el interés pasado un minuto y volver al banco.

-¡Coño parece cojo! -dijo Juan.
-Pues no, mira.

Un perro con tres patas pasó al lado de los hermanos. Estos ignoraron cómo había perdido su pata posterior izquierda, pero con sus miembros restantes daba saltos, volteretas... Se acercó a Diez. Este rozó su hocico con él y se volvió a echar.

-¡Qué envidia de un perro qu se comporta como tal! -dijeron los hermanos a la chica que lo llevaba.
-Le pilló la pata de pequeño un coche, pero el veterinario nos dijo que podía hacer vida normal. Y parece que sí.
-A ver si nosotros vamos a tener que dejar cojo al nuestr para que se anime...

¿Cómo puede ser ya abulela?

-Pero fíjate, en ambas ponían una mujer atormentada y disciplinada como protagonista. Buscan otra Ripley
-Sí, y en la última de ellas la protagonista resuelve varias situaciones al más puro estilo de la Teniente
-Pero no era ella. Esa era mucho menos resuelta y daba una impresión más fragil. No puede existir una como Ripley. Solo se me ocurre una actriz que haya creado una heroína de acción semejante y también está ahora viejuna.
-Lucy Lawless con Xena la princesa guerrera ¿verdad?
-Sí. Indudablemente me hago mayor si mis ideales de heroínas femeninas son ahora abuelas.
-Bueno, también la primera de Alien era anterior a tu nacimiento.

Mensajes ajenos y vergüenza propia.

-¡Otra vez ! -djo nuestro protagonista cuando le llegó aquel mensaje.
-¿Otra vez qué? Preguntó Juan.
-Pues otra vez que me llamn los alumnos de mamá, o mejor las alumnas, casi todas son niñas preguntando por sus notas. ¡Vuestra manía de no querer móvil y dar el mío!
Juan soltó una risotada y observó el mensaje, un mensaje de Whatsapp que solo podía haber escrito una niña de 15 años:

Hola, seño Por favor dígame mi nota porque estudié mucho y lo estoy pasando muy mal. Llevo unos días qu no como ni duermo, y mi madre está muy nerviosa esperándolas. Porfa, no me haga esperar más”

Un emoticono de nervios cerraba este párrafo.

-Bueno, todos hemos pasado por eso.
-Una mierda, yo no llamé a mis profesores nunca, y si lo hacía hablaba con ellos, no con otrra persona. ¡Que hace muy mal efecto que un hombre de 3o y tantos años tenga el móvil lleno de mensajes de menores de edad!
-Bueno, nadie va a espiarte el móvil.
-Faltaría más. Tengo todo lleno de perfiles de quinceañeras tipo manga.
-A muchos eso les haría ilusión. De verdad no entiendo de que te quejas.



Entonces el móvil volvió a sonar. Fran, resignado, cogió otra vez el móvil:

-Buenas -dijo unma voz de hombre-. Preguntaba por Doña Marta Palacios Cruz.
-Es mi madre ¿de parte de quién?
-Bueno, soy el ginecólogo que y tengo los datos de su revisión, pero si no le importa los hablaré con ella ¿vale?
-De acuerdo. Le diré que le llame.

Fran colgó el móvil y explicó a su hermano quién era y el mensaje.

-Vale, y empiezo a entender por qué no te gusta eso.
-Pues aver si entráis de una vez en el siglo XXI que por tu parte también me llaman editores, de bibliotecas cuando te retrasas y demás bichería.

Los que se quedan del Calderón

-La verdad es que cuesta asumir que ya no volveremos aquí -dijo nuestro protagonista en aquel paseo cerca del Calderón con su hermano.
-Y esto no será lo mismo sin el campo.

Parecía una tontería, pero aunque se supiera que había un campo mejor, más moderno y teóricamente con capacidad para generar muchísimos ingresos para el club, dejar el escenario de tantas tardes de alegría era triste.

-Mamá dice que le gusta la curva que hay encima de la M-30 -explicó Fran-, y que eso le parece una maravilla de la ingeniería. Paradójicamente es una de las razones del cierre y el traslado, buscar una forma de incrementar su capacidad.
-Eso todavía, pero lo que no es de recibo es que el chino ese ponga el nombre de su compañía al nuevo estadio.
-¡Con lo bien que hubiese quedado llamarlo sólo el Nuevo Metropolitano! -dijo Fran observando por última vez la casa de su equipo durante años.
-Dudo que llegues a querer igual un campo con nombre de marca comercial.
-En fin, hay que arrostrar lo nuevo. No deja de ser fútbol
-No nos da de comer.

Y al oirles esta manida frase, un hombre detrás de los dos hermanos intervino:

-¡Como le envidio que pueda decir eso! Mire, yo tnía uno de los bares que rodeaban el campo. Nos traía muchísima gente. ¿Qué será ahora de nuestro negocio?

Los dos hermanos se asombraron al ver a este hombre preocupado por su familia. Ese señor sí que tendría motivos para echar el campo de menos.

-Bueno, al menos iremos allí y le pediremos la última cerveza.
-Gracias al menos sacaremos lo que podamos estos días.


Te echaremos, de Menos, hogar. Dobletes, títulos, tardes de gloria y algún disgusto también. Que el jugador más aguerrido y corajudo que jamás pisó un terreno de juego, que jugó aquí para nosotro, que entrenó aquí para nosotros y que en ambos casos ganó cosas importantes guíee nuestros pasos en el nuevo campo.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Los increíbles.

-Pues para mí esta es la mejor de superhéroes que se ha hecho apartándose un poco de los personajes y estereotipos que todos tenemos en la cabeza -dijo Fran.
-A mí que no me suelen gustar las de dibujos me parecío muy entretenida. Y ver en la tele a los superhéroes comportándose como una familia media mericana es muy gracioso -dijo Doña Marta-. Pero el pobre padre con se jefecillo...
-Es que eso es lo mejor de esto, creo yo -opinó Juan-. Que retratan muy bien que al hombre este intentando llevar una vida normal se le ve como encerrado.

Los Increíbles eran una de las mejores obras de la Pixar. Retratar familias especiales es un conocido recurso audiovisual americano, pero la familia de superhéroes que por causas ajenas a ellos, basadas principalmente en la envidia e incomprensión de la sociedad que les rodea deben adoptar un tren d vida ordinario era muy divertida y uno llegaba a mpatizar con los prtagonistas.

-Lo mejor de todo -decía Doña Marta-, es que son gente normal con sus inquietudes por la que te interesas.
-Y que se les ve que están desperdiciando sus poderes intentando hacer lo que creen que ayuda más a los demás. Uno casi agradece cuando viene el supervillano Síndrome y pueden volver a actuar como superhéroes.
-Sí, una de las mejores de la Pixar -dij Doña Marta-. Son tan buenos como pudiera serlo Walt Disney.
-Yo espero que estos al menos no colaboren con ningún Mc Carthy -dijo Fran

Ficha de la película, aquí.

Supervivientes urbanos.

Acababan de comer nuestro protagonista y su hermano Juan y tocaba sacar a Diez en su paseo. Justo antes de salir por la tele estaban dando un reportaje sobre la destrucción de hábitats por el hombre y cómo muchos animales estaban desapareciendo. Sin embargo otros, como los macacos que inundaban gran parte de las ciudades de la India Moderna parecían saber adaptarse.

-Pues yo de todas maneras estoy preocupado porque cada vez haya menos espacio de naturaleza -dijo Fran.
-Bueno, nosotros en la ciudad no lo vemos, pero es casi imposible encontrarse un árbol salvaje o fuera de los parques de los humanos.
-Aun así me parece curioso (aunque no deseable) ver cómo esos bichos s adaptan y algunos hasta sacan partido.
-Pero son muy pocos, Fran. Yo digan lo que digan no me imagino que aquí en Madrid haya ningún animal salvaje que sobreviva.
-Hombre, muchas veces hemos visto en los parques a los insectos pelear, las hormigas cazando...
-Sí, pero ¿qué animal más grande que ellos sobrevive aquí?

En ese momento Juan se llevó un sobresalto porque un gorrión, una hembra pasó en vuelo bajo justo por delante de sus narices y se posó en los huecos que dejaban entre sí los ladrillos de una ventana tapiada. Como en los mejores documentales de la naturaleza, tres polluelos salieron a pedir y fueron cebados por su madre.

-Joder, pues algunos sí que sacan partido a la ciudad, sí -dijo nuestro protagonista.
-Yo de hecho nunca había visto fuera de la tele el momento de la madre alimentando a los polluelos.
-Pues bueno, es curioso. Pero eso en modo alguno cambia que deban cuidarse los bosques y selvas.
-Desde luego.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Todo por Doña Marta,

-¡Coño, pero hazlo empanado! -dijo Juan Gordal a nuestro protagonista cuando este preparaba el hígado de la comida.
-A mí me gusta como lo estoy preparando yo -dijo Fran.
-Pero mamá sabes que sólo la come empanado.
-Pues a ella se lo haré empanado. Pero yo lo como así.
-Bueno, al menos hazle picatostes para el puré.

Aquel día habían cambiado ambos hermanos sus papeles. Juan compraba y ponía la mesa y nuestro protagonista cocinaba. Pero Juan no dejaba su puesto tan fácilmente:

-Se te va a quemar el aceite.
-Juan, no jodas, yo estoy con esto.
-Pero es que no tienes ni idea y además no piensas. ¿no ves que si cortas el pan sobre la sartén se te va a llenar de migas y se te van a quemar?
-¡Pon la mesa, cuando tú estas aquí yo no te digo cómo lo tienes que hacer!

Cuando nuestro héroe llevó a la mesa las fuentes con el puré y el hígado Juan dijo una de sus frases más características:

-¡Ay, es que dan ganas de llorar! ¿Pero quién te ha dicho que hagas ese refrito de Avecrem y ajos? Piensa un poco.
-¡Qué pesado eres! ¿;Me he metido yo en...? -aquí nuestro protagonista se interrumpió y obsrvó la bra de su hermano-. ¿Pero qué mesa has puesto? ¿Poner un manojo de cucharas y tenedores sin cuchillos y a la buena de Dios es una mesa? Eso lo podría haber hecho un macaco de laboratorio y al menos nos reíamos

Ambos hermanos estuvieron riñendo hasta que llegó Doña Marta:

-Holahijosyahevenidohoyhetenidoclasesóloconloscurssbuenosyhanaprendidomuchoconesosdagusto
serprofesoraperomehacostadotraerelpan...
-Hola, mamá -dijeron ambos hermanos sonriendo
-Tienes un hígado que para ti es empanado -dijo Fran.
-Y Fran te ha hecho picatostes -añadió Juan.
-Ayhijosquebienperoyonosédedondehabéissacadohígadohoyperoestábuenísimomeencantaperonoloesperabaenabsolutoydedóndelohastraído...
Juan y Fran se sintuieron reconfortados viendo a su madre contenta. Tanto que incluso Fran hizo un puntualización:

-Lo de los picatostes ha sido idea de Juan.
-Pero tú los has hecho.
-Juan, que no soy un crío n me trates como tal
-No es por tratarte cmo un crío es que.
-Ayhijosaversiahoravaisacomportaroscomomisalumnosmalosyosvaisapelearydarmehoyloqueellos
nomehandado...
-Bueno mamá, si a tí te gusta estamos satuisfechos.

Insectos y ciencia ficción.

-Pues sí, Fran -dijo Juan Gordal-, parece que en la nueva película de Alien quieren ponerles de diversos tipos.
-Vaya, van a desarrollar la idea de que son como insectos sociales con su reina y sus clases sociales.
-Bueno, parece por lo que he oído que son diferentes tipos dependiendo dw la especie que el embrión parasite para crecer.
-La ciencia ficción se ha fijado mucho siempre en los insectos sociales para sus creaciones.

Juan Gordal se quedó un momento parado valorando la afirmación de su hermano, pero al cabo de un rato cayó en la cuenta de que, en efecto, las sociedades de insectos han despertado muchas veces la curiosidad de científicos y lectores, empezando por la novela de El Juego de Ender.

-Yo pienso ahora en los hombres insecto de Star Wars epsodio II -dijo Juan.
-Y en Star Trek también los Borg son medio insectoides, y siempre dicen que se conocen dos clases la Reina y los Zánganos, pero se sospecha que existen muchos más.
-Eso es el recurso para cuando trengan mucha pasta y hagan una peli en el planeta de origen de los Borg.
-También aparecían hombres insecto en Valeran, agente espacio temporal...
-Y la más obvia, una peli de ciencia ficción pero sin extraterrestres -dijo Juan-. ¿Haas visto La humanidad en peligro?
-Sí, la de las hormgas gigantes.
-La verdad es que acojona después de todo esto pensar en lo que harían las hormigas y las abejas sin crecieran o fuesen inteligentes.
-Mejor que sigan fabricando miel.