viernes, 29 de enero de 2021

El asunto de la bici.

 

 

Pues no creía yo que
 en tiempos pandémicos
 esto siguiera adelante 
—dijo Fran observando la 
Bicicrítica, el recorrido
 ciclista que el último 
jueves de cada mes 
reivindicaba mejoras 
en la ciudad para los
 ciclistas.
Claro, tú como ya
 no vas en bici...
—le contestó Juan—. Deberías venderla si no la vas a usar.Juan, te lo he explicado muchas veces. Pienso volver a sacarla, pero es que...No me vengas con hostias, Fran, ya no la sacas.

 Esta discusión la había tenido Fran en los últimos tiempos con varias personas. Era
 cierto que llevaba bastante tiempo son montar su bicicleta, pero todo tenía una 
explicación: al ponerse gordo el pantalón de ciclista que tenía se le había quedado pequeño.
 Como llevaba tiempo intentando adelgazar, en cuanto lo consiguiera volvería a montarla, 
pero eso parecía que no convencía a sus interlocutores.Y al ritmo que vas, ¿en cuanto tiempo crees que sucederá eso? ¿En tres años?
 —insistía Juan.Bueno, que tú entrenas conmigo ¿eh? Tendremos que adelgazar en serio.O eso o vender tu bici.Eso ni hablar, ya te lo he dicho.

 Ambos hermanos seguían discutiendo el particular cunado en un cruce ya cercano al hogar
 encontraron a Marcelo, el hombre seguramente más informado de todo el barrio.¿Pero qué hacéis vosotros aquí? Últimamente casi no salimos y claro, nos vemos menos
 —dijo a los dos hermanos.

Nada, estábamos hablando de laBicicrítica.¿Y tú ya no sacas tu bici, Fran? —preguntó Marcelo.¡Coño, otro igual! Os digo que en cuanto me entren la pienso sacar.Tú lo que tienes que hacer es coger una bici más fuerte que tengo yo —dijo Marcelo.Mira tú. ¿a ver si va a ser que queréis todos darme vuestras bicis viejas?No, Fran, yo quiero que te deshagas de ella —repitió Juan.Mira, Marcelo, creo que sé lo que vamos a hacer: le vas a dar tu bici a Juan y
tan contentos todos. 
 

¡Que nos come la ropa sucia!

 


Puesyaveremos

dondetiendestodoestoyo

hepuestootralavadoraytengolacuerayel

tendederollenono

hayformadeponerloyonoséporqueno
mehacescasocuandotedigolascosas
luegonosesecanadaoseseca
malypillahongos...—decía
 Marta Palacios al 
ver a nuestro protagonista 
preparando otra 
lavadora para poner.Es necesario, mamá, si no 
ya ves que se va acumulando 
y no tenemos ropa.
 Una serie de compromisos de nuestro 
protagonista había hecho que no se p
reocupase de esta tarea de tener su ropa a punto en los últimos días. Al final Doña Marta 
había tomado las riendas el día anterior y había puesto una lavadora. Pero tanto tiempo 
sin ocuparse de aquello había dejado kilos de ropa pendiente en el cajón de las prendas 
sucias. Fran ahora intentaba ponerse al día.Yatetuvequereprimirdeponerdoslavadorasporquelamáquinatienequedescansarytúestabasconla
ideadeponertealdíadeunsologolpeysinollegoaestaralloromerompeslavadorayahoranosédonde
piensasponerlo... —continuaba Doña Marta.Pues algo tendré que inventarme, porque no puede dejarse esto así.

 Nuestro protagonista pasó la tarde en una febril actividad intentando recomponer un viejo
 tendedero con una pata rota y habilitando los respaldos de tras sillas para extender a
 secar la ropa. Cuando la lavadora hubo terminado dedicó un frenético cuarto de hora a 
acomodar la ropa donde podía, a mirar si la ropa que tenía tendida Doña Marta iba camino 
de secar, y a pensar en qué haría si al día siguiente no tenía unos calzones y unos 
calcetines en condiciones.Aquí tengo ya para dos días, espero que entonces la ropa se seque.Amínometoquesnadaquedemiscosasmeocupoyohabráquevercuantotiempomellevaguardarestoque
yovoyaordenarestoahoraquenotienestúnadaquedarmeaversinosquedamostranquilosdespuésdeque
hayasentradoadestruirloqueyohago...—peroraba Doña Marta.Habrá que volver a ponerse a ello, no puede volver a acumularse todo este montón de ropa
—sentenció nuestro protagonista.Aynohijotravezestonoyomeocupoynovoyadejarquetemetasquemequeréisanularyonomepongootra
vezconlomismoqueconvosotrosaquínoseparanoseyodedondesacáislasenergíasyencimameexigíssin
hacermecaso...No empieces mamá, sabes que esto no puede volver a ocurrir—respondió nuestro protagonista.

A punto de enzarzarse Fran y su progenitora en la discusión, Juan Gordal entró por la
 puerta. Dijo precisamente lo más oportuno en aquel momento:¿Habrá gallumbos para mañana?¡Joder, el que faltaba!—exclamó nuestro héroe.

miércoles, 27 de enero de 2021

Apocalypto.

 

 

Es increíble, es de verdad otro mundo ―dijo nuestro
protagonista mientras disfrutaba de Apocalypto.
Es un relato de aventuras muy bueno. Y transmite
 muy bien el concepto de que el protagonista solo
con su conocimiento planta cara a gente mucho 
más poderosa.

 Apocalypto era un curiosísimo experimento del gran 
actor y director Mel Gibson: una clásica historia 
de acción y guerras en la América Central del 
momento inmediatamente anterior a la llegada de los 
españoles. El protagonista es el joven heredero del jefe de una
 tribu selvática que un día es atacada por los enviados del imperio maya en busca 
de víctimas para sus sacrificios. Su aldea es destruida, y 
Garra de Jaguar, que así se llama el personaje principal hecho prisionero. Sin embargo, de camino 
a su sacrificio va teniendo conocimiento de varias profecías de la próxima caída del Imperio Maya, 
y viendo cómo su propio recorrido parece mezclarse con ellas. Al final escapa del sacrificio al que 
parecía destinado y vuelve a reunirse con su familia a lo largo de una huida donde solo con su 
conocimiento del terreno y la tierra es capaz de plantar cara a una partida de guerreros que quieren 
acabar con él.El asunto es que esa tierra y esa selva son suyas y se maneja en ellas como nadie ―dijo Fran―.
 Y Mel Gibson lo hace muy bien para que uno simpatice con el indio.Y lo de ponerlos hablando en lengua maya contribuye mucho a que uno se sienta en el ambiente 
de la historia.Acababa de rodar La Pasión de Cristo. Descubrió n filón con eso de las películas en lenguas
 muertas, aunque ha tenido el buen gusto de no abusar de la fórmula.El final también está muy logrado, porque si lo piensas lo largo de toda la película se intuye,
 pero cuando pasa te sorprende.Y el mensaje: “ninguna civilización es conquistada hasta que no se destruye desde dentro”.
 ¿Crees que Gibson avisaba de algo?De Gibson en otros terrenos prefiero no hablar. Me quedo con que cuando quiere es un 
gran cineasta.Si es posible separa una cosa de la otra. 


Ficha de la película, aquí.

lunes, 25 de enero de 2021

La pinta sucumbe a la gilipollez

 

 


Bueno, Fran, pues hoy que hemos venido por aquí y que hay tiempo, ¿Quieres de una vez una pinta de Guinness?

 —Hombre, ya era hora. Que desde antes de las navidades llevábamos con ello y que no lo hacíamos.


 En efecto, Fran se había pasado fácilmente el último mes y medio proponiendo a su hermano consumir una medida de la célebre cerveza irlandesa, ya que aunque ahora intentaban beber el jugo de la cebada sin alcohol para adelgazar, las navidades eran una época de excesos donde parecía justificado volver a disfrutar de ese placer.


 —Es que eso es de lo que no debe desaparecer ni cambiar jamás —dijo Juan mientras observaba un curioso anuncio en la puerta del local donde ambos hermanos se disponían a tomarla.

 —Yo también lo creo, espero que esto no signifique lo que creo que significa —añadió nuestro héroe observando el anuncio donde se advertía que se podían hacer dibujos en la espuma.

 —Tranquilízate, Fran, la Guinness siempre se ha servido con un trébol dibujado en la espuma.

 —Pero esto dice que te la personalizan.

 —Hombre, será si algún tontolo quiere, pasa y pide.


 De modo que los dos hermanos ganaron el interior del local, y se sentaron en una mesa. Fran oteaba aún en las televisiones del establecimiento los resultados de fútbol, cuando vino su hermano con las dos pintas: una tenía dibujado un logotipo de la Guinnes y la otra una especie de tapete. Según habían oído lo hacía una impresora con tinta comestible, echa del extracto de la malta, un ingrediente muy cervecero. El sabor no cambiaba, pero nuestro protagonista montó en cólera:


 —¿Pero qué pijada es esta? —gritó.

 —Joder, me parece una tontería inadmisible. Me dan ganas de levantarme y largarme.

 —No, eso no, nos la tomaremos, pero para esto mejor pillar cualquier gilipollez en un bar de diseño.

 —Esto yo lo esperaba de alguna cervecera yanqui, pero de la Guinness.

 —Ya no se respeta nada. Nos comen los gilipollas.

 —Al final no existe valor cultural. La empresas privadas quieren vender y punto.

 —Pues tendrán que dejar de vender. Yo no volvería a pillar una Guinness hasta que recapaciten.



miércoles, 20 de enero de 2021

Nieve negra.


 -Joder, ya da hasta grima la puñetera nieve -comentó nuestro protagonista.

 -Y la basura acumulada, Fran -contestó
 Juan Gordal.
 Hacía una semana que la ciudad donde
 vivía nuestro protagonista había
 recibido la mayor nevada que se 
recordaba en casi un siglo. El primer día fue hasta divertido. La gente de aquella
 urbe, una población que no acostumbraba a recibir nieve en demasiadas ocasiones,
 la recibió con sorpresa, y algunos aprovecharon para practicar aficiones que no
 eran habituales en aquellas calles: construir muñecos de nieve, deslizarse, 
incluso algunos esquiaron por las avenidas principales de  la ciudad. Pero no
 todo fueron alegrías, ni mucho menos: los vehículos quedaron inmovilizados, 
mucha gente no pudo acudir a sus trabajos... Al principio estos efectos quedaron
 un poco diluidos porque la caída de la nieve se produjo al final de un periodo 
vacacional y en un día no laborable. Pero camino de las dos semanas después la 
vida normal de la ciudad seguía sin retomarse del todo.
 -Por lo menos los niños parece que siguen disfrutando -dijo Juan Gordal.
 -Pues llego yo a ser el padre de uno de ellos y no te creas que me haría mucha gracia.
 Estos restos de nieve ya no son ni blancos. Están llenos de hollín.
 -Pues ya ves, dicen los responsables que nos apañemos como podamos.
 -Ahora esperan que la lluvia derrita estos montones de nieve.
 -A merced de la meteorología estamos.
-No, yo del tiempo no me quejo, pero los de la nieve negra me da un asco supino.
- Y la basura desparramada.
-La verdad, acojona pensar lo que puede pasar en esta ciudad si de golpe esto se ha 
puesto así por una nevada.
-Ni lo nombres que en estos últimos tiempos está pasando todo lo imaginable. 


viernes, 8 de enero de 2021

Cambios de paradigma.

 

 Nuestro protagonista estaba disfrutando aquella tarde noche de Los siete magníficos, un buen western de los 60, que se movía en el estrecho límite entre el homenaje y el plagio a Los siete samurais de Kurosawa. Antes del giro final, Fran observó la escena donde el personaje que interpreta Charles Bronson reconvenía a un chiquillo del pueblo por hablar de sus padres como cobardes. El personaje de Bronson le explicaba de una forma un tanto ruda que levantarse cada día y trabajar como hacían sus padres requería mucho más valor que matar forajidos. Pero Fran notó el paso del tiempo en esa escena:


 ⸺Joder, Bronson. Le pega seis azotes a ese niño, que además era su mejor amigo en el pueblo al que ayuda.

 ⸺Bueno, hay que tener en cuenta que es de los 60 y retratando la época del oeste americano ⸺le dijo Juan a nuestro protagonista.

 ⸺Sí, yo eso lo entiendo. Y Bronson al final de la película es un tío noble, pero hoy eso se hubiera hecho de otro modo sin duda.




 Doña Marta Palacios que observaba desde el dintel de la puerta replicó:


 ⸺HijonosésiteacuerdasdeElHombreTranquiloquetantotegustaqueponenunasdiscusionesentreJohn

WayneyMaurenO´haraenlasqueWsaynelaarrastrarompecosaslagarra...YelotrodíaponíanHistoriasde

PhiladelphiadondesiendounacomediaalprincipioempezabaconqueaKatharineHepburnlatirabandeun

empujónalaspuertasdesucasa...






 ⸺Y son todas películas buenas, pero sí se nota el paso del tiempo.


 Juan, pensando en los comics, lo que mejor conocía él le recordaba cómo aparecían las mujeres en las historieta Bruguera:


 ⸺Mira la madre de Zipi y Zape, hogareña y sin curvas. Y Vázquez, que al empezar Las hermanas Gilda hacía chistes sobre novios y amoríos fue reconvenido por la censura y tuvo que ponerlas yendo al campo o haciendo cosas de vida cotidiana.

  ⸺Sí, y también es sabido lo de las pocas mujeres que salen en los tebeos de Tintín, que era porque en Bélgica también existía la censura. Y Hergé decidió no poner mujeres para no chocar más con ella    ⸺respondió Fran ⸺.Vaya paradigma el de entonces, que peguen a mujeres y niños se puede ver, pero no se admite ni la más leve curva.

 Pues mírate esta historieta, Fran, la primera de la Familia Ulises.


 Juan le pasó la página a su hermano, y este observó un chiste del TBO, consistente en que la célebre familia era engañada por unos campesinos sin escrúpulos que les servían como si fuera un conejo su propio perro. Además aparecía de manera bastante explícita el proceso por el que pasaba la mascota de la familia. Cuando Fran se repuso un poco, Juan le comentó:





 ⸺Ya ves, eso era humor en esta época.

 ⸺Pero hay aklgo mucho más terrible ⸺dijo Fran aún reponiéndose de la impresión.

 ⸺¿Más horrible que este humor?

 ⸺Si este humor se hacía es porque esto debía ser relativamente común, Juan.


 Juan se estremeció, pensó y al cabo de unos tres minutos respondió:


 ⸺Vale, tienes razón., Suerte que ese tiempo ha pasado.


miércoles, 6 de enero de 2021

Los mejores Reyes posibles.

 


Un año más llegó la hora de abrir los regalos de los Reyes Magos. Aun en tiempos de pandemia el punto final de las navidades era uno de los momentos más mágicos del año. Aquel año, sin embargo, se había dedicado más que a caprichos a cubrir necesidades. Como las camisetas de color liso que había recibido Juan:


Bueno, a ver si se pueden cambiar, porque tanto insistir en que quiero ropas sin dibujitos ni estridencias y llegan de los colores más chillones posibles...

La madre que te parió, Juan, ni los reyes aciertan ya contigo —respondió nuestro protagonista

PuesyosoylamadrequeloparióymisReyeshanacertadomuchísimoporqueyonecesitabauncamisón

paracasaaunquelobuenoseríaquenosquitaranyaestapandemiaypudiéramosreunirnosqueaunqueno

hemosdejadodehablarnoshansidounasnavidadesraras...—contestaba Doña Marta.

Mamá, igual hoy o mañana vienen Carol y Alvarito, que tenemos cosas para ellos. Yo iré a la óptica a por mis lentillas y gafas para verlos bien. Con algo del dinero que me han dejado en el zapato ya me compraré tebeos o libros. Pero espero que este año lo que de verdad nos traigan los reyes sea un trabajo.

Eso es lo fundamental, Fran. Pero eres tú el que solías decir que lo importante de las navidades es coger fuerzas para todo el año —intervino Juan.

Y las hemos cogido. Hemos tomado energía, hemos resuelto nuestras necesidades y sabemos lo que queremos. Casi dan ganas de escribir una carta a los Reyes para el curro.

Peronooshabéisdadocuentadeloprincipalqueoshandejadomepareceincreíbleesteañotenéisun

regalomaravillosodelosReyesquenosoiscapacesdeverparecementirayeselqueyomásdeseabayherezado

enlasmisasdetodaslasNavidades...

¿El más importante? —preguntaron casi a coro Juan y Fran Gordal.

¿Habría algo en las casas de los allegados de los Gordal Palacios que no supieran? Desde luego estaban agradecidos por los presentes recibidos pero no caían en ninguno que destacara por encima del resto:


¿Es aquí o en casa de otros, mamá? —preguntó Fran.

Esencasadetodosayhijoquécortoyquématerialistaeresnotedascuentaylotienesdelantepiensaalgo

muyimportantequenotodoshantenidoestasNavidadesalgoquegustateneryqueseechabaenfaltayseha

pedidoenlasmisasdondeibaytodo...

¿En las misas?¿Algo de los curas?


Doña Marta contestó entre sorprendida e iracunda:


Lasaludhijoquesiempresedespreciaypareceqeestágarantizadanotedascuentadequeseguimosbien

cuandoyaseanuncianvacunasytodoyquieraDiosqueseaasíhastaqueacabeesteepisodioperodemomento

saeguimossincontagio...


Juan y Fran cayeron entonces. En efecto era todo un regalo no haberse visto afectados en ningún momento pòr el virus que desde casi hacía un año los afligía. Y como ellos La Tía Maria Cristina, el primo Mario, todos los amigos de la familia... Sí, en efecto los mejores regalos de los Reyes no siempre sonb materiales. Y aquel año había mucho que agradecerles.