sábado, 27 de enero de 2024

Correos acumulados

 

 

Bueno, pues aquí lo
 tenéis, Cuidado 
cuando enganchéis
 calefacciones o 
cosas similares 
que eso
 consume mucho
 —dijo el electricista
 al acabar de arreglar aquel enchufe.Aymenosmalquehavenidoayernoqueríaniducharmeperomishijosmeinsistieronquepodíaahoratodo
loveomejoryseguroqueyanosevaqueamímedabapavorcadavezquesesaltabanlosplomosmenosmal
quehavenidoustedrápido...—peroraba Doña Marta Palacios.

Nuestro protagonista, al contrario que su progenitora tenía claro que nada tenía que ver la ducha con
que aquel enchufe hiciera saltar los plomos, pero también tenía ganas de volver a su vida normal.
Aunque los dos día que habían estado sin luz se los había tomado con filosofía como un oportuno
descanso de mirar el ordenador y atender más a los libros, el fútbol o lo que se terciara. Pensó si debía
esperar al día siguiente o mirar de inmediato cómo habían ido las cosas en el mundo. Bueno, otra
noche de desconexión le dejaría aún más limpia la mente. Avanzó en el libro que estaba leyendo y
pensó en varios cómics. Cenó sin mirar más que su móvil y durmió a gusto. Por fin llegó el
momento de hacer las cosas que él habitualmente hacía con el ordenador. El correo personal de
nuestro protagonista hervía de spam entre el cuál se colaba alguna comunicación con el primo Mario.
Bueno, este fue rápido, pero ahora tocaba mirar el mail profesional. Y allí llegó el apocalipsis:
avisos de trabajo, ofertas entre las cuáles había alguna que suponía mejora y muchas que
sencillamente no sabía cómo el algoritmo de la página había interpretado que a él le interesaban,
nóminas... Con mucha paciencia se puso a actualizar su correo profesional. Doña Marta Palacios
le preguntó:

Cómovasconesoquedecíasquesetehabíaacumuladodevariosdíasyquenopodíasverloquecuandolo
abrierasibaaestararebosarperoparecequetehaspuestoyseguroquenoeraparatantoyahabrásavanzado
esperoquelotengasya...Bueno, de momento he decidio que no tengo intención de ser peluquero, sí tengo intención de
 cobrar mis últimos trabajos y que sigo apuntado en la misma web —sentenció nuestro protagonista.


Solo dos meses

 


Fran observaba con asombro su última radio digital. Durante los dos meses desde que la
había comprado le había asombrado lo limpias que se oían las emisoras, lo fácil que era
sintonizarla, lo rápido que se cargaba... Y ahí estaba, partida en dos a lo ancho después
de haberse dado un golpe. Nuestro protagonista no lo podía creer, había tenido radios más
simples que habían recibido golpes mucho más duros. Pero ahí estaba aquel ingenio
exhibiendo sus cables cortados y sus circuitos rotos.

Pues sí que ha dado buen resultado la maquinita —pensaba en voz alta nuestro protagonista.Por lo menos no la vas a volver a dejar cargando ahí donde deberían estar los móviles —le 
respondió Carolina Gordal.

Aquello era otro inconveniente que de pronto le vino a Fran: la batería se le acababa muy
rápidamente y había que ponerla a cargar. A veces no había podido oír partidos importantes
del Atleti porque la radio aún no estaba lista.

Bueno, por 25 euros tienes mañana otra. No te preocupes —continuó Carolina.25... ¡Esta me costó 40!

 Aquí Fran cayó en otra desventaja de aquel aparato. Resumiendo: incómoda en su uso, cara, muy
 mal resultado en sólo dos meses. La conclusión parecía obvia:Por muy claras que suenen las emisiones no compensa en absoluto. Mañana radio normal y vivan 
las pilas de toda la vida. Se ve que esta es una de las famosas “peoras” esas, cosas muy aparatosas pero que no aportan 
nada —dijo Carolina.Pues sí. 


miércoles, 17 de enero de 2024

Zulu

 

 

Aventuras clásicas de las
buenas. Y encima es real 
—comentó nuestro
 protagonista viendo a
 Michael Caine pasar 
revista a las tropas al 
final de la película Zulú.Bueno, a mí es que en
 una guerra colonial, no 
consigo que me inspire 
piedad y heroísmo el ejército 
británico.Bueno, lo cierto es que es muy propagandística y muy eurocéntrica, pero la historia que cuenta es 
real. Y el reparto es muy bueno.

Los hechos del filme se refieren a la batalla de Rorke´s Drift, en la que poco después de la humillante
derrota que infligieron los zulúes a las tropas británicas en Isandhlwana, los 140 soldados británicos de
dicho fuerte se enfrentaron con éxito a más de 4000 guerreros zulúes. Por supuesto se convirtieron en
héroes del imperio británico y se les rindieron múltiples homenajes.

La verdad es que la diferencia en armamento a mí me parece demasiado cantosa para poder
 reconocer nada a esos inglesitos —comentó Juan.Creo que eso se dan cuenta hasta en la película y ponen que los zulúes atacan con rifles que
 cogieron a los muertos de Isandhlwana. De todas formas todos los personajes son muy carismáticos, 
empezando por el teniente que interpreta Michael Caine, el médico que opera flemáticamente mientras
 una avalancha de zulúes va a por él, los buscavidas esos que estaban en el fuerte...Bueno, digamos que hay que ser capaz de ver toda la fantasía que han vertido en la película en vez
 de lo que en realidad sabemos que pasó.Sí, pero yo he logrado disfrutarla, y creo que cualquiera que no se ponga demasiado estricto la 
disfrutaría.Sí, pero no invites a verla a un sudafricano. 

Ficha de la película, aquí.

Colada en condiciones adversas

 


Nuestro protagonista dobló aquella camisa y la metió en el cajón. Junto a los pantalones
que había guardado el día anterior, los calzones de dos días antes y las prendas que habían
definido toda una semana. Carolina ya traía un manojo de pantalones de pijama y otras
prendas.

Es lo que hay. Como no para de llover voy 
trayendo las prendas tendidas de una en una a ver si 
aquí hay más suerte —esplicó la hermana de nuestro protagonista.Bueno, mientras no se queden oliendo a humedad no pasa nada. Pero eso es lo que me temo.

Fran observaba el paisaje del interior de la casa, con sábanas colgando de la puesta de los armarios,
camisas extendidas sobre las sillas del comedor, y pijamas en los diferentes cuartos.

No sé si hace una semana que hiciste esa colada y todavía queda ahí otro puñado más de ropa para
 decorar la casa unos días —dijo Carolina.A Juan y a mamá no les ha faltado, eso es lo importante. Yo me apaño —explicó nuestro 
protagonistaPero las camisas negras que es lo que más me preocupa, me cuesta encontrarlas —intervino Juan.Yyoelotrodíanoteníaunsujetadoraversimedejáisenmicuartocosasqueponermeporquemevuelvoloca
buscandoynoséporquétocáismiropaqueyosiemprelahetenidobienquevaisylacogéisyluegonohay
maneradeencontrarla... —añadió Doña Marta.Pues mira, si eres tan católica, rézale a San Isidro Labrador, que ahora parece que hay sol, pero 
llevamos una semana como la llevamos —sentenció Carolina.

Nuestro protagonista seguí inspeccionando la ropa y, de momento, dando gracias al santo porque
no hubiera cogido olor.



miércoles, 10 de enero de 2024

Virus zombie

 


Nuestro protagonista se levantó aquella mañana a las siete y se dirigió a su trabajo. Después de
los tras días que había pasado enfermo llegó a temer perder aquella jornada, pero sí, se había
despertado en condiciones y, por tanto, ingresaría el dinero correspondiente. Comenzó a arreglarse
y a vestirse. Pasó mal que bien la jornada y al llegar a casa estaba contento de haber superado
aquella prueba.

¡Hola a todos! He estado muy bien, he
 podido hacer todo lo que me mandaban y he ingresado
 ocho horas más de trabajo aparte de lo que sube la moral el verse bien después de la enfermedad...Pues menos mal, porque no veas cómo está Juan ―le informó Carolina.Sehapilladoungripazodeesosquecogeélquenopuedenimoversedelacamaynolehemosvistoentodo
eldíahapedidoesosíunpocodeAquariusydepechugadepavobajaensalperonolehemosvistoentodoeldía
ynohacemásquetoser...―comenzó a explicar Doña Marta Palacios.
 

Nuestro protagonista se asustó y se dirigió a la habitación de Juan. Lo encontró en la cama
sudando y temblando de forma ostensible.

¡Juan!No me digas que ahora que me he curado yo estás tú así.Gño bucho beor que dú nnng. Ya gsabes que a bí los cadarros me afedan buchísimo.¿Quieres algo?Ngsí. Que me draigas una bodella de Aquarius y desaparezcas.

Nuestro protagonista obedeció y le deseó una pronta recuperación. Sin embargo Carolina le recordó
que Juan solía pasarse días y días en estado lamentable cada vez que cogía una gripe. Cuatro días
después aún seguía casi sin salir de su habitación.

Joder, acababa yo de pasar una gripe en dos días y que más  o menos hacía mi vida. No es normal
 lo que le pasa a este tío con los catarros.Bueno, a cada uno le afecta de manera distinta.Yo creo que este coge virus zombie. 


Sin tiempo para leer

 

 

Pues ya me he
acabado este libro 
―dijo nuestro 
protagonista―.
 No sé lo que ha 
pasado que no había 
forma de leerlo. He tardado más de lo que esperaba.Sería que tampoco te gustaba mucho ―respondió Carolina Gordal.Sí, joder, era interesante y he aprendido con él.

Nuestro protagonista tenía a medio leer aquel libro al empezar las navidades. Aunque habían traído
cómics y otras lecturas de la biblioteca, su método era no empezar nunca a leer nada mientras aún
estuviera con otra cosa. Pensó entonces que rápidamente se leería aquel tratado histórico sobre los
años 80 y luego pasaría a leer los cómics. Sin embargo, por varios motivos, la lectura del compendio
se le fue haciendo más y más larga.

Lo peor es que ahora me quedan sólo cinco días para leerme lo de la biblioteca ―observó FranDebería ser más  que suficiente ―le respondió Carolina

La verdad es que los Cuentos de la Cripta siempre habían sido una lectura agradable para nuestro
protagonista. Normalmente en una única tarde se podía leer dos volúmenes de la misma.

No pienso devolverlos sin haberlos leído.Entre unas cosas y otras estás leyendo bulímicamente, sin disfrutar, sin enterarte...Esa es mi manera de hacer las cosas. Tú sabrás. En fin, espero que puedas leerlos a tiempo.

El hecho era que nuestro protagonista empezaba el año agobiado por las lecturas compulsivas. Pero
así había adquirido una cultura que muchos envidiaban y estaba decidido a mantener ese método
suyo.



viernes, 5 de enero de 2024

Otros Reyes más

 


Fran observaba los belenes y otros adornos propios de la navidad en su casa. Aunque era
algo natural y lógico nunca dejaba en aquellos últimos días de las fiestas de causarle
cierta emoción entre melancolía y asombro la fugacidad con la que sabía que esa temporada
que se preparaba con alegría estaba a punto de terminar. Pronto el despertador le
devolvería al trabajo, habría que retomar las tareas de reparación de su cuarto y seguir
una vez más su camino.

Vamos, Fran, ya sabes que si esto ocurriera siempre igual no lo apreciábamos tanto —le comentó 
Carolina GordalSí, si ya lo sé. Pero tan natural como su paso es esta sensación —respondió nuestro protagonista 
mientras aún observaba los tres Reyes Magos del Belén.Si además ya sabes que han venido hoy los de verdad. Ya tenemos todos lo necesario. Yo tengo un 
reloj nuevo... —dijo Carolina.Yo colonia y ropa—añadió FranYoagradezcomuchoasusmejestadesquemehayantraídounabufandaqueconelfríoquehacenuncaestá
demásyhansidomuyagradablesypensadomuybienelregaloqueyonisabíaquepedirperoparaesoestánlos
Reyesquefueronaverhastaanuestroseñor...—comenzó a decir Doña Marta Palacios.

Fran sonrió. Observó su nueva radio y los cascos y pensó lo bien que a partir de entonces oiría el
fútbol.

Bueno, es verdad, tenemos todo lo que necesitamos para preparar desde ya un año magnífico y 
que las próximas sean aún mejores —dijo nuestro protagonista.Vamos a abrir y comer el roscón —añadió Carolina.Esoperoguardadleunpocoamihermanaqueaunquenoestabanaquívanavenirytodavíatraeránmás
cosashemospasadounanavidadmuybuenayhayqueacordarsedetodoelmundonosóloahorasinosiempre
queparaesosomoscristianos...


Fran pensó en sus amigos en la distancia y una vez más vio el tesoro que era pasar unas fiestas con
la gente que quería. Desde lo más profundo de su ser deseó unos Felices Reyes a todo el mundo.