lunes, 31 de julio de 2017

Gazpacho y Juan.

-Pues con estas verduras el gazpacho tiene que salir bien sí o sí -dijo Fran-. ¡Vaya tomates, pimientos!
-Mealegrahijolaverdadesqueencuantoloshevistoenelmercado
pensabaquenosiríandemaravilladesde
luegoconelcalorónquehaceapetecemuchoungazpacho,me alegrositienesganasdeprepararlo...
-Que sí, mama. Ahora mepongo con ello.

Pero el aparente consenso unánime de la familia fue roto por Juan:

-Yo me quedo aquí que no sabes prepararlo.
-Juan, lárgate y no me calientes.
-Buenohijosnoospeleéisportanpocacosaquesequedefranpreparandoqueestabaprimeroy
túJuanniseteocurrahostigarlequeteconozco..
-De acuerdo -dijo Juan y con pocas ganas abandonó la cocina-.Sólo te pido que sepa rico.

Fran después de esa ridícula exigencia se puso a juntar los tomates, pimientos verdes, ajos y demás ingredientes y los echó a una hoya. Estaba revisando las cantidades cuando entró Juan y dijo mesándose su cabeza pelada al uno:

-¡No he podido resistirlo y ya sabía yo que hacía bien vigilando! ¡Con esos ajos no va a saber a nada!
-Espérate qu no he acabado -dijo nuestro protagonista esforzándose por disimular su enfado y no lográndolo del todo.
-De acuerdo, pero no olvides que los pepinos tienen que ser dos y muy bien pelados.

A la mente de nuestro protagonista acudió una idea inmediata de lo que podía hacer su hermano con dos pepinos, pero centrándose en el gazpacho volvió a levantar el ánimo. Cundo ya estaba hecho, Juan volvió a entra y dijo:

-¡Espera, espera! Que no tiene la textura que tiene que tener. Déjame.

Diciendo esto le arrancó la hoya de las manos y le echó un chorro enorme de agua y comino en polvo. Cuando por fin lo sirvieron, Doña Marta estaba encantada:

-AyhijosquebienentraeselmejorplatodelveranoperotúJuantehaspasadoconelniño...
-¿Pasado? Esto está repugnante. A ver Fran, ¿en qué has fallado?
-Que una histérica me lo ha echado a perder aguándolo, y encima juzga sin probarlo.
-¡Pero cómom que histérica! ¿No ves lo rojo que está? No has echado bien el pimiento, ni el pepino, ni el ajo
-PuesamímesabemuyfuerteajoJuannocreoqueeseseaelproblema...
-¡Sois monstruos! ¡Siempre lo quemásis todo!
-Sobre todo el gazpacho, que no se cocina.
-Tengo que hacerme yo la comida, porque siempre la jodéis.
-¡Coño, pues háztela y déjanos en paz!

lunes, 24 de julio de 2017

Otro año más.

-Bueno, otro año más que te cae encima -dijo Juan a nuestro protagonista.
-Sí, y otro año más que he pasado con vosotros, con la gente que más quiero. Por cierto, gracias por
esa retroconsola.
-Era lo mínimo que podía hacer por ti.
-La tía Clara ya me ha escrito, y el primo Mario.
-Y mamá te ha traído la tarta que querías esa Red Velvet.
-Habíamuchasotrasperoaéllehaentradoporlosojosesaqueerarojayolaprobaréclaroperopreferíaotras
habiéndolasmuyricasdechocolatedenataymuchosotrossaboresperoéleralaquequeríayyaselahe
traídoperoahoratengoqueprepararloscallosylangostinosyembutidos...
-¿Langostinos? Antes de unos callos no pegan dijo Nuestro protagonista.
-¡Bueno, no te quejes que todo el mundo está haciendo lo posible para que disfrutes! -dijo Juan.
-Sí, pero ¿Dónde están Carolina y Alvarito?

Bastó que nuestro protagonista dijera aquello para que llamaran a la puerta su hermana y su cuñado

-Me alegro mucho de verte, Fran
-Y yo de veros a vosotros.
-Por favor pruébate esto.

Fran observó horrorizado la ropa que a modo de regalo le habían traído Carolina y Alvarito, sobre todo unos enormes pantalones negros.

-¿Tan gordo estoy? ¿Eso son unos pantalones? ¡Si creí que se había hecho de noche!
-Bueno, el caso es que se han acordado de ti.
-Es verdad, estoy muy tonto, debo estar envejeciendo en serio. En fin, luego nos vamos al cine, que estoy deseando tomarme los callos y la tarta.


martes, 11 de julio de 2017

Ya casi es río.

Manzanares, Manzanares,
arroyo aprendiz de río,
practicante de Jarama,
buena pesca de maridos.
Muy hético de corriente,
muy angosto y muy roído,
con dos charcos por muletas,
en pie se levantó y dijo:
Tiéneme del sol la llama
tan chupado y tan sorbido,
que se me mueren de sed
las ranas y los mosquitos.
Yo soy el río avariento
que en estos infiernos frito,
una gota de agua sola
para remojarme pido.
Estos, pues, andrajos de
que en las arenas mendigo,
a poder de candelillas
con trabajo los orino.
Más agua trae en un jarro
cualquier cuartillo de vino
de la taberna, que lleva
con todo su argamandijo.
Pide a la fuente del Ángel,
como en el infierno el rico,
que con una gota de agua
a su rescoldo dé alivio.

Al revés de los gotosos
ya no se muere estantío,
pues de no gota es el mal
del que le vemos tullido.
Llorando está Manzanares,
al instante que lo digo,
por los ojos de ese puente,
pocas hebras, hilo a hilo.
Cuando por ojos de agujas
pudiera enhebrar lo mismo,
como arrojo vergonzante,
vocablo sin ejercicio.

(Francisco de Quevedo y Villegas)


-Joder -dijo Juan Gordal-, ni alcanzo a ver el río.
-Nuestro arroyo aprendiz de río, decía Quevedo.

Los dos hermanos estaban dando una vuelta por la zona que de la ciudad que últimamente se llamaba Madrid río, que consistía en un acondicionamiento que diversos gobiernos municipales habían llevado a cabo, conviertiendo toda la rivera en un enorme parque, con instalaciones para muchas actividades: Había surtidores verticales donde jugaban los críos, pistas de biciletas, de patines... El ayuntamiento actual estaba poniendo la guinda con un proyecto para devolver al río su aspecto natural: isletas con juncos, remansos, recodos... Siempre según los entendidos, solo con eso la fauna acuática iba volviendo, hasta el punto de que en ciudades que habían acometido proyectos similares habían llegado a verse nutrias en plena ciudad.

-Pues de momento, peces y patos.
-Ya es más de lo que había. Antes esto era como aagua de alcantarilla, y yo también... ¡Mira ese pájaro! Creo que es un martín pescador -dijo Fran fijándose en un ave que bajaba en picado al agua.
-Y ese ptoa negro...
-¡Eso es una focha! -dijo nuestro protagonista.
-¿En serio? Pues es verdad que están volviendo. Dentro de poco esto será como un acuario al aire libre.
-No creo que lleguemos a tener aquí siluros como los del Ebro, ni cocodrilos... nutrias veremos en dos o tres años. El verdadero reto sería que volviesen las ranas, notan mucho cualquier contaminación. Si volviesen sería que el río está limpísimo.

Juan entonces volvió la vista a la pista de asfalto que había y observó a un grupo de chicas corriendo con unas mochilas a cuestas.

-Y encima vienen ninfas al río -dijo con risas.
-Viendo su equipaje van a dond los surtidores. Ya has visto que venía mucha gente en bañador allí.
-Pues vamos a ver si las vemos en bikini.
-Mira que eres obseso -dijo nuestro protagonista al ponerse en marcha
-¿Tú no tienes ganas?
-La verdad es que sí, pero me gustaría sobre todo traeer a mamá y a Diez...
-¿Decías?

Pero nuestro protagonista estaba echando un ojo a otro grupo de chicas que venía.

-Sí, nuerstro arroyo aprendiz de río va aprendiendo.

Una demostración palmaria.

Aquella semana, dos cadenas de televisión diferentes emitieron la serie primitiva de El Planeta de los Simios (la mítica de 1968 con Charlton Heeston) y la nueva que empezó en el año 2011 con El Origen del Planeta de Los Simios. Comentándolo con su familia, descubrió que había consenso en que las dos primeras de cada serie eran las mejores, pero sin duda chocaba la comparativa entre los simios pensantes de los años 60 y los de 2011.

-Me parece increíble ahora que sin ordenadores hayamos tomado tanto tiempo a esos actores con máscara por monos reales -dijo Juan.
-Ahora están mejor hechos -afirmó Doña Marta Palacios-, pero la originalidad de la idea y la actuación de Heston no se pueden igualar con ordenadores.
-Hombre -dijo Fran-, desde luego que ahora hay mejores medios. Pero al final lo que hace que una película funcione es el guión. Y tanto una como otra son amenas, mantienen el suspense...
-Aun así ahora hay que hacer un esfuerzo para tomar por monos a los originales. Lo que sí está muy bien hecho es que los de la nueva serie han logrado meter referencias a las películas antiguas, como lo de los especímenes de “ojos claros”, como la doctora Zira llamaba a Heston en el original.
-Y repetir lo de “quita tu sucia pata de encima, mono asqueroso”. Pero insisto, lo importante, lo que ha mantenido viva la de los sesenta y hace buena a la de ahora, es el guion y la historia.
-Bueno -dijo Doña Marta-, muchas veces se ha dicho que con un buen guión se puede hacer una mala plícula pero con mal guión...

Furia de Titanes. Fran casi saltó de su silla:
Entonces la cadena interrumpió su programa y puso un anuncio de que próximamente emitiría la nueva versión de

-¡Es un ejemplo palmario de lo que decíamos! Con la misma historia de los sesenta y muchos más medios fracaso...
-¡Cóño -dijo Juan-, es verdad recuerdo que esta porque sabíamos la historia, que si no uno ni se enteraba!
-Pues mirad, una cosa más demostrada -sentenció Doña Marta, la sabia matriarca de los Gordal Palacios.

lunes, 3 de julio de 2017

Más trabajo en vacaciones que en el curso.

Nuestro protagonista se levantó aqul día a las diez. Pensó en varios asuntos pendientes que podría llevar a cabo: comprarse zapatos que iba necesitando, camisetas, estudiar las oposiciones... Bueno, con buen tiempo apetecía hacer cosas. Mientras tenía el desayuno en las manos, Doña Marta Palacios volvió de sacar a Diez por lamañana y le turbó:

-AyhijoyatehaslevantadoyollevodesdelasochomoviéndomemelohepasadomuybienconDiezyahora
mevoyaverunconcirtodeclavicordiotambiéntengoaquílacarteleramiraaversihayalgoquequeráisver
yaveoqueestáscomiéndotelasmanzanassihayquetraermás...
-Joder, mamá, estaba desayunando, pensando qué iba a hacer hoy y resulta que...
-Esqueyonopuedopararquellevovariosdíasdecorreccionesnotasyclaustrosyporfinpuedodedicarmea
loquemegustaestoypensandoentodoslosconciertosquehayqueverenquedarconmisamigasenver
exposicionesdelhambreenelmundocomprarlibrossobreelprocesoderecuperacióndelasquehansufrido
unaviolación...
-Estás por fin de vacaciones y hablas de hacer más cosas que cuando trabajabas.
-YmuchasgraciasqueledoyaDiosporestasvacacionesquelosniñosestabantambiéndeseandopillarlas
yaverásconquéganasvuelvnyesoqueellosnovanairatodaslasmisasyoficiosreligiososquevoyyo...
-Mamá, que eso era en Semana Santa.
-ComosihubieraunsolodíaquDiosnosquieraalgúndíadescubriráselfervorreligiosoysiempreestarás
felizcomoloestoyyoporqueelSeñor...

Fran escuchó la perorata de su madre mientras tomaba el último trago de su desayuno. Al vestirse para ir a por su ropa pensó en la suerte de Doña Mrta, una mujer que le gustaba su trabajo, que le atraían un mntón de cosas en el mundo, y que siempre parecía estar en una febril actividad que le gustaba. Realmente, se dijo, si uno disfruta con lo que hace tiene las mejores vacaciones.

Un último y vergonzoso secreto.

-La verdad, que aquí se está muy bien, no me extraña que vengamos siempre -dijo Fran pegándole un trago a su cerveza.
-Y ponen buenas tapas, se ve todo bien, hay chicas...

Sin duda aquel bar llamado Los Hurones era un buen lugar de paso en las correrías de ambos hermanos en sus salidas nocturnas por la ciudad. Sin embargo tenían la duda de si iban a él demasiado a menudo perdiéndose otros lugares.

-Bueno también está que la última vez que intentamos ir a otro sitio nos llevamos un sablazo enorme.
-Pero yo correría el riesgo -dijo Juan-. Nos conocemos hasta el último recoveco de este local. Los decorados de los azulejos, ese grupito de chicas del rincón, que tienen una virgen del rocío...
-Sí, bueno, ahora salimos más arriba en esta calle. Yo voy un momento al baño.

De camino al baño nuestro protagonista observó la mencionada virgen, dos bicicletas antiguas que adornaban el local y pensaba que sí, que allí no les quedaba ninguna sorpresa. Una vez acabó en el baño se lavó las manos y al salir se encontró de frente con una chica.

-Me parece que te has equivocado -le dijo ésta
-No -contestó sorprendido nuestro héroe llevo años viniendo aquí y...

La chica le mostró el símbolo de la puerta y... ¡sí! ¡Aquel al que Fran había ido siempre que entró en Los Hurones era el baño de mujeres! Fran salió cabizbajo y avergonzado y habló con los de la barra.

-No eres el único. Los símbolos de los baños se calleron y hasta ahora se nos olvidó pegarlos.
-Vaya, Fran, pues esto aún tenía un secrto para ti.
-Sí, bueno, vámonos a otro lado -dijo Fran con el color subido y la cara pegada al suelo.