sábado, 26 de enero de 2019

Jamás tendré 20 años

-Pues yo he oído gente que pone este tebeo muy mal -dijo Juan Gordal-, que sobre todolo tacha de maniqueo y como sin doblez.
-A mí me ha gustado mucho. A lo mejor quizás por presentar la historia de modo simple, muy en términos de buenos y malos, pero sobre todo porque se disfruta leyéndolo, al contrario que otros de temática similar.

Jamás tendré 20 años cuenta la peripecia vital de una familia de anarquistas, la propia familia del autor, Jaime Martín,  desde el comienzo de la guerra civil hasta los tiempos actuales, centrada principalmente en la abuela, Isabel, una joven revolucionaria en el momento en que empieza la historia, que vive el alzamiento desde el mismo principio, va viendo como mueren sus compañeras y luego debe rehacer su vida, recurriendo a un montón de triquiñuelas: estraperlo, pequeños negocios... El cómic muestra las heridas abiertas y la resignación, pero transmite una esperanza y una alegría muy difícil de encontrar en otros cómics de temática similar. Y subyace un oscuro secreto del abuelo que sólo se desvela al final del tomo.

-Pero mira, Fran, aquí es verdad que no hay doblez. Los malos son guardias civiles con mostacho de aspecto muy siniestro, monjas fundamentalistas... Y ni un personaje que dude, que tenga una historia detrás...
-Yo eso no lo discuto, pero desde luego, tambiñen ilustra esa época y después de leerlo no me pasé depre tres días, como con el de Kim que también era de temática similar.
-¿Entonces el que más recomendarías de esta temática?
-Si uno además necesita algo de esperanza y alegría, desde luego que sí.


El defecto que encuentra una madre.

-Bueno, no hemos comido mal -dijo nuestro protagonista acabándose aquel tandori de cordero.
-Joder, hacía lo menos diez años que no comía en un indio -respondió Juan Gordal-, y la verdad es que recordaba esta comida con más especias, con más sabor.
-Ahora vamos a una terraza a tomar el café y hacer la quiniela ¿eh?
-La verdad es que llevamos unos días que vivimos casi como si ya hubiera tocado.

Era cierto que el nuevo año no había comenzado nada mal en absoluto para los dos hermanos. Habían acrecentado su colección de cómics, salían todo lo que querían, habían conocido sitios nuevos... Además no estaban descuidando, de momento, los propósitos que se habían puesto para el año y entrenaban. Como es lógico, en la terraza hablaban de ello.

-Joder, es que es de esas épocas que hasta me como la cabeza pensando que algo malo está a la vuelta de la esquina -dijo Fran
-Razón de más para disfrutar de esto. Por cierto, me acuerdo de mamá, porque ella seguro que en el indio no hubiera querido comer nada.
-También ha ido con sus amigas. Mira, de verdad te lo digo que cuando la veo a ella disfrutar es de lo que más me gusta ahora mismo.
-¿Por qué no envías un mensaje a sus amigas? Tienes su grupo en el Wassap.
-Ahora se lo envío.

Mientras los dos hermanos terminaban su día en las tiendas de cómic del centro de Madrid, un mensaje de respuesta les confirmó que Doña Marta había comido bien y que estaba disfrutando de una conferencia sobre historia precolombina.

-Bueno, pues aprovecha esta época, porque es de las pocas que todos hacemos lo que nos gusta.
-A ver lo que nos dice mamá cuando la veamos.

Aquella noche los dos hermanos recibieron a su madre y se alegraron de oír sus vivencias mientras contaban las suyas. Pero Doña Marta sí encontro un defecto al día:

-Jesúshijosycómoosvaisacomeresoallíqueestaría
todollenodeespeciasyasabercómooshanpuestoel
corderoconloricoqueestñaasadonormalmente
nosotrashemoscomidochuletóncomodebesery
depostrenatillasynotodasesascosas
conespeciasrarasytal...

Los dos hermanos sonrieron y remataron:

-Bueno, es lo que suponníamos.
-Ya lo sabemos, no hubiera disfrutado nada, nada.

miércoles, 16 de enero de 2019

El oráculo matriarcal de los abrigos.

Las primeras semanas del año, entre las rebajas, alguna ropa de Reyes y el estado de las ropas que se tenían de antes, solían ser semanas que se dedicaban a cambios y compras. En esas andaba nuestro protagonista probándose un abrigo con ayuda de Juan Gordal:

-Me está un poco ceñido. ¿No necesitaríamos uno más grande? -preguntó.
-Desde luego más grande sí, pero ya viste lo que me pasó a mi, hasta que auqellas dos señoras me aconsejaron no supe entre dos tallas.

Fran devolvió aquel abrigo de tela a su sitio y se probó un anorak. Prefería un abrigo impermeable a uno de tela, ya que su problema era principalmente que los días de lluvia su abrigo era malo para resguardarse.

-No me hace tipo Michelín ¿verdad? -dijo nuestro protagonista.
-Pues... -comenzo a decir Juan Gordal y se quedó pensativo sin acabar la frase.
-Joder, Juan, cuando tú te pillaste el tuyo, bien o mal, yo te ayudé.
-Si no tengo ni puñetera idea de esto.

Mientras los dos hermanos discutían una señora de unos 60 años pasó por su lado y habló a los hermanos:

-Mirad, hijos, yo creo que necesitarías otro modelo y una talla mayor . ¿Qué número es esa, hijo?
-El 56 -dijo nuestro protagonista.
-Pues mirad, aquí hay un 58 y no está tan acolchado. Pruébatelo, hijo.

Fran se lo probó y se vio en el espejo de la tienda abrigado, pero a la vez más estilizado, más alto, y con mejor postura.

-Es tu talla seguro, hijo -dijo la señora y se despidió.

Los dos hermanos se encaminaron con su adquisición a la caja:

-Joder con las señoras mayores -dijo Juan-. Habrá que traer una si se va a probar un abrigo
-Desde luego, parecen infalibles. 


2019, mucho cine y poco boxeo.

-Puesaversiesteviernesvamosalcineporquemequedantresvalesdedescuentoenunaentradadelaotravez
quefuimosyseríaunapenaqueseperdieranaquísiemprenosdanparalasiguienteyesunaalegríairalcineque
ademásahoravanaponertodolodelosOscar... -comenzó a decir Doña Marta palacios.
-Bueno, creo que la siguiente que podríamos ver es Glass, la siguiente de M.N. Shiamalan -dijo nuestro protagonista.
-Parece mentira que llevamos semanas encadenando una película con otra por los vales del cine y siempre tenemos. Ya hemos visto la de Cuerda, Tiempo después, Roma, la de Cuarón... -añadió Juan Gordal
-Casi como que no nos apetecía pero una vez te dan el vale encuentras la que te motive -dijo nuestro protagonista.
-Yo en algunos casos hubiera visto antes un combate de boxeo, por ejemplo.
-Ayhijosquecosastenéisyoencambioestoyagustísimoelboxeonosécómoospuedegustarperoenfinsi
queréisidvosotrosqueyoaesonovoyaverloqueosponenyoprefierobuencineyestoyviéndolograciasa
Diosporquehayvales...

Los dos hermanos se rieron, ya que los grandes combates de boxeo y artes marciales se celebraban a muchos kilómetros de distancia, pero era verdad que en lo que iba de año tampoco tenían ninguno apetecible en la tele. Y eso que amenazaban con ello Canelo Álvarez, Golovkin, toda la cuadrilla dominante del peso pesado...

-Desde lo de Fury con Wilder, mucha palabrería pero nada, Fran -dijo Juan Gordal.
-Y se habla también de que Kerman Lejarrega va a boxear contra Crawford, pero se sigue sin concretar.
-Y encima nos sale el cine del montón por las orejas.
-A lo mejor podríamos ir un día a ver algo de aquí. Al campo del Rayo y similares.
-Tendremos que pensarlo. Lo cierto es que de momento el año 2019 trae mucho cine ( del que tampoco apetece mucho) y poco boxeo. Y mira, una de las que anuncian es Creed II.
-La primera de Creed estaba bien. A ver si juntando cine y boxeo tenemos algo.
-Ayhijospuesyoestoyagradecidísimadeiralcineyhedisfrutadomuchoconvosotrosademásesosvaleste
ahorrandineroesunaalegríayonosécómoecháisdemenosnadaperoenfintienequehabergenteparatodoyo
voyaseguiryendomientraspueda...
-Ya ves, Juan. Por lo menos mamá está contenta.





El chocolate perdurable.

-Buenopuesyameloheacabadomehacostadoporquevosotrosnomeayudabaisperoelchocolateésteporfin
hadesaparecidomelohetenidoquetomararitmodeunvasodiariovariosdíasperoyaestáyporfinsedesocupa
esaolla... -decía Doña marta Palacios.

Nuestro protagonista respiró hondo, ahogando su sorpresa. Aquel chocolate se había preparado cuatro días antes para recibir a Alvarito y Carolina Gordal en los Reyes. ¿Quería decir Doña Marta que llevaba desde entonces calentando cada vez todo y bebiendo cada día un vaso? Si era así, no quería ni pensar en el gusto que tendría el del final.

-¿Cuánto preparaste, mamá? El del final debía estar ya como esas semillas de cacao mayas que se han encontrado.
-Ayhijopueslonormalparaunameriendaperosequedóaquíestefondoqueheidoconsumiendoyosofrecía
cadadíaperonotomabaisymiraqueerabuenoyclarocadavezhabíaquecalentarloynohabíamaneradeque
desaparecieraperobenditoseaDiosquemelohetomado...
-¿Y todas las veces calentándolo yenfriándolo, con lo malo que es para la salud y elgusto del alimento?
-Ayhijoquécosastienesperocómosevaatomarelchocolatefríohayquetomarlocalienteyespesotalycomo
sehahechosiemprequeparecesboboyencimatúytuhermanonocojíaisyesoqueosofrecíatodoslosdíasy
luegomuchasvecesestabamuycalienteparamíehperomelotomaba...
-Joder, mamá, hoy eso debía ser ya un caldo intragable.
-Puesnohijobienbuenoqueestabaymedanganasdecomprarmásaunqueyasesabequeestosdíashayque
rehacersedetodoslosexcesoquesehancometidodurantelasnavidadesyoyamehehepuestoconelloyahora
aversinosacabamoselcocidodeayer...
-Sí, que si no eres capaz de tomártelo tú sola toda esta semana. Y de calentarlo ochenta veces.
-Hayhijoquécosastienenscómosevaatirarcomidaenunmundodondemilesdepersonaspasanhambrey
ademáscómosevaatomaresofríohabráquecalentarloytomarloencondicioneshastaqueseacabeporque
túparecequenoquierascomida...
-Sí, eso es, tengo un aspecto de famélico terrible. Anda, a ver si Juan y yo te ayudamos con eso.


lunes, 14 de enero de 2019

¿Se está normalizando?

Nuestro protagonista realizaba tares domésticas en casa, cuando un extraño griterío le apartó de sus quehaceres. Se asomó a la ventana y vio al chino que llevaba la tienda de alimentación de enfrente intentando evitar que lo robaran. Cuando nuestro protagonista se acercó sólo vio a un desconocido corriendo, escapando y al chino perseguirlo. Por supuesto ya se había formado el corrillo de curiosos normal en estos casos. Y algunas de las "opiniones" (porque ahora hay que llamar así a rebuznos racistas y similares) que se oyeron le dejaron anonadado:

-Claro, tanto extranjero y similar y así la calle está cada día peor -dijo una señora.
-Que yo no digo nada, pero cuando las tiendas eran de españoles esto no ocurría -dijo otro sabio.
-Hace tres días nada de esto existía -añadió una tercera voz.

Nuestro protagonista hubiera deseado ponerse allí a dar collejas y corregir a toda aquella turba. Ese hombre tenía desde hace lo menos 15 años su tienda abierta en el barrio. Siempre había sido un modelo de correción y atención. No recordaba nuestro protagonista otro incidente en su tienda. Y sobre todo, la víctima del robo había sido él, no al revés. A mediodía estaba todavía molesto y se lo dijo a su familia.

-Yonomepuedocreerquelagenteseaasísiempremepreguntaporvosotrosyaquílaxenofobiahacemucho
quenosedabaademáslagentesiemprelecompraporquetienedetodoysiemprelodadebuengradoycon
correción...
-A mí me preocupa que eso que hasta hace tres días era excepcional se está normalizando -añadió Juan-. Ya roban a los comerciantes de fuera como si nada.
-Bueno -corrigió nuestro héroe-, que le hayan robado por ser chino, eso  es mucho decir, creo que ese habrá robado donde le era fácil. Pero lo que me jode es que encima le culpen a él.
-Pues acuérdate del que vimos el otro día, aquel que entró en otra tienda similar, y se puso a chulear al chino de su pronunciación. Están creciditos. Y acuérdate del video de la de Murcia.

Pensó nuestro protagonista en todas las frases que solían acompañar las opiniones arriba descritas: Yo no soy racista con un pero, es que pienso diferente, a ver si van a discriminar a los de aquí... Frases que llevaban ya un tiempo en la calle y que hasta hace tres días le parecían ridículas pero inocuas. Pero viendo esta deriva, ¿sería cierto que a fuerza de insistir se habían convertido en opiniones el racismo y el rencor? De momento, el video de Murcia le parecía algo que debía dar que pensar.


sábado, 5 de enero de 2019

Reyes 2019

Aquella tarde, Juan y Fran Gordal apuraban las fechas navideñas. Tomando unas Guinnes en aquel pub pensaban en lo que habían dado de sí, en su sentido y en si habían pasado unas buenas fechas. Desde luego habían disfrutado, habían estado junto a su familia, pero se habian quedado con ganas de hacer otras cosas.

-Bueno, canalla -dijo Juan-, no me vengas con lloriqueos que incluso te hartaste y te emborrachaste aunque no salieras de casa.
-Eso es muy triste, Juan. Si uno la agarra no debe agarrarla solo. Y eso, encima creo que me estoy ablandando con los años. Ahora me la pillo descomunal sin necesidad de hacer nada, antes salía muchas horas, me lo pasaba bien, y llegaba al dia siguiente en forma.
-Ya eso casi nadie lo hace. Ahora con la familia.
-Hablando de eso, Cárol acaba de mandarme un Wassap sugiriendo que vayamos con ella.
-No, que mamá está sola y también son sus navidades.
-Y la tía Maria Cristina llama que está en la Cabalgata de Reyes.
-Necesitan nietos, Fran. A las dos les encantaría pero ya estamos creciditos para ser los niños nosotros y no hemos logrado dar relevo.
-Es necesario que lo hagamos este año.

Por la noche, a pesar de todo, Doña Marta, siempre con sus clásicas energías animaba a sus hijos a poner los zapatos a los reyes magos:

-BuenohijotesquenosedigaquyeaquísiempreestamosencantadosdeesperaralosReyesqueseguroqueva
aserunaalegríamuygrandemañanayovoyamisayluegosiempreesunaalegríaincreíblequeestoydeseando
verloquemehandejadoSusMajestades...
-Joder, mamá, tú has sido lo mejor de estas fechas.
-Nomedigáisesohijosquemeemocionobuenasnochesqueeslahoradedormirymañanaquieroiramimisa
ydesayunarenReyesqueesdelomejorquesehahechoysolopasaunavezalañoconlograndequeesmañana
vienentodos...

Y enefecto, al día siguiente, con los regalos, con la hermana, los tíos, los primos, el día de Reyes dejó un año más la sensación de magia que siempre deja, por mucho que uno crezca. Casi, nuestro protagonista empezó a desear ya que de inmediato llegaran las siguientes navidades.