miércoles, 25 de marzo de 2020

28 días después.

Pues como seguimos aquí, hay muchas películas y mucho material que ver, Juan.
Y la gente está volcada ahora viendo series y películas de zombies y apocalipsis, Fran.
Cosa que a veces me sorprende, porque yo estos días lo que me gustaría sería quitarme de la cabeza el monotema.
De todas formas, a mí hay una que he vuelto a ver y que me gusta mucho, 28 días despues ―respondió Juan.
Sí, era buena. Aunque se puede discutir si son verdaderamente zombies lo que ahí sale.
Además corren, los hijos de puta, que siempre el alivio de los zombies era que eran lentos.

28 días después narra la aventura de un joven británico que despierta de un coma en Londres, y se lo encuentra vacío y devastado por un brote de un extraño virus de rabia modificada que ha convertido a la mayoría de la población en unos montruos sedientos de sangre y agresivos. En un momento dado en que está a punto de ser atrapado por ellos es rescatado por una familia que lo refugia, y todos juntos captan una emisión de radio donde unos soldados afirman tener la solución a la infección y estar acampados cerca de Manchester. El viaje hacia el norte y el encuentro con los mismos son la esencia de la película.

La verdad es que lograron dar un cambio total o lo que se conocía de estas películas. Estos zombies son totalmente diferentes ―dijo Juan.
Y logran además que todo quede muy humano, muy creíble.
Sí, son personajes más creíbles que los hñeroes de acción típicos. Por eso ahora quizás incluso nos metemos más en la película.
A nosotros al menos no nos persiguen ni muerden los infectados, Juan.
No sé si es mejor, nuestra epidemia real ni siquiera es molona. 


Ficha de la película, aquí.  

Doña Marta en tiempos difíciles.

¿Quieres salir, mamá? Sabemos que eso a ti te daba mucha fuerza y llevas días sin poder.
Síhijomuchas
graciasaunque
yamehabía
hechoala
ideadenosalir
peroyasabes
quepuedohacerlo
yno
tengoningún
inconvenienteyonuncahiubieracreídoquepodíaestartresdíassinhacerloaunqueseaconun
motivotanimportantecomoesto...

La pandemia que asolaba el mundo y se había cebado especialmente en la ciudad y la comunidad donde vivía nuestro protagonista había impuesto situaciones muy curiosas en la vida cotidiana. Era una obsesión de nuestro protagonista que su madre no perdiera sus actividades y las costumbres que le mantenían ilusionada, pero al mismo tiempo debía evita que bajara a la calle y se pudiera contagiar.

Bueno, pues traete los periódicos, el pan, y a ver si traes tres botellas de Coca-cola light—explicó a su progenitora nuestro protagonista.
Clarohijoqueelsolmevaavenirmuybienllevabadíassinsaliraversiostraigoverdurastambiénqueno
tenemosyalgoparatenerencasaqueahoraestamosmuchotiempoencasaycontinuamenteapeteceteneralgo
quellevarsealaboca...
Mientras Juan y yo entrenaremos.

En efecto los dos hermanos reanudaron su rutina física habitual, y mientras la hacían se inquietaban por Doña Marta:

¿No tarda mucho, Fran? —preguntó Juan tras una serie de mancuerna.
Nunca se ha movido muy rápido mamá, Juan, pero yo creo que este tiempo de compra está en lo normal para ella.
Ya veremos.

Los dos hermanos acabaron sus ejercicios, se ducharon, se vistieron... y por fin llegó Doña Marta.

Miradhijosmehetraídounabolsademandarinasytambiénvariosguantesdelsupermercadoparaque
tengamosqueesnecesarioteneryahloramevoyaponeraleerelperiódicoyaverquéhadichohoyelsacerdote
quehablaporlaradio....

Mientras Doña Marta soltaba esta perorata, Juan miraba el carro de la compra, y se llevó un disgusto:

¿Pero qué Coca-colas son estas? Son sin cafeína y de un litro.
Ayhijoquécosastienesperosierestúelquequeríaquelastrajeralightyoheidoconmuchailusiónyahora
vasymedicesquenotegustaquenoquieresloquehetraídomiraquemehefijadobienyquelohehechocon
ganasdetuparte...
Light no es lo mismo que sin cafeína. Y además, las botellas son pequeñas.
Mamá nunca trae eso, Juan, debimos ir nosotros. Bueno, que se lave las manos bien —intervino nuestro protagonista.
Ahoravoyquetengoquedejarlosguantesyponermedecasaqueestosquehetraidosonmuyimportantes
yahoravoyalimpiarbientodoqueyaséquelasmanossonmuyimportantesymelasvoyalavarunpocoporque
nodejandedecirqueeslomásimportante...
Joder, encima tarda en lavarse. Bueno, al menos se ha aireado. Ahora otros tres días de clausura.


viernes, 20 de marzo de 2020

Digerir la historia.

Otro día amanecía sobre la ciudad donde vivía nuestro protagonista. Pero era un día muy extraño, como lo eran todos desde hacía un tiempo. Se despertó a la vez con ganas de moverse y de hacer cosas y con un enorme cansancio a cuestas. Saludó a su madre:

Buenos días, mamá. ¿Cómo lo llevas?
Con mucha rabia, hijo. Esto no lo hubiera imaginado en mi vida.
Se te nota, ni siquiera hablas con tu torrente de voz actual

Nuestro protagonista pensaba en las cosas que podría hacer: ordenar la casa, buscar trabajo (aunque para qué si la actividad económica estaba completamente parada), leer... Cualquier cosa que mantuviera su cabeza ocupada hasta las 12:00, hora en que haría su programada rutina de ejercicios para el confinamiento. Mientras vio las noticias en el ordenador: la pandemia que tenía su ciudad y el mundo en esas condiciones no aflojaba. Aquel día habían muerto en su ciudad más enfermos de aquel mal que de todas las demás causas juntas.

Ven a oír la misa, hijo, a mí me levanta la moral.
Somos personas diferentes, mamá.
Nuestro protagonista se consumía sin nada que hacer, pensando en algo que le levantara la moral, en cosas que hacer cuando todo pasara... En los últimos días si tenía algo bueno a lo que agarrarse: se había pesado y seguía su progresión. Ya andaba cerca de bajar de 100 Kg. Con ese ánimo llegó a las 12 y llamó a Juan Gordal.

Vamos a entrenar, Juan.
Sí, Fran. ¿Cómo lo llevas?
¡¿Cómo voy a llevar no poder salir de casa y ver continuamente que el mundo va a peor?!
Pues yo en cambio, cuariosamente es cuando mejor me he sentido en el año. He tenido catarros varios y cuando viene esto estoy bien.
Tú siempre fuiste un ser especial. Te sientes mejor cuando el mundo está jodido.

Y así, en esta peculiar espiral, llevaban nuestros protagonistas más de una semana sin vislumbrar el final. Fran algunas veces se había preguntado como debíó vivir la humanidad durante ciertas catástrofes que había estudiado en la historia. Ahora lo vivía en primera persona. Y veía que quizás, la historia no es tan buena cuando uno la vive en primera persona.

miércoles, 18 de marzo de 2020

Gente del jueves.

Pues qué quieres que te diga, no me gusta esa palabra, juernes, por más que la hayan puesto de moda. Porque además míralo, no sale la misma gente que los fines de semana ―Explicaba nuestro protagonista a Juan Gordal.
Bueno, para una vez que podemos volver a ver un poco el mundo no te obsesiones con eso, disfruta.
Sí, está claro. Pero somos de los más jóvenes que hay por todas partes, con eso todo está dicho. Hay grupos de divorciadas, de señoras de cincuenta años... Y mira, traen aditamentos propios.

Nuestro protagonista se fijó en un grupo de esas mujeres que traían portaban caballetes y lienzos de pintura a medio hacer. Venían claramente de algún taller de pintura, que nuestro protagonista había notado que era un entretenimiento común entre aquel grupo de población.

Lo que no entiendo es por qué todas dibujan el payaso triste y bodegones. Parece que nadie les enseñara más ―dijo nuestro protagonista.
Bueno, pero lo importante es que se mantengan ocupadas, a mí me parece de maravilla si esas mujeres se lo pasan bien con eso.
En eso tienes razón: ¿Crees que alguna de ellas aún puede ser como Ana Miralles o Emma Ríos?
No todo el mundo tiene que ser un crack, Fran también se puede hacer una actividad para entretenerse.
A mí me hacen pensar en Mamen Moreu, que trata mucho de las diferentes generaciones y de dibujo.
A mí me hacen pensar en las veinteañeras que no salen, Fran.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Tartinteligencia artificial

Pues qué quieres que te diga, la inteligancia artificial dirán que tiene muchas cosas buenas, y seguro que sí, pero yo también veo que quieren aplicarla a cada gilipollez... ⸺comentaba nuestro protagonista.
Estás un poco obsesionado con eso . Es para ayudarnos, no va tocar nada de nuestra esencia ⸺le razonaba Juan Gordal.
Pues he oído hace poco, cágate, que están pensando cómo pueden aplicarla a la gastronomía. Ya no podemos tomarnos un chuletón con patatas, no. Tiene que ser una mezcla hecha por un robot.
Bueno, los ingredientes serán los mismos.
Pero mira, mira qué al pelo viene esto ⸺dijo nuestro protagonista y se volvió al escaparate de una pastelería que exhibía unas tartas de extraño aspecto.

Lo que vieron los dos hermanos ahí era un cuadro de horror: tartas con formas geométricas precisas de múltiples colores ⸺colores por lo demás artificiales, chillones⸺ que más parecían obras de pintura y escultura que comestibles. Juan, con todo, no lo veía mal:

Pues no comas esa mierda y punto.
Pero es que esto es sólo el principio. Verás cómo va a llegar la jodía Inteligencia Artificial a meterse donde nadie la llama.
Bueno, Fran. Todavía no se va a rebelar contra nosotros. Tú estate tranquilo, controla lo que puedes controlar, y aprenderemos a vivir con ella.
Porque no queda otra, pero yo quiero comer nutrientes, no figuras geométricas.
Sabes perfectamente que esto lleva nutrientes muy comunes.
Y multiprocesados, no me jodas.

Tecnoniños.

Fran y Juan Gordal andaban por la calle sin prestar atención a lo que les rodeaba cuando el lamento de un niño de corta edad los sacó de sus pensamientos:

Pero papá, que nosotros no hemos tocado el ordenador. Pregúntaselo a Nuria.
Bueno, mira, que hayas sido tú o tu hermana, me da igual. El caso es que los archivos del trabajo que tenía organizados se han dispersado y ahora a ver cómo los reúno.
No estaba en su sitio, y el ordenador no funcionaba bien, papá ⸺dijo la niña.
Dejad el tema, que me estoy cabreando.

Los dos hermanos lo obserbvaban pensando en qué podrían haber hecho los dos pequeños con el aparato que preocupaba a su padre.

Le han tocado cosas profesionales ⸺dijo nuestro protagonista ⸺. Cosas de críos.
Por eso es importante que los niños no usen más de la cuanta los aparatos tecnológicos.
Y a ver si luego lo puede arreglar el hombre sólo.

La pequeña Nuria, la niña, cuyo nombre habían oído hizo una petición surrealista a su padre:

Papá, si me dejas yo te recupero los pedidos y entregas que tuvieras en el ordenador
Mira, hija, sé que lo dices con buena voluntad, pero con esto lo que estás logrando es que me cabree aún más. No te acerques al aparato, por favor.
Es que tú siempre dice que es de todos pero nunca medejas utilizarlo.
¿Y no has visto hoy por qué?

Nuestros dos protagonistas reían mientras veían a la niña razonar con pensamiento infantil con un adulto. Nuestro protagonista sacó una con clusión:

Dentro de todo, menos mal que parece que el mal que hayan hecho se queda en familia y en casa.
Sí, que podrían haberlos chantajeado o quién sabe qué. En fin, con los aparatos que cada vez haya, los críos parece que siempre serán críos.

jueves, 5 de marzo de 2020

Tysson Fury-Deontay Wilder II. Fury se hace respetar.

Bueno, Juan, ¿cómo era eso que me decías de que era imposible que Fury aguantase dos peleas enteras sin encajar un hostión tremendo de Wilder?
Era lo que decía todo el mundo en la prensa, tú lo sabes. Pero desde luego, Fury ya es un boxeador para tomarle en consideración.
Sí, que iba casi de inglés malo de Pressing Catch, pero ha podido con Klitschko y con Wilder ya.

Y es que desde luego, aquel duelo de boxeadores estaba bien casado. Ya en la primera, cuando todos esperaban que el tremendo pegador Deontay Wilder pasara por encima de Tyson Fury, el inglés excéntrico y extrovertido, este último logró sorprender y poner en dificultades al americano. Cierto que tuvo un susto al final, pero llegó, y logró un nulo que encantó a los aficionados. Ahora, en la revancha, todos esperaban que la pegada del americano se impusiera por fin, parecía imposible que el inglés pudiera seguir evitándolo. Pero para sorpresa de todos, Fury salió en aluvión, y Wilder y su esquina quedaron completamente desarbolados. En el tercero, un crochet del británico dio muestras de haberle hecho mucho daño.

A partir de aquí ya casi estaba todo hecho ⸺dijo nuestro protagonista.
Pero Wilder seguía intentándolo, lo que le honra, pero estaba completamente perdido.
Incluso, quizás, Fury pecaba de ansiedad, quería echársele encima y necesitaba más distancia.
Al final pasó lo lógico.

Lo lógico ocurrió cuando tras un tremendo aluvión del británico entre los asaltos 5 y 7, en este último, la esquina de Fury obró en consecuencia, y la toalla voló. Fury se había convertido merecidísimamente en campeón de los pesados, y reclamaba ya su sitio entre las estrellas de este deporte. Los días siguientes fueron un torbellino en los despachos de los promotores boxísticos: Arabia Saudí ofrecía 400 millones de dólares al británico por celebrar allí un combate, Wilder ejecutaba su claúsula de revancha... Y sí, al final se confirmará la trilogía.

Y lo bueno es que ha habido un nulo, igual hay cuarto combate ⸺apuntó Fran.
En todo caso, de los mejores espectáculos en los pesados en los últimos años. 

Como siempre, este humilde narador les ofrece el combate para que ustedes puedan opinar. Aquí lo tienen.


Record de Deontay Wilder, "the Bronze Bomber",  aquí .
Record de Tysson Fury, "el Rey Gitano", aquí .

Una ducha y tres visiones.

Averhijosprestad
atenciónqueme
estabayoduchando
yelbrazodeladuchas
emehaquedadoenlamano
ahoratendránque
veniraarreglarlo
peroaversilopodéis
ponerahoraporque
yotengoqueducharme
ynosécómovoy
ahacerloaversi
podéisecharmeuncable... ⸺gritaba Doña Marta Palacios.

Fran Gordal, que fue el primero que oyó a su madre observó el desaguisado: el brazo se había desatornillado del grifo, que cuando estaba abierto echaba agua en derrededor en una especie de riego por aspersión. Mientras intentaba ver si podía volver a encajarlo, Doña Marta observaba envuelta en una toalla:

Mamá, si has acabado de ducharte vístete ⸺dijo nuestro protagonista.
Hijocómovoyaacabarsinopuedoponermeelaguadondequieroaversitúpuedesarreglarloporquesino
habráquellamaralfontaneroynotengoganasademásnoquieroquedarmeamedioducharmeporqueaversi
novoyapoderacabar...
Bueno, bueno, no te embales. A ver si si esto va aquí.

Tras diez minutos de forcejeo y esfuerzo, Fran logró devolver a su sitio el mango de la ducha, aunque el arreglo era claramente provisional. Doña Marta pudo acabar de ducharse.

Buenohijomuchasgraciashashecholoquehaspodidoperoestoasínoestábienvanatenerquevenira
arreglarloyomañanallamaréalfontanerooiréabuscarloahoraquehepodidoducharmebienporqueestoseva
asoltarencualquiermomento...

Fran observó a su pesar que efectivamenteaquello le sobrepasaba. No tendría más remedio que acudir el profesional. Aqeul mismo día él se duchó como pudo, y pensó que lo peor había pasado, pero cuando Juan Gordal acudió a la ducha no se contuvo:

¿Pero qué habéis hecho aquí que esto está suelto y echando agua por todas partes?
Hijoyasabesqueestamañanaestabaenladuchayestosehacaídolohasujetadotuhermanocomoha
podidoperoestámuyprecarioymañanavanatenerqueveniraarreglarloporquesinonovamosatenerducha
peroaverqué haces...
En cuanto os movéis jodéis algo. Dejadme a mí.

Juan, sin vestirse siquiera volvió a retocar el brazo de la ducha, sacando piezas y tornillos que Doña Marta y Fran ni siquiera habían visto. El grifo quedó funcional para aquel momento, pero no había más que ver su aspecto para entender que necesitaba una revisión. Pero Juan no lo aceptaba:


Esto está, pero vosotros os empeñáis en gastar dinero, así no hay manera.
Ayhijoamímedamuchomiedoqueestoseinundeaversiestovaaestallarnoquieroquelleguemáslejos
queunavezestoseinundóyhuboquesecarlodurantehorasyfuedelomáshorrorosoquehemospasadoyesto
sevaavolverapponermal...
Bueno, pues venga gastad.

Al día siguiente vino el fontanero y reparó bienm el grifo, pero según Doña Marta le había dicho algo insólito:

Resultaqueelaguanosepuedecambiardegrifoaduchaconelpibotitoquehayporqueesoeslo
querompióelanterioréllohahechosóloconlallavedelaguaquelohevistonotoquéisesebotoncitoqueestá
malyloestropea...
Pero mamá ¿cómo no se va a tocar el cambio de grifo a ducha? ⸺preguntaron casi al mismo tiempo Juan y Fran Gordal.
Queesloquemehadichoperoyonomeheenteradodecomocambiaélelaguaperolohevistoconmis
propiosojosydicequenolotoquemosyyolohepasadomuymalconestorotonoquieroquemañanaestéigual
porfavornolotoquéis....
Bueno, no lo tocaremos. Pero ya nos dirás cómo se maneja ahora el grifo, porque no entiendo nada ⸺sentenció Fran.

miércoles, 4 de marzo de 2020

Juan entre dos chácharas.

Fran y Juan Gordal iban a pasar por la caja sus compras, cuando observaron a la cajera y a otra mujer hablando de sus parejas y sus implicaciones.

Si la verdad es que es un padre ejemplar para los críos. Y nunca me ha dejado nada a deber.
Y a veces hasta uno se arrepiente de haberlo dejado. Ya no puedo ir diciendo que es mi pareja.
Bueno, yo de parejas paso.

Cuando la clienta anterior hubo pasado llegó el turno en caja de los dos hermanos, muy extrañados por la conversación que se habían tenido que tragar y de haber oído a otras personas juzgar a sus parejas. Pero la cajera parecía no querer acabar:

¿Y vosotros qué pensáis? ¿No puede una llevarse bien con el ex?
Este... supongo que sí, pero yo no lo conozco, no lo puedo juzgar —respondió nuestro protagonista sumamente incómodo pero intentando que no se le notara.
Y además , ¿por qué van mis críos a pagar los líos que yo tenga con su padre?
Desde luego —respondió Juan sin tener tampoco ganas de abundar.
Conozco hasta quien se lleva bien con más de un ex —insistió la cajera que parecía no querer dejar el tema.
Como Clint Eastwood, que tiene a los críos de cinco mujeres y se lleva bien con todas —dijo nuestro protagonista de pronto sin poder disimular su admiración por el genio cinematográfico americano.
Fran, ya lograste meterlo —dijo Juan mientras embolsaba sus compras.

Ya enfilaban ambos la salida, cuando la cajera parecía seguir su charla con la siguiente persona que pasaba sus enseres, y Fran se vino arriba.

Clint Eastwood y el Cholo se salen. Los dos tienen ex y críos y se llevan bien —sentenció nuestro protagonista
Porque tienen pasta y para ellos es mejor así, Fran. Como para ti ha sido mejor poder meter tu rollo y tu movida en medio del de la cajera.
Joder, siempre tienes que encontrar la manera de joderme.
Pero sabes que es verdad. Bueno, ya te entraré yo con cosas de dibujantes.

domingo, 1 de marzo de 2020

Carol por muchos años más.

Otro año más, Carolina gordal celebraba su día grande. Y como siempre desde que dejó la casa materna, era una gran alegría para el resto de su familia. Alvarito y ella habían tirado la casa por la ventana preparándoles una comida llena de sorpresas. Todos los invitados, Juan, Doña Marta Palacios, la tía Maria Cristina, el tío Paco, y por supuesto, nuestro héroe, quedaron asombradísimos de uno de los platos:

¿Y vais a tirar esta hogaza donde servís la sopa de almejas? ⸺preguntó nuestro protagonista.
No sé si la tirarán, pero la sopa está de cojones ⸺dijo Juan.
Está claro lo que haríamos en mi pueblo, migas ⸺terció el tío Paco.
Pues esperad, que es sólo el principio ⸺dijo Alvarito sonriente.
Los Gordal Palacios estaban hasta ligeramente avergonzados pensando en que eran ellos los que venían a hacer un día especial a sus dos anfitriones y ellos eran sin embargo los que preparaban un auténtico festín. Después de las chuletas de cordero que sirvieron de segundo plato y una tarta preparada por Alvarito con sus artes de repostería, Fran se sintió ridículo soltando sus presentes para su hermana:

Pacharán y tahín, Cárol
Ahí va también lo mío.

Cuando Doña Marta y los dos tíos de nuestro protagonista entregaron sus regalos, en su mayoría ropa y libros, Carolina dijo:

Lo que de verdad me importa es vuestra presencia.

Casi con lágrimas en los ojos, nuestro personaje pensó que no, justo al revés, que lo que hacía grandes los días señalados de Alvarito y Carolina era la alegría que ellos insuflaban siempre que los veía. Y de pronto pensó que trener un trabajo a su gusto, y poder al fin llevar las cosas como quería no debía estar tan lejos.