miércoles, 29 de agosto de 2018

Cuestion de tiempo en la cocina.

-Pues hay que decirlo, ¡Qué mal he comido hoy! -dijo nuestro protagonista al cabarse su ración de carne.
-Es que estaba hecha sin tiempo, no ha estado al fuego lo suficiente -añadió Juan,
-Ayhijoquepesadossoisyolohehecho
conmimejorintenciones
verdadquelamañanasemehaidounpoco
´leyendoperomehepuestoencuantohe
vueltoynuncaosgustanadadeloquehagoparecequevayaen
desgracia...
-Te dijimos si lo hacíamos nostros, mamá, y casi te enfadaste.

La carne se quedó casi en su totalidad en la fuente, ya que nadie podía negar que sabía demasiado a cebolla cruda y vino poco reducido. Mientras se llevaba la olla a la cocina, Fran observaba la salsa.

-Se ha quedado blanca, Fran. No dejo de decirla, hay que pasarla cuando esta oscura, si no es que ha cocido poco.
-Bueno, por lo que sea, pero yo no quiero más de esto.
-Tú déjame a mí.

Y Juan volvió a cocer la carne, para desesperación de Doña Marta que no comprendía tal maniobra:

-Ahoracociendootravezmáshubieravalidoquetelevantarasporlamañanaahacerloquesiempretienesque
estarenmendándomelaplanaaverporquesetienenquehacerlascosasdosvecesnoparaisdedarmedisgustos
conlacomida...
-Mamá, iba a hacerla bien esta mañana y no has querido -dijo Juan.

A Fran casi le dio un ataque cuando vio que de cena había otra vez aquella carne:

-¡Joder! Mira que lo dije claro.
-Tú prueba Fran.

Para sorpresa de nuestro protagonista, la segunda vez, aquella carne, mucho más tierna y con otro sabor en su salsa estaba buena.

-¿Pero cómo lo has hecho?
-Solo con tiempo, Fran.

Incluso Doña Marta se vino arriba con aquel plato:

-Ayhijomiraquemeheenfadadoperohavalidolapenaquécosashaceshijonuncadejasdesorprendermey
cuántascosasbuenasharíassiaprovecharaslasmañanaslaverdadesquemealegraismucholavidanosé
quéharíasinvosotros...
-Es muy simple -dijo Juan-.A cada tiempo su guiso. Todo esta bueno si se hace bien.

Peregrinar por un tebeo.

-Bueno, Fran, ¿estás listo?
-Joder, pareces un crio con zapatos nuevos.
-Es que en esa tienda hay una colección de cómic italiano imposible de encontrar en casi ningún otro lugar.

Juan se había aficionado a la búsqueda de cómic por internet .Últimamente había descubierto varias librerías donde tenían cómics raros de encontrar por otros medios. Ahora estaban yendo hacia el nordeste de la ciudad guiados por un mapa de Google.

-Joder Fran: Hugo Pratt, Manara, Crepax -dijo llegando a la Plaza de Manuel Becerra.
-Pero el camino es larguito. Aún ni nos acercamos.

Fue necesaria media hora más de camino para llegar a la tienda y encontrarse una enorme decepción:

-¡Está cerrado! -sollozó, casi, Juan.
-Ahí pone que cierran los sábados -contestó Fran-. En Google no ponía nada de eso.
-Joder, habrá que volver otro día.
-Bueno, al menos hemos andado.

Según pasaron las horas después de la llegada a casa, como siempre tras una decepción,s egún pasan las horas se va viendo de otra manera:

-La verdad es que al volver hemos visto que sabiendo llegar no está tan lejos -dijo Fran.
-Y hemos andado y tomado una cerveza muy agradable -respondió Juan-. El lunes iremos.

El lunes, Franm y Juan volvieron a pegarse la caminata, y disfrutaron de una zona de Madríd que no conocían, soportando, eso sí, un tremendo calor. Cuando llegaron a la tienda, sudando y cansando, entraron. Como siempre en las liberías con fondo antiguo se veían cosas muy curiosas.

-Hay libros de aventuras y cómics Bruguera para aburrir -dijo Fran.
-Pero llevo diez minutos mirando y no hay forma de encontrar lo que busco. Voy a pedirlo.

La respuesta del librero dejó a Juan helado:

-Pues sí, hemos tenido, pero ahora no, dame lo que quieres y te lo pido. Vienes el viernes a buscarlo.

Juan salió cabreado de la tienda:

-¡Joder, tres veces! Me voy a volver adicto a esta zona de Madrid.
-Bueno, Juan, piensa en andar y ver otro sitio.
-Para hacer senderismo ya me apuntare a excursiones. Ahora quiero mis tebeos.
-Piensa que ni contabas con ellos hace una semana.
-Parece que lo hagan a posta, sí. Ponerte el caramelo y luego quitártelo.
-Habrá que sacar lo bueno de esta peregrinación.

La cerveza de Schrodinger.

  Juan salió de casa insistiendo en martirizar a nuestro protagonista reppitiendo una y otra vez la necesidad de llevar bien la dieta. Sin duda, ambos habían ganado peso, pero Juan no dejaba el tema ni un minuto:

-1500 Kcal, Fran. Eso es lo que tienes que comer cada día. Y hay que hacerlo bien, porque podemos. Ya lo hicimos una vez.
-Bueno, a mí me da mucha fuerza el ver que los ejercicios que empezamos los voy dominando.
-Eso es lo der menos, si no se te ve adelgazar, nadie va a indagar a ver si te cansas o no con las pesas. Y no perdemos porque tomamos demasiadas cervezas, da igual lo que extremes la dieta si te bebes luego doce jarras.
-No me bebo doce, entre otras cosas porque no gano tanto dinero.
-Esto es otra cosa que te tienes que quitar, no vayas por la calle aireando tus defectos. Que se vean tus virtudes.
-Bueno, pero ya sabes que para octubre podemos tener trabajo fijo ambos. Tenlo en cuenta y no lo dejes pasar.
-Mal otra vez, estás aireando que ahora mismo eres un parado.
-Joder, Juan, cansa un huevo hablar contigo de cualquier cosa.
-Y ahora estás aireando mis defectos.
-No, Juan, son tan visibles como que estas gordo y eres un pesado.
-Pues eso que lo decida la gente. Nunca debes ser tú quien lo pregone.
-Bueno, ¿quyé tal si hablamos de cosas que sepamos? ¿Qué tebeos buscas?
-Cuando lleguemos a la tienda pensaré.

Pero esa tarde Juan no encontró ni los tebeos que buscaba, ni unos pantalones de su talla. Eso le sumió de nuevo en su desesperación y su diatriba.

-¿Ves cómo estamos gordos? En fin. ¿Quieres una caña?
-Ya hemos hablado de que no deberíamos. Por mí no. Decide tú si quieres.
-Bueno pues no.

Diez minutos pasaron en un silencio incómodo, roto de cuando en cuando por las murmuraciones de Juan.

-Encima ni hemos tomado una cerveza, que me hubiera venido muy bien
-¡Pero si eres tú quien decía que no debíamos tomarla! Y lo he dejado a tu elección.
-Tú no entiendes nada cuando hablo y así nos va.
-No, la verdad es que esa paradoja de la Cerveza de Schrodinger no la entiendo.
-Y encima eres un pedante.
-¡Y tú estás preginando nuestros defectos, lo que has dicho que no se debía hacer!
-Es que no me entiendes...
-Para nada. A qué negarlo.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Doña Marta, los libros y el siglo XXI.

-Bueno, mamá. Por fin hemos acertado a traerte a un sitio que te gusta -dijo nuestro protagonista en aquella librería antigua.
-Síhijosmenosmalporqueestoslibrosyanolosveíaenninmgúnsitio
comohabéisdescubiertoestoyvosotrosnooscompráis
nadaquemesabemalqueestéyoaquíbuscandocosas
yvosotrosquehabéisencontradoelsitionisiquiera
compréisnada...
-Nosotros ya buscampos por nuestra cuenta mamá. Voy a ver el catálogo.

Fran se dirigió al ordenador que la tienda dejaba a disposición del cliente para las búsquedas e introdujo los datos de las obras que buscaba en el mismo. Mientras esperaba los datos, Doña Marta se estremeció y palideció:

-Perohijocómoseteocurretocarlosordenadoresdeaquíhaspedidopermisomiraqueponerteatocarlascosasdelatiendaaversitedicenalgoatuedadtodavíaandandocomolosniñospequeñosentodaspartestútecrees
quesepuede...

Juan y Fran rompieron a reir a carcajadas. No podían creerlo. Doña Marta aún no se hacía a la idea de que hoy las búsquedas bibliográficas estuvieran informatizadas.

-Mamá, ese ordenador es el que pone la tienda para que busquemos en el catálogo.
-¡Anda!Yesocómopuedesertodalavidaelcatálogohavenidoenunaespeciedecuadernillosquetodos
sonsultabamosestaissegurosdeloquedecísyonolotocaríaporsiacasoquiensabesiesoesdeverdadparaeso
quedecísvosotros...
Fran, haciendo grandes esfuerzos para contener la risa, tomó a su progenitora de la mano y la llevó ante la pantalla.

-Dime un libro que quieras, mamá, yo te lo busco.
-Pues búscame El Holocausto Español, de Paul Preston.


Nuestro protagonista metió los campos en el ordenador.

-Está en la sección de historia, por la P
-¡Anda! QuégraciavoyabuscaryoaquíenesteotroaversitienenlosdeOliverStones,CesarVidalyalgunos
deloscuentosdeCorínTelladoqueyahevistoalgunascosasdeBrugueraporestatiendayyoquieroesosque
leíadepequeña...
-Pero mamá, eso es la caja regustradora. ¿No has visto que te metías detrás del mostrador?
-Ayhijoyonoentiendonadanosécómoosalaráisconestascosasmodernascuandoyosolaandandoporla
tiendaheenconttradocuatrolibrosquebuscabacómolocomplicáistodoconlobienquesehahechodetodala
vidapreguntando...
-Yo, en cambio, lo que no entiendo es que te sepas libros tan rebuscados y algo tan simple no.

Stranger things.

-Pues parece que últimamente ves pocas series, Fran -dijo Juan a nuestro protagonista.
-Entre trabajo y estudio me falta tiempo
-Eres el único que no ha descubierto las series Netflix.
-Hombre, sé lo que son, pero tengo un montón de libros, tebeos y otras cosas por ver. Además son todas las series producidas de sopetón para inundar el mercado
-Bueno, muchas son de relleno, pero seguro que esta te gustría mucho, Stranger Things.
-Sí, he oído hablar de ella. Es esa de una pandilla de niños que destapan un experimento militar ¿verdad?
-Pues sí, pero a tí te encantaría. Deberías ver aunque sea el piloto. Está llena de homenajes a la cultura popular ochentera, al cine, a Hollywood...
-Bueno, pues voy a verla.

Asñi nuestro protagonista entró en contacto con el ficticio pueblo de Hawkins, donde todo se desarrollaba, el pequeño Will Byers, que desaparecía al principio del primer episodio y la niña telequinetica conocida como Eleven . A lo largo de la primera temporada, nuestro protagonista se emocionó con los recuerdos que le traía la serie sobre falsas creencias extendidas en los 80, el cine de John Carpenter, Spielberg y tantos otros, y el recurdo muy evidente de las películas de pandilla, tipo Los Goonies o Exploradores. No era raro que hubiera aparecido una segunda temporada, porque uno acababa la primera con ganas de más.

-Parece que ahora han redescubierto las cosas de los críos de los 80 -dijo Fran-, porque han salido un montón de películas como Superocho, la nueva versión de IT...
-Seguramente porque habéis llegado a adultos los críos que os identificabais con ellos.
-Será. Pero de todas maneras, í voy a ver la segunda temporada. Gracias por descubrírmela.


Ficha de la serie, aquí.

lunes, 20 de agosto de 2018

Alumnietos.

Fran, Juan y Doña Marta Palacios esperaban en la cola de los helados. Los dos hermanos habían salido con Doña Marta Marta, a la que habían decidido que tenían demasiado abandonada y que en cuanto fuera posible debía ir con ellos a algún sitio. La matriarca de los Gordal Palacios lo agradecía de una forma muy típica de ella:

-Ayhijosmenosmalqueosveounpoco
comoahorasacanpocaspelícuasde
veranohacemospocascosas
juntoscomovosotrosossoleisirde
cervezasytebeosynome
acompañáisnuncaalasmisasylasexposiciones
queyoveocasinotenemosactividadencomún...
-Y hasta ahora tenias tus clases, pero veremos cómo hacemos para que tú veas a mas gente -dijo nuestro protagonista.
-Nosotros tendríamos ya que habernos recogido y haberte dado nietos.
-Ayhijoquecosasdecísyoestoycontentísimadevosotrosaunqueporsupuestoquemegustabatratarconlos
niñosdelinstitutoqueensumayoríamequeríanperodesdeluegosalirconmishijosnoesnadadespreciable
aunqueesverdadqueellos... -aqui Doña Marta paró y miró a la adolescente que había delante de ellos en la cola -.¡Blanquita! Quealegríavertehijacomotevaahoraqueyanoestasconnosotrospareceque
aprobastebastantebientodasaquellasenlasqueteníasprobemas...
-¡Hay que ver, si es la Palacios! -dijo la chica-. ¿Qué tal le va? Ya no va a estar en septiembre ¿no?
-Buenohijayavesquemelasapañosiempreparaencontrarostefuemuybienalfinalconlalengualas
matemáticasnoyellatínqueparecíaquenuncaibasasacarperoquebienentendistetodoloqueyoteenseñéen
historia...
-Ya veo que sigue usted con su ánimo. Le daré recuerdos a todos de usted.

Aquí la respouesta de Doña Marta sorprendió a Juan y Fran:


-Síyatumadrequesiguesiendounadelasalumnasdelasquemásorgullosaestoyqueenselectividadsecomió
elmundoynuncamedioningúnproblemaenclasemira ...-dijo señalando a nuestro protaginista-. Estosonmishijosyaestelevioconseisañostumadre...
-Ah, pues me alegro de conocerlos. Vuestra madre es una de las profesoras más buenas y amables que he tenido.

Y se fue. Nuestros dos protagonistas se quedaron sorprendidos.

-O sea que tus alumnos son menos mantas que nosotros, y ellos ya han formado familias -dijo nuestro protagonista.
-Buenohijosesonotieneimportanciaqueyaveisqueestoyorgullosísimademishijosymisalumnosqueen
ciertomodosonmisdosfamiliasquégraciosaestaniñasehapedidoeltamañomásgrandedespuésde
aderezarlocontodoylodelgaditaqueestáapesardetodoesigualquesumadre...
-A falta de nietos tiene ya alumnietos, Fran -dijo Juan.
-Québuenohijoalumnietosquépalabrasseteocurrendeverdadqueyoosquieromuchoapesardetodopero
símuycuriosoformargeneracionesdeunafamiliaycuandoloveoentiendoporquesiempremegustó
tantísimomitrabajoquemepermitíatenerdosfamiliasyaversiigualquesalgoconvostrosveotambién
alosniños...
-Y tú Fran -dijo Juan-, ¿no te da vergüenza mirarle así las tetas a una menor?
-¿Qué? -respondió nuestro protagonista-. Si no he hecho nada.
-Ayhijoquécosastienescómovaelniñoahaceresosiescasimásinocentequeella...
-Ya veo, al final, el inmaduro y subdesarrollado siempre soy yo -sentenció nuestro protagonista.

jueves, 16 de agosto de 2018

La paradoja chorra del Atlético.

Mientras veía al Atleti recoger la supercopa, nuestro protagonista pensaba. Desde luego era bonigto de ver, pero aquello tenía implicaciones que daban para mucho tiempo de análisis. Juan comenzó con una, esta muy agradable:

-No es sólo el trofeo, Fran, es que han sido netamenmte superiores a los vikingos.
-Desde luego, y además el partido ha sido bueno y emocionante, con muchas alternativas.
-Yo, si te digo la verdad, cuando el Real Madrid se ha puesto por delante no esperaba ya que se pudiera hacer nada.

En efecto, si bien el Atletico de Madrid había sido muy superior todo el partido, con Diego Costa fenomenal, primero en una de sus clásicas carreras y con tiro cruzado, y luego con una gol de colocación, de estar justo en el momento y lugar precisos como los delanteros de toda la vida, el Real Madrid había tenido sus alternativas, y había logrado remontar el primer y tempranero gol de Costa, y durante un cuarto de hora, ya en la segunda parte, había ido ganando el partido.

-También es paradójico que el Atleti, que se ha adelantado, haya dejado al Madrid tener espacios a la contra ¿verdad?
-Sí, esa es otra. Tanto los cerdos como el Atlético es raro que den opciones si se adelantan. Y en la prórroga el Atleti ha llegado mucho mejor.
-Se los ha comido por esfuerzo, como hace siempre. Al final, goles a la contra de Koke y Saúl.



-Con el Cholo en el banquillo, el jugador más bravo y aguerrido que jamás pisó un terreno de juego, y un entrenador inigualable, eso no se negocia.
-Bueno, yo te veo contento pero pareces rumiar algo en tu cabeza.
-Sí, piensa un poco qué.

Juan cavilaba en aquello, cunado un esperpéntico seguidor borracho y tambaleante del Madrid dirigió una de esas chulerías propias de su club y sus lamentable seguidores:

-Bues dendréis muchas supercobas, pero la imbortante no. Nosodroas tenemos 13 de esas.
-¡Ya he caído! -dijo Juan mkientras observaba a ese engendro irse pegando una patada en la pared-.Tenemos todos los trofeos menos la Champions, incluso los dos que se derivan de ganarla, la Supercopa y la Intercontinental.
-Sí, tiene cojones. Nunca hemos perdido la Supercopa una vez que hemos llegado a ella. Y tenemos una intercontinental de rebote, pero el no tener la Champions parece que las devalua.
-Bueno, este año hemos empezado bien para corregir eso, y la final es en el nuevo campo.
-Sí, a ver si de una vez nos quitamos eso, que más que una paradoja es una gilipollez.


miércoles, 8 de agosto de 2018

La enfermedad de Juan con los comics.

-Pues lo tengo decidido, Fran. Me voy a llevar este tebeo. Lo he buscado mucho, desde hace mucho tiempo.
-Te va a salir el Chaykin por las orejas.
-Es que es muy divertido, esto de Power and Glory tiene alegatos tremendos sobre las estupideces del sitema americano.
-Bueno, si e lo que buscabas... ¿Juan? ¿Qué te pasa?
-Mira esto.

Juan se quedó comom hipnotizado encontrando un tomo en grapas y papel de las historias cortas de Alberto Breccia. Fran estaba asombrado, ya que hacía poco se acababa su hermano de comprar esas mismas historietas recopiladas en un tomo mucho mejor y sin embargo estaba fascinado.

-No entiendo, Juan. ¿Vas a volver a coger eso en una edición de mano tirada por ahí?
-Es rarísimo encontrar este material, Fran. En cualquier formato. Soy capaz de comprarlo y dárselo a los del Rastro para que lo tenga alguien que lo aprecie.
-¿Y vas a ranunciar por ello al que ya tenías en la mano que te hacía tanta ilusión?
-Eso es lo único que me retiene.
-Pues yo me llevaría el primero y dejaría ése en su sitio.-
-Sí, tienes razón.

  Juan cogió el comic de Chaykin y se encaminó a la caja a pagarlo. Mientras, en lugar de ilusión por él, iba con una mirada perdida hacia aquel tomillo malo de Breccia.

-No parece que te haga ilusión tu tebeo nuevo.
-Sí, Fran, pero es que lo de Breccia es una joya difícilísima de encontrar...
-Tanto que ya la tenías y mejor.
-No sé si he hecho lo correcto, se va a quedar ahí y a saber quién la pilla. ¡Eso tiene que estar en las mejores manos!
-No he visto que le hayas echado ni una mirada a lo que te has llevado.
-Pero piensa en ese tebo que hemos dejado, tú no sabes lo que significa.
-Pero ¿qué vas a hacer ahora? ¿Vas a apadrinar tebeos que encuentres por ahí?
-Tú no puedes entenderlo, ese tebeo es algo que se va a perder con todo lo que vale.
-No, la verdad es que no puedo entenderlo. A ver, tienes ese tebo en una edicicón mejor, luego tan raro no será. Tienes otro que tú mismo has querido en el bolsillo. Y te preocupa que un número suelto de una publicación periódica acabe en otras manos.
-¿Pero cómo puedes ser tan cacho carne? ¿No ves que si no se ayuda a que se difundan esos tebeos nunca van a conocerse por el gran publico?
-Yo no veo en qué me afecta eso, pero tener el otro...
-Vosotros, los que tragáis sois tan cómplices de la situación del cómic como los de las editoriales.
-Bueno, no voy a seguir porque te estás cabreando, pero la verdad es que lo tuyo con los tebeos es rayano en lo enfermizo.

jueves, 2 de agosto de 2018

Pescado extraterrestre a precios extraterrestres.

-Bueno -dijo Juan Gordal-. Con sheitanm, soja, y carne en conserva halal ya tenemos suficientes cosas raras.
-En realidad, el plato fuerte, la carne, las legumbres son las mismas en todas partes, solo varían las especias, las preparaciones...

Fran y Juan Gordal conocían esa tienda, que era como un supermercado pero de productos propios del sudeste asiático, llevada por dos personas de aquella región, probablemente de Bangladesh. Muchas veces habían pasado por ahí a ver qué encontraban. Habían conocido especias como la cúrcuma, frutos como el babobab, y algunas veces preparaciones desconocidas de carnes y pescados. Pero el plato fuerte era la misma ternera, sardinas, etc.

-Hombre, son humanos. No van a comer tortiugas extraterrestres de esas de enemigo mío.
-Pero algún ave extraña, alguna cosa que no tengamos aquí...
-De eso las especias.

Entonces nuestro protagonista reparó en una cámara frigorífica que había escondida en una esquina de la tienda y que nunca habían mirado. Estaba apartada del camino lógico que seguiría una persona por el recorrido de aquella tienda. Un rincón apartado, fuera del pasillo que formaba la disposición de los productos de la entrada a la caja. Parecía un rincón oculto. Fran preguntó a la dependiente:

-¿Qué hay ahí?
-Pescado -dijo aquella chica de apariencia hindú.
-¿Pero qué pescado?
-De río y mariscos.
-¿Puedo verlo?
-Claro.

Nuestro protagonista miró a través del tope transparente de la cámara frigorífica, y en efecto había peces rígidos congelados. Pero no eran truchas o barbos. Por primera vez Fran vio lo que le extrañaba no haber visto en aquella tienda: eran peces exóticos de los que sólo se veían en documentales del amazonas y ríos exóticos: peces gato, de colores, con dientes sumamente aparentes... Y del tamaño cada uno de un hombre desde la cintura hasta la cabeza. Estaban bien clasificados, señalados y etiquetados, eso sí, y Fran leyó de dónde venían: Zimbabwe, Birmania...
Eran los peces que salían en los documentales de Monstruos de río


-Sí que tenían cosas raras, sí -dijo nuestro protagonista-. Pero nadie se llevará un bicho de este tamaño y congelado si no tiene un restaurante.
-Pues no has visto lo que hay aquí, Fran -le dijo Juan-. Caracoles gigantes, pulpos de colores, cangrejos de formas inverosímiles...
-¿Podemos comprar algo?
-Otro día, parece que los precios no nos convienen -dijo señalando una etiqueta.
-Vaya, o sea que tanto buscar, y cuando por fin encontramos cosas raras están caras.
-No me parece raro. Por la forma el bicho este podría ser de Marte.

Reflexiones por el calor.

-Pues sí, Fran, no veas el calor que hace aquí -decía por el teléfono Carolina Gordal cuando llamaba desde Núremberg, que era una de las escalas que estaba haciendo en su viaje por Alemania con Alvarito.
-Aquí hemos tenido un mes de julio bueno, pero dicen que ahora en agisto nos vamos a joder vivos -contestaba nuestro héroe.
-Bueno, eso allí en Agosto es normal.
-Y en Alemania, por lo visto, no.
-No, mira que creíamos que nos íbamos escapar un poco del calor, pero ya ves, nos han jodido los planes.
-Bueno, por lo menos vosotros salís. A mí me parece peor quedarse aquí sin posibilidades.

Y es que nuestro protagonista estaba harto de ver reportajes de gente bañándose en ríos o en la playa quejándose del tiempo lógico de la estación. En Madrid quizás fuera auosugestión pero estar ante el mismo paisaje de siempre, sin más posibilidad de refrescarse que las piscinas de pago acrecientaba la sensación de calor.

-Pues ya lo oyes -decía Juan- Lo que aconsejan es a las horas de más sol quedarse en casa y beber mucha agua. Y no intentar cambiar de temperatura a lo loco metiéndose de sopetón en el agua fría o tomando líquidos helados.
-Pues curiosamente yo eso es lo único que puedo hacer y la sensación es de más bochorno.
-Eso es sugestión porque te gustaría salir y no puedes.
-En cambio a mamá parece que no le afecte. Viene siempre jadeante y sudando pero tan feliz.
-Pues yo creo que ella es quien más necesitaría salir

Entonces Doña Marta llegó de la calle y antes de que nadie pudiera saludarla empezó a soltar una de sus diatribas:

-Ayhijosquebienmelohepasadoyesoquehacecalorcalorónahorametomaréunvasodeaguaqueyavesis
comosudoperobuenomelopasodemaravillaenlacalleperoelañoquevienevosotrosveréiscomolohacéis
perotenemosquesalir...
-Desde luego mamá. Debe ser nuestro objetivo de aquí a un año. No quedarnos en casa reflexionando sobre el verano.

miércoles, 1 de agosto de 2018

La tentación vive arriba, la cima de las comedias veraniegas.

-Parece mentira lo pocas y malas películas que sacan este verano en el cine -dijo nuestro protagonista.
-Ya ves -dijo Juan Gordal, el verano que era la época de las aventuras y las superproducciones.
-Ni siquiera eso es necesario. Acuérdate de La tentación vive arriba.
-Es verdad, ya no se hacen películas como aquellas.

Mira que La tentación era una película con un argumento manido, el del hombre de mediana edad que se queda sin vacaciones mientras su familia está fuera, y recibe la visita de una chica joven que despierta en él sus deseos y fantasías más oscuras, hasta que un poco por convicción y un poco por miedo a realizar sus ideas se imagina tan terribles consecuencias para su familia que sale a toda leche a buscarla. Pero es que las cosas sencillas bien hechas suelen ser las que marcan las diferencias entre los fuera de serie y los que simplemente tienen algo de talento. Y al frente estaban uno de los grandes directores y una de las grandes estrellas del cine de siempre.

-Mira que es topiquísima, una comedia de verano, con lucimiento de la chica guapa del cine del momento, con el protagonista torpe, con poco decorado...
-Es que el director era Billy Wilder y la protagonista Marilin Monroe.
-Yo es que me descojonaba cuando el tío se las quiere dar de refinado y pone un disco de mñusica clásica.
-Sí, que ella le responde que ha notado que era música clásica en que no cantan.
-Y el tío era muy gracioso. Era un actor cómico muy bueno. ¿Sabes si volvió a tener buenos papeles?
-Bueno. Fue un secundario de lujo en varias comedias. Y a esta llegó porque había representado el mismo papel en la obra teatral de Broadway.
-Ya ves, alguien que dirija bien solo necesita un único decorado, un cara de palo que venga del teatro y una chica mona y de una peliculilla graciosa para el verano te saca una obra perdurable.
-Y ahora se gastan presupuestos diez veces mayores en películas mucho peores.
-Es que eso es lo difícil, lo que hace grande una película. Que con una comedieta de verano sean capaces de dejar incluso iconos del cine de los 50
-¿Te acuerdas cuando la Ana Obregón intetó imitar lo de la falda y el metro?
-Joder si me acuerdo. De hecho ese recuerdo es lo único malo que ahora le encuentro a esa película.
-Pero esd bueno que lo hicieran para remarcar su grandeza.

Ficha de la película, aquí.