viernes, 8 de mayo de 2020

Un cumpleaños confinados.

Estaeslaensaladilla
hijoestámuybuena
aunquequizáyo
hubieratreidocordero
perosivostrosqueríais
estooslotraigoque
loquequieroesque
todoelmundoesté
muycontentoenmi
cumpleañosahora
voyacoger
algodepostre...
Me siento un poco raro, mamá, celebrando un cumpleaños sin reunirnos con la familia, sin poder traerte un regalo...⸺dijo nuestro héroe sintiéndose un poco estúpido por no haber tenido la previsión de pedir por internet algo para su madre unos días antes.
Yo te iba a preparar una comida, pero he creído que era mejor que te trajeras tú lo que querías.

Desde que se se declarase la plaga que tenía recluida en sus casas a la tercera parte de la población del planeta de nuestra protagonista, la familia Gordal Palacios había visto en la tele reportajes sobre gente, usualmente niños, que recluidos en sus casas habían cumplido años. Solían aparecer en la tele porque a través de balcones o de videoconferencias les intentaban hacer una fiesta y llevar una tarta o regalos. Doña Marta había dicho varias veces que esperaba que para su cumpleaños ya se hubiera levantado el confinamiento, pero al llegar su día, si bien ya se permitían salidas a la calle bajo ciertas condiciones, la pandemia seguía presente. Dado que la matriarca de los Gordal Palacios había pedido varias veces ocuparse un día de la comida, Juan, que usualmente compraba y preparaba en aquella época, le dejó que lo hiciera en su cumpleaños. De modo que extrañamente, lo que recibía Doña Marta era ocuparse de una tarea que normalmente le evitaban.

Ayhijossinopasanadateníamuchasganasdeprepararunacomidaydesaliralacalleyverlagentehayquienmedicequeestoymásguapaoqueteníanganasdevermemepreguntancomohepasadoelconfinamientopero
loquemásmehagustadohasidoescoermelatarta...
Esto no puede quedarse así, mamá. Te hemos fallado ¿Qué quieres o qué necesitas? En cuanto abaran las tiendas lo tendrás.
EstoybienconvosotroshijossiacasocambiaríaquevenganCarolinamihermanayAlvaritosoislomás
importanteymehabéisayudadomuchoteniéndomebienlacasayvigilandoquenomeexpusieraenla
cuarentenanituvieraquehacernada...

Entonces Fran recibió una señal que no conocía en su móvil. No le anunciaba una llamada, sino una videollamada, algo que antes del confinamiento no había hecho nunca. Era Carolina quien apareció en la pantalla de su móvil. Fran se sorprenció un instante, pero luego comprendió:

Pues yo ni sabía que esto se podía hacer ⸺dijo nuestro protagonista.
Ya ves, Fran. ¿Dónde está la del cumpleaños? ⸺contestó Carolina a través de la pantalla.


Doña Marta, que estaba al lado, intervino con muchas ganas al ver aquello.

Ayhijaquealegríaverteibaallamarteyoperoestoesincreíbleyyoqueibaallamarteydecirtequenopoder
verteeralopeordeldíayquenopoderhablarteenpersonaeraterribleyquetengoqueprepararteotracomida
porquetútemerecestodo...
Mamá, precisamente quiero preguntarte qué querías para ti.
Aytodosconlatonteríahijopuesloquequieroestenerosmuchosañosmegustaríadarteuntrozodetartay
abrazarteperomehagoaloquehayparamidescubrirelcosoestedelapantallitayaesalgoincreiblequeno
sabíaniqueexistíatengoqueaprenderausarlo...

Oyendo esto Fran pensó en regalos inmateriales para su madre. Vio que su hermana había logrado darle una alegría muy grande con algo muy simple. Y propuso:

¿Quieres en espera de algo más que te enseñe a usarlo, mamá?
Túmeenseñashijohayqueilusionesperoaprenderrapidoqueyonopensabaenestohastaquenolohevisto
peroesincreibleyyanosehacenllamadasnormalesperoloprimerotendrásqueexplicarmedondetieneeste
móvillosbotones...

Oyendo aquella pregunta sobre un móvil de pantalla táctil Fran se asustó pensando en la tarea que tenía por delante. Pero era por su madre y lo haría. A fin de cuentas bastante había metido ya la pata no previendo nada para aquella fiesta. Y hacer que Doña Marta pasara muchos años feliz era su deber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario