jueves, 17 de junio de 2021

El último vulnerable.

 


Pues sí, tengo que irme

a que me vacunen —dijo

Juan Gordal a nuestro

protagonista.
Pues llegó el día.

Bueno, corre. A mí

todavía me toca esperar.

Ya me gustaría que me llamaran
aunque fuera de forma tan chapucera.

Y es que ninguno de los familiares de nuestro protagonista que iban recibiendo la dosis de inmunidad
para la pandemia que sufría el planeta de nuestro protagonista, y que, poco a poco, iba siendo doblegada
había sido avisado con más de doce horas de antelación. Pero eso era lo de menos. Nuestro protagonista
veía a todo el mundo a su alrededor ya protegido y él aún expuesto. Y no sabía cuando y cómo le iban
a avisar para vacunarse.

Bueno, Fran, eso significa que aunque te acercas a otra edad crítica aún eres joven.
Sí, lo miro de ese modo, pero se me hace raro ser el único que aún tiene que extremar las
protecciones, que embadurnarse de gel...
No sé si te has fijado en que el gel está cada vez más barato. Y la moda pandemia también parece
declinar.
Es una suerte vivir en esta parte del mundo, que ya ves en la tele cómo están las cosas. Pero yo
soy el único que aún puede tener un disgusto con este virus.
Hombre, Carolina y yo aún no hemos recibido la segunda dosis. O sea que todavía estamos
expuestos y encima somos más viejos.
Venga, anda, sal que ya se te hace tarde.

Y mientras Juan se iba Fran leía una vez más los protocolos de inmunización, los tramos de edad,

las cifras que había dejado el virus... Seguía comiéndose la cabeza, en suma. Bueno, intentaba

consolarse. También soy el que parece más probable que pudiera superar esta enfermedad si la acaba

cogiendo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario