lunes, 21 de abril de 2025

Un lugar para las gafas

 

 

¡Pues yo sin
gafas no puedo 
estar!—gritó 
Juan Gordal—Ahora
 vienen los 
días de sol
 y las necesito.Bueno, cálmate.
 ¿estás seguro de haberlas traído a casa? —dijo nuestro protagonista.Sí, porque en el trabajo no estaban.

Los Gordal Palacios llevaba tres días a vuelta con aquella pérdida de las gafas de sol del
mediano de los hermanos, que, ante la llegada de la primavera y los días de claridad
necesitaba protegerse los ojos.

¿No podrías haber tenido los ojos oscuros como Cárol y yo? A mí el sol no es que me 
guste sobre la vista, pero puedo resistirlo.Déjate de tonterías, si no aparecen me tendré que gastar 200 pavos en otras y no tengo
 nada de ganas.

De pronto Fran encontró las gafas de su hermano sobre una pila de libros de una de las
estanterías de su casa. Se lo indicó a Juan.

¡Muchas gracias, Fran! ¿Ves cómo cuando quieres no eres un cachocarne? —dijo Juan.Bueno, ahora preocúpate de dejarlas en un sitio donde las tengas controladas. Que nos has 
dado tres día insufribles.

 Juan se quedó pensativo y de pronto expresó una idea sorprendente:Allí donde estaban es buen lugar —comentó.¡¿Qué?! ¡Pero si has estado tres días revolviéndolo todo por tenerlas ahí!Pero ahora lo sé y el sitio me ha convencido. Nada, está decidido.Vale, pero yo no vuelvo a buscarlas —sentenció Fran. 


La meca del deporte mundial

 


Nuestro hombre observaba aquella foto con curiosidad. Fernando Alonso, el primer
piloto de su país que había ganado un título de Fórmula 1 posaba con la diseñadora
del casco que iba a usar en el gran premio de Arabia Saudita. La foto había
levantado polémica porque la diseñadora en cuestión aparecía totalmente cubierta
salvo una leve franja en torno a sus ojos por un niqab. Lógicamente no se vio con
buenos ojos que se blanqueara la sumisión de la mujer en esos países.

No me importa mucho, yo nunca he sido fan de la Fórmula 1. 
Pero últimamente cuando uno ve cualquier cosa relacionada con el deporte aparece Arabia Saudí en
 el panorama—dijo nuestro protagonista.Les interesa mostrar otra cara al mundo y tienen mucha pasta. Yo nunca creí que ese país se pudiera
 convertir en un centro importante del boxeo—comentó Juan Gordal,Pues poca cara van a mostrar así.

Fran hacía cuentas en su cabeza de los eventos que se habñian quedado en el país arábigo: la
supercopa de fútbol de varios países europeos, entre ellos el de nuestro protagonista, un
próximo mundial de fútbol, la fórmula 1, el Rally Dakar, grandes campeonatos de boxeo...
A ello había que sumar la intención expresada por los jeques de convertir también el país en
un centro de la industria de los videojuegos, de festivales de cine y de entretenimiento en general.

Dicen que es que como se acaba el petróleo, quieren diversificar su economía y promocionan 
el turismo, el entretenimiento... Ahora, también se ve mucho por donde invierten que a través 
de lo que nos gusta en occidente quieren blanquear su régimen integrista y sus abusos —dijo 
nuestro protagonista.Bueno—dijo Juan—, también durante mucho tiempo el espectáculo era cosa de los yanquis y 
también nos ha hecho ver el país como muy guay cuando hay desigualdad, abusos capitalistas
 a punta de pala, racismo...

Esta respuesta sorprendió a nuestro protagonista, pero debía admitir que su hermano tenía
razón. La táctica de blanqueamiento del país asiático no difería mucho de las de otros que eran
mejor considerados en el panorama occide

Bueno, puede que tengas razón. Pero me repatea.Pues ya sabes, deja de seguir todo el deporte que ves—le dijo Juan.¡Ni de coña!—respondió nuestro protagonista—. Además prefiero a los saudíes, que al 
menos tienen unos principios y una cultura, aunque no nos guste, antes que los yanquis.Bueno, eso habrá que verlo. Pero de momento yo sólo digo que el hecho de que ellos se 
metan en este mundillo tampoco cambia tanto las cosas. Ahora la meca, nunca mejor dicho, 
del deporte, está en Arabia Saudí. 


miércoles, 16 de abril de 2025

Una pascua diferente

 


Fran abrió el huevo de pascua que habían comprado los hermanos Gordal Palacios
para aquel lunes especial. La Semana Santa terminaba con un día más de fiesta y
de celebración y aunque se daban cuenta de que había sido una festividad
diferente a las que estaban acostumbrados se pusieron a hacer balance.

La verdad es que trabajando todos, como
 ha tenido que ser este año, esta semana
 es un poco rara—dijo Juan GordalBueno, yo tuve libres los días importantes y tú has tenido celebraciones en el
 trabajo. El ambiente se ha sentido —comentó Carolina.Hemos estado bien en la casa y he sido capaz de preparar torrijas y además llevar
 el estudio de ese examen del día 10. Ojalá consiga ese puesto —dijo Fran.Creo que todos somos conscientes de lo que ha fallado, nos faltaba la persona 
çque más vivía esta época en casa —habló JuanBueno, ojalá sea cierta la creencia de mamá y lo haya visto desde donde esté 
—respondió Carolina.Hay que acostumbrarse porque así es la Semana Santa a partir de este año. Pero
 no ha estado tan mal. Ha habido descanso, torrijas, películas de la época... —comentó 
nuestro protagonista.Lo que no hemos tenido han sido oficios ni vigilia pascual, que tanto llenaban a
 mamá —comentó Carolina.Bueno, pero mira, hasta tenemos un huevo Kinder gigante y varios proyectos en
 el futuro.Eso es verdad. Se supone que celebramos una resurrección estos días y nosotros 
también nos hemos preparado para nuevas cosas —dijo Carolina.Así es siempre. La vida sigue y aunque de forma distinta las fechas especiales 
siguen ocurriendo.Pues a mí no me importaría que se perdieran estas celebraciones —intervino Juan.Ahí lo tenemos —concluyó Fran—. El carácter y el espíritu de la gente y las épocas
 permanecen. 


miércoles, 9 de abril de 2025

Semana santa 2025

 


Nuestro protagonista caminaba junto a Carolina Gordal por la ciudad cuando se
encontraron un ensayo de unos costaleros sacando a hombros un paso de semana
santa. Dentro de pocos días comenzaría esta etapa tan característica del año,
con todo el mundo planeando diversas formas de pasarla.

Se hará raro vivirla sin mamá, que tanta energía cogía estos días para todo el año —dijo Carolina.Pero seguro que querrá en el cielo o donde esté que lo pasemos bien —respondió nuestro
 protagonistaYo tengo que trabajar esos días. La verdad es que a mí me toca la semana más chunga.Bueno, yo ya tengo un programa pensado.Si tampoco puedes irte. Tú en casa comiendo torrijas, eso sí.Que no falten pero tengo apuntadas actividades para todos los días.¡No me digas que ahora vas a ir tú a  las procesiones y oficios!En absoluto, si tú me conoces. ¿Cómo iba yo a hacer eso?¿Entonces qué tienes pensado?Si lo has visto todos los años, Cárol. Ahora empieza la temporada en que las cadenas de 
televisión ponen todos los Peplum clásicos, todas esas películas con Charlton Heston, Victor 
Mature, Jean Simmons... Y no olvidemos a los secundarios como ese que salía con barbas 
blancas en todas esas películas.Te las sabes de memoria, no entiendo que te las tragues otra vez.Vamos, Cárol, si tú acabas viéndolas conmigo. Cuando todos dan la cara por Espartaco siempre
 te emocionas. Y con la carrera de cuádrigas te pones en pie.En eso tienes razón, pero no me siento tres horas a verlas.Además siempre queda alguna por ver. Para mí eso es una gozada.Espero que lo disfrutes.Esos son mis pasos y mis santos. Y que nunca dejen de ponerlas.Otros llevan a hombros sus santos.Para mí esas estrellas no son santos, son dioses, ¡Viva la semana santa!


miércoles, 2 de abril de 2025

Mancuernas bien.

 


Pues sí, Fran Resulta
 que llevamos años
 haciendo mal las
 pesas. Hay que
 hacerlas alternas 
entre los brazos
 —dijo Juan 
Gordal a nuestro
 protagonista.Joder, pues la
 verdad es que
 teníamos los
 brazos bastante bien para hacerlas mal.Yo no sé, yo lo que te puedo decir es que me he puesto a mirarlo y he visto en varios sitios
 de internet que decían eso.Bueno, pues les haremos caso, que peor no vamos a quedar. Ahora, me extraña —dijo Juan.


Los dos hermanos llevaban mucho tiempo haciendo una tabla de ejercicios cinco días a la
semana que incluía varias series de mancuernas. Como sabe quien haya seguido este blog
había dado resultados, pero de vez en cuando descubrían los hermanos algún detalle que
fallaba, o al menos que se podía mejorar en su rutina.

También eso hace que la cambiemos, que siempre la misma no es buena —comentó 
nuestro protagonista.Yo creo que lo que hacemos por nuestros propios medios en cuestión de ejercicios es 
la leche —respondió Juan—. Pero siempre se puede mejorar.

Pasados algunos días de empezar a realizar la serie de pesas como habían visto los
hermanos que debía hacerse, nuestro protagonista descubrió a Juan mirándose al espejo
durante tres cuartos de hora.

Bueno, ¿qué haces? —preguntó.Nada, es que estoy viendo el efecto de unos pocos días de esas pesas y se nota, se me han
 puesto los brazos como Popeye.Yo ya los tenía bastante bien antes.No empieces como siempre. Lo que encontré mejora mucho nuestros ejercicios.Bueno, pues lo seguiremos haciendo sin problemas.Vale, pero tienes que reconocerme mis méritos.Sí, y adorarte también y ponerte un monumento a ti y a las pesas. Anda, vuelve a la realidad.Eso, que la realidad de mis fuertes brazos me encanta. 


Las baldosas recurrentes

 

 

Esta vez va a ser
 la buena, ya lo 
veréis. Me he 
visto los 
videos tutoriales 
de You Tube y
 tengo todo el
 material necesario 
—comentó orgullosa Carolina Gordal.Bueno, pues mucho ánimo si tienes ganas de hacerlo —comentó nuestro protagonista—.
 Pero lo hemos intentado muchas veces y nunca ha quedado bien. Igual ya valdría la pena
 llamar a alguien que sepa del asunto y nos lo haga.¡Quedó perfectamente! Pero vosotros no habéis cuidado mi obra —intervino malhumorado
 Juan Gordal. 

En la casa de los Gordal Palacios llevaban bastante tiempo sufriendo el problema de esas
tres baldosas problemáticas en el pasillo que se habían roto desde la última reforma y que
no había forma de reponer bien. Juan Gordal lo había intentado con varios tipos de cemento,
varias compras de baldosas y muchos esfuerzos pero sus reparaciones habían durado muy
poco. Ahora le tocaba intentarlo a Carolina Gordal. Había traído su propio material, se había
informado en You Tube y había consultado Rafael, su novio actual Estaba segura de poder
arreglar el problema.

Da mucha confianza que mi cuñado me haya contado cómo se arregla esto —dijo nuestro
 protagonista mientras Carolina se arrodillaba y trabajaba.Si no tienes nada bueno que decir no jodas. Cuando uno está trabajando no se le molesta.

En eso Carolina tenía razón. Nuestro personaje la dejó trabajar y cuando acabó observó a su
hermana vigilar durante horas su obra,

No se van a ir ni a salir huyendo ¿eh?Bueno, yo sólo os pido que no las piséis en unos dos días.Por supuesto, eso está hecho.


Así durante los dos días siguientes los tres hermanos hacían auténticas acrobacias en aquel
pasillo para no pisar la obra de Carolina. Por fin pudieron reanudar la marcha.

La verdad es que ha quedado bastante bien —reconoció nuestro protagonista.Deberíais llamar los dos a Rafael y pedirle perdón por dudar de él —dijo Carolina.Igual sí, lo reconozco. Ahora voy al baño —intervino Juan.

Al pisar Juan en el pasillo un crujido alertó a los hermanos. En efecto al pisar Juan se habían
vuelto a romper las baldosas y todo el trabajo anterior no había servido de nada.

Pues tu novio nos la ha pegado pero bien —gritó Juan.¡Esto lo has hecho aposta porque lo tuyo fue una mierda y lo mío quedó bien y no has
 podido soportarlo! —respondió Carolina.Entonces ahora, ¿ya podemos llamar a alguien que sepa y que nos lo haga? —concluyó 
nuestro protagonista.