—¿Ya estás otra
vez viendo pelis
de esas de acción
de los 70 que
tanto te van?—preguntó
Carolina Gordal a
nuestro protagonista. —Sí, un exponente
típico del género,
con Clint Eastwood
y Sondra Locke en
papeles de
policía y testigo protegida que acaban juntos. —Ya me imagino, una de acción de las de antes del tío muy macho y la chica que es un
estorbo y se cepilla el héroe a todos los malos y después a la chavala. —Bueno, en líneas generales sí, pero yo no diría que aquí Sondra Locke sea una chica
desvalida y mansa. Es muy valiente y tiene ideas, aunque el rol de una y otro es innegable.
En esta ocasión nuestro personaje contemplaba Ruta Suicida, dirigida por Clint Eastwood
en persona en 1977. La historia nos habla de un Ben Shockley, un policía de la ciudad de
Phoenix, en Arizona, que debe desplazarse a Las Vegas para traer desde allí a Gus Mally,
una prostituta cuyo testimonio es clave en un caso de la ciudad arizónica. Por el camino
se dan cuenta de que en Las vegas, ciudad del juego son el centro de una apuesta centrada
en si llegarán a su destino o no y poco a poco la trama se va complicando al aparecer
implicados personajes muy poderosos e interesados en que no alcancen su destino. Ni que
decir tiene que Shockley está decidido a cumplir su misión contra viento y marea y que Mally,
a pesar de sus reticencias acaba colaborando con él.
—Mira por ejemploque Mally es la que muy a menudo ve los giros de guion de la trama—dijo
nuestro protagonista. —Sí, pero es una prostituta. Muy típico. Y machista. —Sí, los roles son clásicos, pero la película consigue atrapar la atención de cualquiera que
la vea y no puede decirse que Mally sea un mero estorbo. Y además no es una película para hablar de roles de género. Es para entretener y eso lo logra plenamente. Tengo muy buena opinión de ella y recomiendo su visión. —Vale igual un día la veo—dijo Carolina. —Pues harás bien—sentenció nuestro protagonista.
Ficha de la película, aquí.