sábado, 17 de mayo de 2025

Variedad sin gusto

 

 

¿Y esta barra
qué diferencia
 tiene con la
 de al lado?
―preguntó
 aquella 
señora de 
cierta edad 
cuando Fran
 pasó por su
 lado en el
 Supermercado.Esta es de tres cereales y la otra es sólo gallega―le respondió el encargado¿Y no tenéis una tostada normal? ―continuó la anciana.

 La verdad es que la gente más joven se había ido acostumbrando, pero en parte tenían razón 
esas personas de cierta edad que no acababan de acostumbrarse a ciertos productos, de los que
 los más típicos eran el pan y los yogures, que desde hacía algún tiempo ya habían pasado de 
ser un único producto tipo a miles de variedades que en muchos casos no aportaban nada. 
Recordaba nuestro protagonista que, en su infancia, al comprar un yogur sólo había que pensar 
de qué sabor lo quería uno. Ahora los había sin lactosa, enriquecidos con varios elementos 
químicos, azucarados, de estilo griego o natural, etc. Mientras se hacía esta reflexión Fran
 observó el stand de la leche, donde también las había incluso enriquecidas con calcio 
(??????????!!!!!!!!!!), cuando resultaba que el calcio había sido siempre el principal aporte 
de este blanco y nutritivo líquido.  Pensaba nuestro protagonista que precisamente las 
mujeres de la edad de la que había visto tendrían una gran confusión viendo aquello, ya 
que precisamente por las afecciones típicas de ese colectivo el asunto del aporte de calcio 
no era menor. Luego pasó por el estante de los chocolates y también los vio de múltiples 
tonalidades y rellenos. Algunos más que chocolates parecían bollos recargados con la
 mayor cantidad de azúcar que no aportaba nada. Y lo mismo ocurría con las galletas, que
 de las maría y las príncipe habían pasado a una variedad interminable de formas, tamaños,
 sabores y mezclas imposibles con cereales y otros aditivos. Las mejores eran unas
 que prometían un aporte de frutas y vitaminas para los niños que harían que esos 
pequeños comieran la cantidad necesaria de vegetales con gusto. La lista se haría
 interminable. Mejor dejarlo ya. Nuestro protagonista se dirigió a comprar lo que
 había ido a buscar, un paquete de harina. Ahora sólo quedaba escoger entre la 
especial para rebozados, la de repostería, la normal para múltiples usos, etc, etc.



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