―¿Y esta barra
qué diferencia
tiene con la
de al lado?
―preguntó
aquella
señora de
cierta edad
cuando Fran
pasó por su
lado en el
Supermercado. ―Esta es de tres cereales y la otra es sólo gallega―le respondió el encargado ―¿Y no tenéis una tostada normal? ―continuó la anciana. La verdad es que la gente más joven se había ido acostumbrando, pero en parte tenían razón
esas personas de cierta edad que no acababan de acostumbrarse a ciertos productos, de los que
los más típicos eran el pan y los yogures, que desde hacía algún tiempo ya habían pasado de
ser un único producto tipo a miles de variedades que en muchos casos no aportaban nada.
Recordaba nuestro protagonista que, en su infancia, al comprar un yogur sólo había que pensar
de qué sabor lo quería uno. Ahora los había sin lactosa, enriquecidos con varios elementos
químicos, azucarados, de estilo griego o natural, etc. Mientras se hacía esta reflexión Fran
observó el stand de la leche, donde también las había incluso enriquecidas con calcio
(??????????!!!!!!!!!!), cuando resultaba que el calcio había sido siempre el principal aporte
de este blanco y nutritivo líquido. Pensaba nuestro protagonista que precisamente las
mujeres de la edad de la que había visto tendrían una gran confusión viendo aquello, ya
que precisamente por las afecciones típicas de ese colectivo el asunto del aporte de calcio
no era menor. Luego pasó por el estante de los chocolates y también los vio de múltiples
tonalidades y rellenos. Algunos más que chocolates parecían bollos recargados con la
mayor cantidad de azúcar que no aportaba nada. Y lo mismo ocurría con las galletas, que
de las maría y las príncipe habían pasado a una variedad interminable de formas, tamaños,
sabores y mezclas imposibles con cereales y otros aditivos. Las mejores eran unas
que prometían un aporte de frutas y vitaminas para los niños que harían que esos
pequeños comieran la cantidad necesaria de vegetales con gusto. La lista se haría
interminable. Mejor dejarlo ya. Nuestro protagonista se dirigió a comprar lo que
había ido a buscar, un paquete de harina. Ahora sólo quedaba escoger entre la
especial para rebozados, la de repostería, la normal para múltiples usos, etc, etc.
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