domingo, 28 de julio de 2019

Entrenar como católicos.

 - Pues cuando no es el calorón es otra cosa, pero el caso es que llevamos sin entrenar con regularidad un huevo - dijo Fran. 
 - Qué geta tienes, tú tampoco es que pongas mucho énfasis - respondió Juan. 
 - Al menos me levanto y me visto por las mañanas, más de lo que haces tú. 

 La verdad es que los dos hermanos tenían en mente el volver a entrenar y ponerse en forma, pero por una serie de circunstancias de lesiones, olas de calor que lo desaconsejaban, enfermedades, etc, llevaban mucho tiempo sin poder retomar en serio. Además, Fran observaba una cosa desde hace tiempo :

 - Además cada vez veo más gente ir por la calle en forma, que corre, que se les nota visiblemente que vienen de hacer algún deporte... Lo raro ahora es no hacer nada -dijo Fran. 
-Bueno, no sé por qué dices eso - respondió Juan. 
 - Mira a tu alrededor. A las nueve de la noche se ven personas corriendo, ese grupo de tíos que claramente son de un equipo de futbito...

 - Eso sí es verdad. Y se ven muchos gimnasios nuevos que abren - observó Juan- Como éste - añadió señalando uno. 

 Y dentro del gimnasio los dos hermanos vieron la prueba definitiva de lo que hablaban : a esa hora, una joven musulmana, de ésas que se ven a veces en la televisión, especialmente en años de olimpiadas o competiciones de atletismo, vestidas con la ropa deportiva más moderna, pero veladas y dentro de la ortodoxia de su religión, estaba entrenando en los aparatos de aquel establecimiento. 


 - No voy a entrar en si es una mujer realizada, si así la tienen sometida... - comenzó a decir Fran- El hecho es que hasta una musulmana ortodoxa con velo está entrenando ahora. 
 - Pues sí - sentenció Juan -. Esa chica nos ha sacado los colores. 
 - Pues entrenemos como buenos católicos. 

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