Paseando por Madrid Juan y Fran Gordal veían anuncios de las
últimas novedades que las plataformas online ofrecían en
series. Todo el mundo parecía haber descubierto ahora el formato
series. Ocupaban el centro de muchos debates culturales y se veía
cada vez a más personas del círculo de la antigua cinefagia y de
los lectores de Pulp hablando de ello y presumiendo de conocer
de haber visto tal serie y tal otra.
-Y en cambio, en la cartelera de cine, cada vez es más difícil
encontrar cine que no sea de franquicia o pensando en grandes
superproducciones -dijo Juan Gordal-, al menos en el cine o el
sistema americano, la serie B ha quedado relegada a las series.
-Pues sí. Porque los que antes decían ser cinéfagos, ahora se
ven una serie en dos días. Es paradójico que las series que se
idearon para el formato televisivo pasen a ocupar nicho de mercado en
serio cuando ya casi no se emiten por ahí. Es lo que me sorprende,
el consumidor de series actual tampoco se pàrece al clásico.
-Y las usan como herramienta de información, con series como la
de Chernobyl o Alcasser, muchos creen que han descubierto la pólvora
y saben más del sistema soviético o de ese crimen que cualquier
experto.
-Y gente muy aguda, como Juan Manuel de Prada dicen que las están
usando para meter ideología y propaganda, por ejemplo, siempre según
De Prada, que yo no he visto lo de Alcasser ni lo pienso ver, usanese caso para hacer propaganda del feminismo actual.
-Joder, ¿ahora caes del guindo? Y Chernobyl, y El
Mecanismo, que son propaganda clarísima...
-No sé, precisamente tengo la impresión de que este boom es
artificial. Y a lo mejor es por eso, aunque no se puede negar que se
han hecho también series buenas y entretenidas sin más intención
que la diversión. Pero lo que más me sorprende, es que sea porque
antes no había los medios de ahora, o por gusto, ya la gente no ve
un capítulo para pasar la última parte del día, se mete la serie
entera de un tirón. Y las plataformas parece que las publicitan así,
pensando en eso.
-Las series se han gentrificado, como se dice ahora, Fran. Ahora
se han convertido en algo que se vende al gran público despojándolo
de su esencia, de ese cariño semanal que antes tenía el televidente
con sus personajes.
-Bueno, eso pasa con todos los productos, no me preocupa que se
hagan series en plan industrial y borrego. Lo que me preocupa es la
casi desaparición del cine de Serie B.
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