jueves, 5 de septiembre de 2019

Gente que sabe de cervezas.



-Bueno, esta tostada no está mal -dijo Juan Gordal-, pero luego me va a dar un pelotazo a la cabeza...
-Joder, pues no la pidas. Tenías un huevo más de cervezas para pedir.



Los dos hermanos habían salido a comprar comics aquella tarde, aunque no habían encontrado de su agrado. Acabando pronto la salida y con dinero en los bolsillos decidieron ir a aquella cervecería que había aparecido en su camino y probar cervezas de una enorme variedad que no conocían. Observaron, además, que varios clientes de aquel establecimiento exhibían, de forma pedante y afectada conocimientos sobre cervezas que en muchos casos no eran tales.



-Tampoco se van a morir por reconocer que no tienen ni puta idea -dijo nuestro protagonista-. Yo no la tengo y no me importa reconocerlo.
-Ya ves, un notas ahí intentando hablar de taninos y de rubias, y no sabe distinguir una sin de una Heineken.
-Carolina y Alvarito disfrutarían mucho aquí. Ellos sí que saben un poco de esto. No mucho, pero algo.
-Joder, Fran, te caes rendido ante cualquier gilipollez que te digan. Mira, lo que tienes que hacer es aprender tú si te interesa, que aquí vienen tontolos de todas parte y presumen.



Mientras su hermano decía esto, Fran quedó cautivado por las dos últimas personas que hubiera esperado encontrar ahí. Como queriendo confirmar las palabras de Juan, dos jóvenes musulmanas veladas entraron ahí.


-Pues tienes razón, viene de todas partes.
-No me digas que esas saben de cervezas más que nosotros.



Los dos hermanos no eran los únicos que habían reparado en ellas, las miradas de casi todo el local se dirigieron a aquellas chicas. Y ambos hermanos observaron que les servían una botella verde semejante a la Heineken.



-Pues no saben tanto si aquí piden eso -dijo Juan
-Menos aún, es un Sprite, no una Heineken.
-Bueno, daño no han hecho a nadie.
-No, y allá ellas y sus costumbres.



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