martes, 30 de julio de 2024

Jugar al Tetris con la comida

 

 

Nuestro protagonista
 observó aquellos
 tres filetes que
 habían sobrado
 del mediodía. 
Los puso en 
tuppers para 
guardarlos en la nevera mientras su familia le felicitaba:Estaba muy bueno, Fran, pero yo no puedo más ―dijo Carolina.Esquehastraídodemasiadoperovamosyoporlanochemetomootrosinningúnproblemaquehasalido
muybuenoynomeimportarepetirperoahoraestoyllenísimayademásmeesperamiheladodechocolateque
novoyaperdonarpornada... ―intervino Doña Marta Palacios.Tendrás que calcular mejor las cantidades, Fran ―sentenció Juan.

Nuestro protagonista rumiaba todas esas ideas en su cabeza. Desde luego que había sobrado
carne, pero si hubiera traído una sola bandeja del supermercado seguramente hubiera hecho corto.
Al introducir los filetes en la nevera observó el paquete de merluza que había puesto a descongelar
para la cena, y que todavía quedaba estofado de una comida anterior.

Está claro que esta noche no voy a cocinar nada, hay que dar salida a lo que tenemos ―observó 
nuestro protagonista.Pues entonces se va a estropear el pescado ― comentó Carolina.Yo hoy no cenaré aquí, que he quedado ―intervino JuanPues eso supondrá más sobras ―pensó FranBueno, tú apáñatelas, pero no se puede perder nada y tenemos que comer todo.

Así se quedó nuestro protagonista dando vueltas al modo de sacar adelante toda la comida de que
disponía, pero además, pensando en los horarios de toda la familia y quién podría faltar cada vez.
Bueno, de momento el estofado, por mis cojones, se acaba hoy, sentenció. Y tendrán que comer
estos en horario normar. Ya tenemos una línea del Tetris. Poco a poco.



 

Obras maestras que no apetece volver a ver

 


Nuestro protagonista se preguntaba si aquel día habría algo bueno en la televisión.
Por el ordenador era por donde últimamente veía el grueso del cine que entraba por
sus ojos, pero seguía prefiriendo los formatos clásicos cuando tenía ocasión.
Doña Marta Palacios se alegró mucho:

Ayhijopuesmealegromuchoporquehoyponenyestoy
deseandoverlaLoqueelvientosellevóyesuna
maravillameimaginoquetúlaverásconmigoporquees
delomásbonitoquesehahechonuncaynuncadejode
veraEscarlataO´Hara....

Nuestro protagonista se quedó algo cortado. Aunque

aquella película era un auténtico mito y no se arrepentía de haberla visto no era en absoluto lo que

quería para esa noche. Trató de explicárselo a su madre:

Bueno, mamá. Verás, es que a mí tanto dramón y cuatro horas de señoritas sureñas...Puestambiénponenenenla2CarrosDeFuegoqueatupadreleencantabayseguroqueatitambiénporque
esdeinglesesydelasolimpiadasperonolasdeahoradehacecienañosynohacefaltalomíticasquetedigoque
fue...

 Fran de nuevo se quedó sobrecogido y pensó cómo rechazarlo con educación.Es demasiado lenta para mí, mamá, aparte de que me la sé de memoria.Pueshijomejorespelículasquehoynovasatenerqueparecequesólotegustaloqueescojastúatisiempre
tehaidoelbuencineyestoydeseandoveralgocontigoaversipodemoshacerloorqueyomelopasomucho
mejorcontigo...Bueno, digamos que hay obras maestras que no apetece volver a ver. Me voy al ordenador. 


jueves, 25 de julio de 2024

Cumpleaños 2024

 


Otro día tocaba para nuestro protagonista levantarse de la cama. El calor agobiante que
sintió nada más despertarse envuelto en sudor le recordó que era verano. Un verano que
se estaba pasando sin fichajes del Atleti, sin trabajo y sin perspectivas de salir un
poco de su ciudad. Sin embargo en poco tiempo un mensaje en su móvil le recordó que era
un día especial:


Muchas felicidades, primo. En Zaragoza

pensamos en ti.

Era el primo Mario y de inmediato

comenzaron a desfilar los miembros de su hogar por
delante de él:

Muchasfelicidadeshijohayqueverqué regalomehizoSantiagosiempreletendréqueestarmuy
agradecidaporquemehasayudadomuchoporqueereselmejorhijoquepodíateneryyatieneslasgafasenla
ópticacomotúquerías... —dijo Doña Marta Palacios.Gracias, mamá —respondió nuestro protagonista recordando que había pedido lentillas y gafas
 como primer regalo.Muchas felicidades, Fran. Ahora te voy a comprar una tarta para tu cumple —le felicitó Carolina.Y yo te invitaré a cervezas y a lo que quieras y aquí tienes el cómic que me pediste, aquel del
 oeste —le dijo Juan.

De inmediato empezaron a llegar mensajes a su móvil de Marcelo, del Grelos, de Julian...Y en
la cocina observó el cordero con el que su familia pensaba agasajarle. Y aunque no encontró
ningún fichaje nuevo del Atleti en la prensa deportiva se dijo que sí, que otro años más valía
la pena. Y que aún había deseos que podía pedir a la vida a su edad. Lo principal celebrar ese
cumple como se debía.



 

miércoles, 17 de julio de 2024

Así en casa como en las Canarias

 


¿Vienes a dar una
vuelta, Carolina? 
Hoy libro y 
podremos ir al 
Retiro ―Propuso 
nuestro
 protagonista.No puedo, Fran, tengo que ir a regar las plantas de la tía María Cristina ―respondió Carolina.¡¿Otra vez?! ¡Pero si fuiste ayer!Me dejó encargada de ello y además pidió que me esmerase en ello, que le asustaba mucho
 volver de su viaje y encontrarlas mustias.


La tía María Cristina y el tío Paco llevaban tres días lejos del hogar en unas vacaciones que se
tomaban en las Canarias. Sin embargo no habían dejado su casa sin más. Habían encargado
varias tareas a Carolina, de las cuales la más importante era esa.

Me dijo que además así podría vigilar que no se ensucie, ver que todo sigue en su lugar...
―comentó Carolina.¿Y vas a ir las próximas dos semanas dejando de hacer cosas? Mira, yo que tú vendría al
 Retiro o buscaría otra cosa, y quizás iría un día de cada tres.No puedo hacerlo, Fran. Dijo que me llamaría y preguntaría.¡Coño, pues le dices que has ido! Bastante tenemos aquí encima para atender a sus caprichos.Hombre, ella igual alguna vez nos hace el favor.No por mi parte, que yo no le cargaría a nadie este trabajo. Yo creo que la casa puede 
aguantar una semana tranquilamente.

Entonces Juan llegó de su trabajo y rápidamente pasó a la cocina y la terraza. Luego con gesto
de preocupación se volvió hacia nuestro personaje.

Fran, veo mi hierbabuena muy mustia. Riégamela por las mañanas, por favor. Ahora yo no puedo.

Carolina se echó a reír mientras nuestro personaje se quedó con cara de póker. Resultó que había
quien no necesitaba ni salir para encargar tareas a otros.

¿Pero tú que te has creído, Juan? ¿Por qué no la riegas tú cuando vuelvas? ―preguntó Fran.Por lo menos es una sola, no todas las que tiene la tía ―respondió Carolina.Vale, pues cuando Juan se vaya a las Canarias se la cuido.No, porque entonces me llevaré mi planta ―sentenció Juan. 

Carolina y los humos

 


Bueno, ya casi 

os tengo la cena,

 que me tocaba 

hoy prepararla

 ―dijo nuestro

 protagonista.

Vale, y a ver si
 cierras ya ese puto extractor ―respondió Carolina.Pero mira que eres pesada. ¿Quieres que nos traguemos todo el humo? Odio ese ruido. No lo soporto.Atuhermanaleirritamuchoesoperonosepuedeguisarsinesosobretodosiunousaaceiteporquesellena
tododehumoyselotragaperolaverdadhijayonoséporquétequedasahíynotealejascuandotuhermano
seponeaello...Es infernal y molesto.

Esta era una queja recurrente de Carolina cada vez que alguien usaba ese aparato. Para
perplejidad de toda la familia ella afirmaba que lo oía desde cualquier punto de la casa
impidiéndole hacer nada. Fran no salía de su asombro.

Pues yo estoy aquí debajo y ni me entero. No puedo creerme que seas tan sensible ―dijo nuestro
 protagonista.Por eso no cocino. Prefiero no comer a oír eso ―contestó Carolina.No, no cocinas porque no te sale del coño. El otro día te dejé sola con mamá para que cenarais y le
 hiciste una tortilla a ella y tú te tomaste un yogur. No me digas que no podías cocinar sin el extractor
 si tanto te molesta.Déjate de historias y apaga eso que estoy deseando dejar de oír ese ruido.

Fran termino su tarea y limpió la cocina. Al servir la cena Carolina afirmó que aquellos filetes
con pimientos eran lo que necesitaba después del día que había tenido:

Te han quedado muy bien, Fran.Pues eso ha sido gracias al extractor entre otras cosas.Pues menos mal que estabas tú, porque yo prefiero no comer a aguantar ese ruido.Ahora te ha dado por el ayuno intermitente. Bueno, dicen que hace maravillas varias. Igual te 
va bien ―sentenció nuestro protagonista. 

viernes, 12 de julio de 2024

Zhang Zhiley - Deontay Wilder: boxeo de aprendizaje por dos veteranos

 


Pues hasta aquí
parece que llega
 Wilder —comentó
 Juan Gordal 
observando su K.O.
 En el 
quinto asalto frente a 
Zhang ZhileyY no las tengo todas conmigo de que esto permita al chino avanzar —observó nuestro 
protagonista.


En esta reciente pelea

en la nueva meca del

boxeo, precisamente

en Arabia Saudí, dos

veteranos se

enfrentaban entre sí.

Ambos daban la

impresión de estar

un poco de vuelta

después de haber
escritos páginas

importantes en el peso pesado. Pero quizás quien tenía más que perder era
Deontay Wilder que acumulaba ya una serie de derrotas preocupante en sus últimos desempeños.
Zhang, aunque había perdido el punto de novedad de ser el primer campeón pesado de su país,
y a pesar de tener un boxeo quizás poco espectacular, aún parecía ser una buena alternativa a las
grandes figuras del peso pesado.


Yo es que, si te digo la verdad, este boxeo tampoco me parece la leche. Son dos
tíos muy grandes soltando golpes a lo loco. Creo que de momento eso es lo que 
parece que les gusta a los saudíes.Es un boxeo tosco —comentó Juan Gordal
La verdad es que Wilder parece mentira lo lejos que ha llegado con un boxeo tan limitado. 
Muy lineal, muy previsible, eso sí, con mucha pegada.Ese hombre se metió en el boxeo para sacar pasta para el tratamiento de espina bífida de su
 hija. Ya lo tiene. Debería dejarlo.Y Zhang bueno, pues controla las distancias, los tiempos, pero quizás le va a lastrar  un boxeo
 poco visual.De momento ya ha llegado y puede seguir, porque se le ve bien. Ahora, no es espectacular.Pero así ha llegado hasta ahí. Y desde luego, a Wilder le ha pasado por encima.K.O. Brutal en el quinto tras dominar de principio a fin. Bueno, este combate quizás es bueno
 para aprender ciertos conceptos sobre el físico, la espectacularidad...A ver si le sirve de algo a Zhang. Yo creo que aún tiene que dar.

 ¿Y ustedes qué opinan de esta clase de combate? Como siempre este blog les deja un video 
para ver u formar su idea al respecto. Disfrútenlo. 

Récord de Zhang Zhiley, aquí.
Récord de Deontay Wilder, aquí.

jueves, 11 de julio de 2024

El perro fantasma del patio

 


Fran, despierta —dijo
 Juan Gordal a nuestro 
protagonista.

Nuestro héroe abrió
los ojos y vio que era
aún muy de noche.
Lo primero que
sintió fue una
enorme rabia y 
fastidio, pero en seguida comprendió que su hermano debía tener motivos importantes para 
despertarlo.
¿Qué pasa, Juan? ¿Se quema la casa o algo?Es que se oye a un perro ladrando por el patio y nadie hace nada. Y no puedo dormir.¡Joder! ¿Y qué coño quieres que yo le haga? Díselo a su amo.Es que pasa una cosa muy rara. Acércate.
  

Fran se acercó y en efecto oía a aquel animal por toda la caja de resonancia que formaba el patio
a todo volumen. Pero todas las ventanas estaban sin luz y en silencio. Al parecer sólo Juan y Fran
oían eso.



¿Y qué se hace en este caso? Hemos tenido perros. Conocemos su tono. Ladra como cuando
 se han quedado encerrados y quieren que les abran —observó nuestro protagonista.Pero nadie le oye ni mueve un dedo. No sé si llamar a la policía o hacer qué.Si acaso a los municipales.Yo estoy por hacerlo porque lleva así un buen rato, no menos de media hora.Pues venga.

 Fran telefoneó y explicó la situación. La calle donde ocurría, la aparente falta de reacción de todo 
el mundo, su localización... Pero no logró que los municipales tomaran cartas en el asunto.Dicen que sin un motivo plausible no pueden abrir una puerta ni venir por eso.Joder, pues no sé qué decirte. No sé si bajar más.


En esto Carolina, que dormía al lado del patio también se despertó y preguntó que por qué
sus dos hermanos estaban armando esa escandalera.

¿Nosotros? Tu cama también daba al patio. ¿No oyes al perro? —preguntó Juan.¿Qué perro? Solo os he oído a vosotros hablando y montando ruido.¡Coño, escúchalo! —dijo Fran. 

Sólo entonces Fran se dio cuenta de que el can había dejado de ladrar. Se preguntó qué había
podido pasar.

No me lo puedo creer. Si hasta ahora mismo...Bueno, dejaos de gilipolleces y perros fantasmales y mañana os echaré la bronca, que me 
habéis despertado. No sé si voy a poder dormirme en lo que queda de noche antes de trabajar 
—les recriminó Carolina.¡Pero no estaba alucinando, Fran! Tú lo has oído —inquirió Juan.No sé, solo sé que se ha arreglado. Oyeaversibajáislavozqueesmuytardeynohaymaneradedormirparecementiraqueospongáisasíaestas
horascontodoloquehayquehacermañanaesparadarosunabofetadaycuandoyahabéisdespertadoavuestra
hermanaytodo... —empezó a perorar Doña Marta Palacios.Bueno —concluyó nuestro protagonista— , pues ya estamos todos y al parecer sólo lo
 oíamos nosotros, Juan. Sería como dice Cárol un perro fantasma.Pues a ver ahora cómo vuelvo a dormir en mi cuarto. Voy a estar acojonado.Jodeeeeeeeeeer. 


jueves, 4 de julio de 2024

Juan de los pájaros

 


Fran procedió a tender la ropa de esa colada. Mientras colocaba la pinza sobre un pantalón
tendido, de pronto, para su sorpresa, aparecieron dos pájaros que en desbandada casi le
golpearon en plena cara. Después de esto observó cómo algún objeto golpeaba en la parte
baja de la ropa tendida produciendo un efecto inquietante. Cuando la deslió otros dos pájaros
salieron volando. Durante un breve periodo de tiempo el asombro y las dudas cruzaron la
mente de nuestro personaje, pero se disiparon cuando debajo del mismo tendedero había un
bebedero que su hermano Juan había dejado para ellos. Al verlo recordó que desde hacía varios
días Juan le contaba que había leído que a veces los pájaros de la ciudad tenían dificultades
para encontrar agua y que había quien les dejaba un bebedero. Es lo que Juan procedió a
hacer. Pero el efecto de película de Hitchcock que Fran acababa de vivir demostraba que no
era una idea acertada. Cuando Juan llegó de su trabajo nuestro protagonista le contó la experiencia.

No les habrás hecho nada ¿no? —preguntó Juan.No, pero no me hace gracia que dejen plumas en la ropa tendida. O guano, que a veces también 
y es ropa recién lavada —respondió Fran.Bueno, pues si se rompe un poco la ropa no es nada un pájaro igual vive gracias a esto.Fran, aunque vivan en ciudad son animales salvajes. Ellos deben saber buscarse la vida o servir
 para que la energía legue a otros. Es el ciclo natural.También es el ciclo natural que la ropa se encsucie y bien que la lavas.

Fran no podía creerlo. Su hermano era demasiado joven aún para convertirse en un loco de los
gatos, o de los pájaros, en este caso, pero asi parecía ser. Todavía reflexionaba nuestro héroe
sobre el acontecimiento de los pájaros cuando vio a su hermano seguir un reportaje sobre esa
gente que habla de «perrhijos» y que los lleva a escuelas y sitios parecidos.

¡No entiendo esa manía de ahora! Da grima ver que la gente trata a los animales como si fueran
 su familia, pero en sentido literal.

 Fran no podía creerlo.¡Pues eso mismo haces tú con pájaros que ni siquiera son tus mascotas!¡Eh, no compares! Una cosa es socorrer al sediento y otra querer que tu perro se comporte 
como un ser humano.Supongo que tratar animales salvajes como si fueran tu mascota es el primer escalón de la 
escalera que lleva a eso.¡Pero si hasta Mike Tyson tiene un palomar y cuida palomas! Lo que pasa es que tú te has 
vuelto como una maruja de esas maniáticas de la limpieza.Bueno, pues cuando seas tú campeón de los pesados y tengas el recorrido de Tyson te 
compras pájaros. De momento deja tranquilos a los salvajes. 

miércoles, 3 de julio de 2024

Si te lo compras, no me lo voy a leer

 


Pues sinceramente no
 yo a comprar nada. Me
 guardo mi dinero que
 me ha costado mucho
 ganarlo—dijo nuestro 
protagonista observando
 las novedades en la 
FNAC.¿Estás seguro? Mira
 que no sabes cuándo 
volverás a tener tanto 
dinero como ahora
—le contestó
 Juan Gordal.No todo se va a ir en tebeos. Ya pillaré otras cosas.


Los dos hermanos habían acudido al establecimiento animados por varios golpes de fortuna en
el trabajo y la familia que habían hecho que sumaran una gran cantidad de dinero. Pensaban
adquirir algun objeto de ocio con lo que habían juntado, pero la verdad es que casi todo lo que
le apetecía a Fran ya lo tenía. Entonces Juan vio algo que llamó su atención:

¡Mira! ¡Cassandra Drake de Posy Simmonds! Este a tí te va a gustar.


Fran sorprendido por la indicación de su hermano cogió el volumen y ojeó la sinopsis, pero
mucho más elocuentes que ésta fueron los recuerdos que empezaron a llegar a su cabeza de
otras obras de la autora británica, siempre centradas en la angustia y el sufrimiento en cuanto
reconoció su estilo de dibujo.

No es que no me lo vaya a pillar, es que si te lo pillas tú tampoco me lo voy a leer —dijo Fran.¿Cómo que no? Si es una historia muy buena de navidad con misterio y...Píllatelo tú si quieres, yo de esta tía no vuelvo a leer nada
 

Juan se quedó como en blanco una vez que comprendió que su hermano no iba a gastar en
eso. Entonces vio un recopilatorio del Príncipe Valiente y volvió a sugerir a nuestro
protagonista que lo comprara.

¡Joder, Juan, que no! —exclamó nuestro protagonista—. Tú también tienes pasta. Ráscate el
 bolsillo. Yo no te voy a comprar tus caprichos. Pero no puede ser que desaproveches esta oportunidad.Tú tranquilo, que el dinero siempre tiene salida. Yo se la daré. ¿Por qué no me compras tú 
por ejemplo unas zapatillas? Pues nada, volveremos a casa y ya verás cómo te arrepientes de esto.Podré cargar con ello. Pero vamos, tampoco me regales ninguno de esos tebeos para mi cumple.