miércoles, 11 de junio de 2025

Anthony Joshua-Alexander Povetkin: una remontada rutinaria

 


Una pelea, la
verdad, inteligente. 
Le sorprenden 
al principio, 
se da cuenta 
de lo que tiene que
 hacer y al final llega a su objetivo—dijo nuestro protagonista viendo aquella pelea.Pero de todas maneras sigue sin ser un boxeador espectacular, Joshua—respondió Juan.

En septiembre de 2018, Anthony Joshua era la gran sensación del peso pesado. La verdad
es que por físico tenía unas cualidades increíbles, pero le faltaba quizás dar un poco más
de espectáculo en lo que hacía o alguna habilidad especial que sólo tuviera él. Su rival,
el ruso Alexander Povetkin, por su parte, acreditaba una larga e interesante carrera y se
presentaba esa noche en Londres como piedra de toque difícil pero, a priori, asequible
para Joshua. Sin embargo en los primeros tres asaltos sorprendió a la estrella británica,
que por momentos no supo qué hacer.


Igual si el combate se
 hubiera parado allí 
ganaba Povetkin
—dijo nuestro 
protagonista.Pero no fue así 
y Joshua se dio 
cuenta de lo 
que tenía que hacer.

El boxeador británico se refugió en el jab y, quizás lastrado por su edad, el ruso comenzó
 a ir a menos.Es curioso que muchos decían que ya no se obcecaba aquí con noquear, que se puso a
 trabajar sin prisa, y así llegó el K.O.En el séptimo terminó por fundir al ruso.Bueno, la verdad es que es una pelea interesante de ver por las alternativas y por enseñar
 a usar las propias armas. Pero yo creo que Joshua debió hacer algo más. Así gana pero 
no hay espectáculo.Y después de esto empezó a tener derrotas y a bajar un poco.Sí, pero hace combates interesantes porque físicamente sí que es un superdotado. Ahora, 
no la estrella que algunos vendían.Eso es discutible, pero muchos firmarían su recorrido.

El caso es que Anthony Joshua superó aquella noche a un rival que salió bien y le sorprendió
de inicio. Retuvo los títulos IBF, IBO, WBo y superWBA que ponía en juego. Pero ¿creen
ustedes que será una pelea recordada? Como siempre, aquí les deja nuestro protagonista el
vídeo para que lo juzguen.

 

Récord de Anthony Joshua, aquí.
Récord de Alexander Povetkin, aquí.

El pasajero durmiente

 


En aquel andén del metro estaba nuestro protagonista aún con la cabeza a medio
gas después del madrugón que se había pegado para acudir a sus quehaceres aquel
día. En concreto Fran se había levantado a las cinco para llegar a las seis a
coger el primer tren que saliera hacia la Gran Vía. En las pantallas del metro
ni era posible ver a qué distancia estaban porque ni siquiera se habían puesto
en marcha esos contadores. Fran observaba a unos pocos trabajadores a esa hora
ni siquiera el andén estaba lleno, que como él esperaban la apertura del
servicio para ir a trabajar. En un espacio de tiempo que a nuestro personaje se
le hizo eterno, pero que en realidad no debieron ser más que unos pocos minutos
se vio luz en el túnel de metro. Nuestro protagonista, y con él algunos de sus
compañeros de andén, se dispusieron a coger ese tren, pero cuando la cabecera de
aquel convoy asomó su ánimo se enfrió un poco. Lo cierto es que siendo el primer
tren y a aquella hora, podía Fran haber supuesto lo que pasaría, pero en el frontal
de la locomotora un cartel lumnioso decía muy claro «SIN SERVICIO». Ni siquiera
se dio nuestro héroe cuenta de ello, pero seguramente se le escapó algún gesto de
disconformidad mientras se hacía a la idea de espera un poco más en aquel andén. Pero sin
embargo cuando el metro se acercó más nuestro protagonista vio algo sorprendente y que no
había visto nunca: en uno de los vagones, por lo demás completamente vacíos de aquel
convoy fantasma iba un pasajero que parecía haberse quedado traspuesto. Nuestro personaje
se preguntó si se habría subido al abrirse el servicio o había pasado allí la noche. Uno de los
pasajeros del andén preguntó a nuestro protagonista:

¿No deberíamos hacer algo? ¿Cómo se avisa si pasa esto?No tengo ni idea. Supongo que ya lo verán ellos o que se hará el trayecto completo y
 en algún momento le bajarán.¿Pero a quién se podría avisar?

Nuestro protagonista se quedó pensativo, porque no tenía ni idea de esa pregunta. Le dijo al
pasajero que no se preocupara y además ya empezaba a asomar en el túnel un tren que, esta
vez sí, seguramente podría coger. Al subir pensaba en el susto que probablemente se llevaría
el pasajero traspuesto al despertar. Bueno, se dijo, yo atento a mi viaje, no se me pase

también mi estación.


jueves, 5 de junio de 2025

La plaga bíblica

 


Fran y Juan Gordal andaban por el Retiro observando los efectos de la llegada del
buen tiempo. Nuevas especies de pájaros ausentes durante la mayor parte del año
habían hecho acto de presencia, como aquellos pájaros carpinteros.

Supongo que habiendo esos pájaros 
también habrá muchos insectos y larvas, 
porque si no no podrían comer—dijo
 nuestro protagonista.
O eso o see irán a los pocos días, como el cormorán que había en el estanque del Palacio
 de Cristal al que ya no se ha vuelto a ver.Cuando los veos picotear pienso que deben estar los troncos llenos de larvas.Sí, una plaga. Anda, que creo que para tus estudios te has pasado leyendo la Biblia—dijo 
Juan.

Entonces nuestro protagonista vio dos motas de paja sobre su camiseta e intentó desprenderse
de ellas. Las iba a dar un manotazo cuando ambas cápsulas vegetales se movieron y
emprendieron el vuelo. Resultó que no eran pajitas, sino dos pequeños saltamontes que echaron
a volar. Sorprendido nuestro protagonista por ello bajó la vista y observó que en aquella zona
de hierbas cada vez que daba un paso se echaban al aire cuatro o cinco de aquellos ortópteros.
Y algunos se le posaban encima.

Pues parece que la plaga bíblica ha hecho en efecto su aparición—comentó nuestro protagonista.¿Son langostas? No veo la hierba destrozada como dicen que la dejan.No sé si serán las langostas que azotaron Egipto, pero voy a espantarlos de mis pantalones. Me
 pregunto si les gustarán a esos pájaros.Por lo menos no muerden.Sí, y hay quien se los come. A ver si en vez de una plaga van a ser una cosecha abundante.No lo sé pero, desde luego, para la ropa no son recomendables. 


miércoles, 4 de junio de 2025

Entre metros y marmotas

 


No daba crédito nuestro protagonista a aquel titular de la prensa deportiva: Sin
ventas no habrá refuerzos. No podía ser. Un año más empezaba el verano del
Atlético de Madrid con el mensaje de la que algunos habían llamado “estrategia del
Metro” porque copiaba aquellos carteles que se podían leer antaño en el suburbano
madrileño y otros transportes públicos: Antes de entrar dejen salir. Parecía una
señal más de la llegada del estío al país de nuestro protagonista. La frase de
salidas y entradas, que otros años soltaban alegremente los dirigentes del equipo
de nuestro protagonista había cambiado su forma y su canal de llegada pero el
mensaje era el mismo. Y previsiblemente los resultados serían los mismos: nadie
dispuesto a soltar un duro por los jugadores que el club había descartado, dejar
pasar fechas y al última hora, cuando ya estuviera todo el pescado vendido,
fichar los restos que no hubieran querido otros clubes. Evidentemente yendo
a la competición con un equipo de descartes de otros clubes no se podía aspirar
a nada. Más que la estrategia del Metro era el día de la marmota.

Bueno, llevas muchos años con la misma queja, así que no creo que te pille de nuevas
—comentó Carolina Gordal.Es que es muy frustrante ver a alguien por el camino que sabes que lleva al desastre más
 absoluto y no poder hacer nada. Pero ya estás acostumbrado. No veo por qué este año no iba a pasar eso.Este año es especialmente irritante porque durante meses han estado los Giles y Cerezos 
presumiendo de que si había muchos patrocinadores muy potentes, de que si el campo acogía
 conciertos, que si llegaba dinero de Arabia... Y al final la misma mierda de siempre. Y lo que
 peor llevo de todo, que parece que la mayoría de los aficionados del Atleti lo aceptan.Es que no se puede hacer nada desde que los clubes de fútbol son empresas.¡Qué menos que protestar en el campo! Al menos que expliquen qué leches pasa con todo 
ese dinero que decían que estaban atrayendo.Al final vas a tener que ganar dinero tú y hacerte cargo del club.Sí, será la única solución. 


domingo, 1 de junio de 2025

Mantenimiento

 


Pues ya tiene
el móvil nuevo, 
señor—dijo
 aquella mujer
 asiática a Juan
 Gordal.Aquí tiene 
—respondió Juan con señales de disgusto en el tono al soltar aquellos 25 euros.

Juan y Fran Gordal dejaron aquella tienda discutiendo sobre el precio pagado por una funda
nueva y un protector de pantalla nuevo.

Bueno, no creo que sea un mal gasto y de cuando en cuando hay que reparar estas cosas 
para que no se estropee todo. Mira cuánto tiempo llevas con ese móvil del que no esperabas 
nada—comentó nuestro protagonista.Pero ya ves tú lo que hay que esperar para que te paguen tu trabajo y el primer gasto del 
mes es en una cosa que no tenías presente.Bueno, pero sigues teniendo el móvilPara tenerlo como estaba simplemente hay que gastar.Como estaba no, no me jodas.

En aquel momento llegó un mensaje al móvil de Fran y cuando lo sacó para observar quién
se dirigía a él los dos hermanos repararon en que el móvil de Fran también necesitaba una
compra similar. La pantalla parecía rayada, pero era sólo el protector.

Habértela pillado ahora—le dijo Juan.No, como tú, cuando me paguen, que yo sigo sin cobrar.Pues ya verás lo que esto jode.Bueno, más me jodería 200 euros en un móvil nuevo.Hay que gastar en cualquier caso—sentenció Juan.

Resfriados contra la lógica

 

 

¿Pero cómo va a
haberse pillado el
 Gabi un catarro
 ahora? ¡Si estamos
 en récord histórico 
de temperatura 
para este mes! 
—exclamó nuestro protagonista.Pues está con fiebre y sudoroso en casa y mira qué cara tiene—dijo Carolina enseñándole
a Fran una foto de su cuñado donde aparecía con aspecto febril—. Y tosiendo y estornudando.Joder, pues como encima tenga que abrigarse ahora...

Mientras los medios informativos no dejaban de hablar de que aquel año el calor del
verano había sido madrugador y ya golpeaba de lleno el país de nuestro protagonista,
Carolina se desvivía yendo de casa de los Gordal Palacios a la de Gabriel llevando
medicinas, leche, miel y otros enseres.

¿No será más bien alergia lo que tiene el mastuerzo ese?—preguntó nuestro protagonista 
extrañado.No, si se le ve con los síntomas del catarro y no para de toser.

Fran observaba el armario donde había guardado su ropa de invierno en los últimos días y
las mantas de su cama porque realmente no soportaba ya dormir con todo aquello sobre
su cuerpo. Pensaba si a su cuñado podría haberle afectado alguna corriente de aire propia
del cambio de estación, pero en aquel momento una brisa que entraba por la ventana le
demostraba que el viento que llegaba aquellos días parecía el que salía del metro. Aún
seguía nuestro protagonista dando vueltas al misterio de la salud de su cuñado cuando
Juan Gordal entró por la puerta.

Buenas tardes, Juan. ¿Te puedes creer...? —comenzó a decir nuestro protagonista antes de 
que un estornudo de su hermano le cortara.Hola, Fran. No sé cómo es posible pero creo que estoy actarrado. ¿Están ahí las aspirinas y
 el respir? ¡Joder, parece que esto se contagia!—gritó Fran.¿Cómo dices? —preguntó Juan.Que no te me acerques, digo.