No daba crédito nuestro protagonista a aquel titular de la prensa deportiva: Sin
ventas no habrá refuerzos. No podía ser. Un año más empezaba el verano del
Atlético de Madrid con el mensaje de la que algunos habían llamado “estrategia del
Metro” porque copiaba aquellos carteles que se podían leer antaño en el suburbano
madrileño y otros transportes públicos: Antes de entrar dejen salir. Parecía una
señal más de la llegada del estío al país de nuestro protagonista. La frase de
salidas y entradas, que otros años soltaban alegremente los dirigentes del equipo
de nuestro protagonista había cambiado su forma y su canal de llegada pero el
mensaje era el mismo. Y previsiblemente los resultados serían los mismos: nadie
dispuesto a soltar un duro por los jugadores que el club había descartado, dejar
pasar fechas y al última hora, cuando ya estuviera todo el pescado vendido,
fichar los restos que no hubieran querido otros clubes. Evidentemente yendo
a la competición con un equipo de descartes de otros clubes no se podía aspirar
a nada. Más que la estrategia del Metro era el día de la marmota.
—Bueno, llevas muchos años con la misma queja, así que no creo que te pille de nuevas
—comentó Carolina Gordal. —Es que es muy frustrante ver a alguien por el camino que sabes que lleva al desastre más
absoluto y no poder hacer nada. —Pero ya estás acostumbrado. No veo por qué este año no iba a pasar eso. —Este año es especialmente irritante porque durante meses han estado los Giles y Cerezos
presumiendo de que si había muchos patrocinadores muy potentes, de que si el campo acogía
conciertos, que si llegaba dinero de Arabia... Y al final la misma mierda de siempre. Y lo que
peor llevo de todo, que parece que la mayoría de los aficionados del Atleti lo aceptan. —Es que no se puede hacer nada desde que los clubes de fútbol son empresas. —¡Qué menos que protestar en el campo! Al menos que expliquen qué leches pasa con todo
ese dinero que decían que estaban atrayendo. —Al final vas a tener que ganar dinero tú y hacerte cargo del club. —Sí, será la única solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario